Proyecto: Valkyria

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La academia Militar es prácticamente uno de mis hogares, he pasado allí gran parte de mi vida, recuerdo a los conscriptos de mi padre darme paseos a caballo cuando me encontraba aburrida esperándolo, ellos siempre me pasearon por toda la academia, para cuando cumplí cinco ya conocía cada rincón del lugar, incluso las partes a las que solo podían acceder los militares y no los cadetes como yo.

- ¡Kdt. Sullivan! – grito mi instructor, el teniente Tobby como lo había apodado cuando fue un Kdt a cargo de mi padre, era uno de los más estrictos en toda la Academia.

En este mismo instante me había escapado de todos los instructores porque odiaba el recorrido de obstáculos, estaba a un año de graduarme y nunca había llegado primera, mi mejor amiga era una historia aparte, incluso rompió el record de mi padre, ninguno de los hombres se atrevía a competir contra ella.

- Debes dejar de escaparte. – dijo Tobby con el rostro rojo de ira, cuando llego a mi ingenioso escondite.

Vi un destello de sorpresa al darse cuenta que era una idea muy ingeniosa, había construido un pequeño fuerte en el árbol, pasé los días de vacaciones pintándolo para que quien lo viera desde abajo o desde los costados no viera nada más que un árbol.

- Tienes un buen trabajo de camuflaje ahí pequeña, ahora baja que tu instructor de educación física está aquí, y creo que está a punto de sufrir un ataque cardiaco.

Mi maestro de educación física estaba abajo junto con el resto de la clase, veía como May reía, ella sabía dónde estaba yo desde un principio, cuando mi instructor se repuso de mi supuesta fuga, veía como su rostro enrojecía y las venas saltaban de su rostro, al parecer no le hacía mucha gracia que sus alumnos le tomaran el pelo.

- Les recuerdo que ustedes están aquí para servir a la patria, jóvenes, están a un paso de pasar al Superior, todo es muy serio allí, cualquier fuga puede considerarse deserción. - dijo mientras el instructor Roots miraba directamente hacia mí.

La Academia Superior se podía considerar como nuestra universidad, ahí ya nos consideraría militares listos para servir a la patria, una vez dentro ya no había vuelta atrás, pero para eso me estaba formando había pasado en esta academia desde los cinco años, en parte porque mi padre decidió que era la mejor escuela del país a la cual yo podría asistir, en otra porque me había acostumbrado a esta vida, no conocía ninguna otra.

Crecí con mi padre siendo militar, eso significaba que lo veía únicamente los fines de semana cuando tenía suerte, pero cuando no la tenía no lo veía durante un largo tiempo, recuerdo que hubo ocasiones en las que no lograba verlo incluso en un año entero porque él tenía que trabajar, pero siempre estaban sus conscriptos en la academia, muchos de ellos se habían encariñado conmigo e incluso cuando tenían que ir a otra región siempre llegaban nuevos, que bajo órdenes de mi padre me cuidaban y me protegían, así que siempre tuve una figura paterna a la que apegarme.

En la Academia Militar tenia tantos compañeros en la misma situación, que la mayoría de los que estuvimos en jardín juntos éramos amigos inseparables.

- Bueno señores kdts. – Anuncio el instructor muy molesto conmigo. – para quitarle a la señorita Sullivan su mala costumbre de huir de la situación, vamos a hacer una competencia que será tomada como examen de final de semestre esta nota será el setenta por ciento de su calificación final.

Todos empezaron a lanzarme miradas asesinas, a excepción de mi mejor amiga May, quien se reía a mi lado y me daba empujoncitos para darme ánimo.

- Déjeme decirles que si la señorita Kdt. Sullivan llega primero en esta ocasión todos tendrán una nota de ocho, si ella llega en segundo lugar todos, tendrán nota de siete y así sucesivamente, pero en el caso de que piensen dejarla ganar – los ojos del instructor me miraron tan duramente que temía la continuación de la frase - déjenme anunciarles que las cinco primeras personas que lleguen antes que ella, se exoneraran de la materia y el resto tendrá la calificación de tres.