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Ross se marchó, para que pudiera estar lista para el tercer juego, faltaba poco para el evento, me levante sin ganas y empecé a alistarme, no sin antes tomarme una dosis doble de mis pastillas para apaciguar el dolor que empeoraba a cada instante del día, estaba segura que un día de estos despertaría con mucho dolor y ni siquiera las pastillas lograría salvarme, era un sentimiento muy triste pero decidí dejarlo a un lado y empezar a arreglarme, agarre mi cabello en una cola alta impecablemente, ni uno solo cabello estaba fuera de lugar, lo torcí para crear un moño perfecto, el peinado reglamentario de la academia.

Mi discreto maquillaje estaba impecable y mi traje de combate lucia igual de reluciente, inmóvil frente al espejo me di cuenta que peinada y maquillada de esta manera volvía a mí el fantasma de la chica que fui tres años atrás, la única diferencia que podía encontrar era el cambio de uniforme y la muleta que reposaba en mi mano.

Llegue veinte minutos antes, la prueba de hoy sería en el polígono de tiro, un amplio campo al aire libre, desde mi posición lograba ver a duras penas a los maniquíes robótico que serían los blancos para superar la prueba.

Era muy injusto que los usarán, esos maniquíes eran unos muñecos del infierno, una sola vez nos habían hecho practicar con ellos en mis años en la academia pero en la semana de entrenamiento ni los habían mencionado, se movían velozmente, incluso evadían los disparos, pero de algo estaba segura. Estos muñecos estaban programados para revelar el daño causado al momento de recibir el impacto, en el segundo en el que la bala se impactaba, desplegaba una proyección digital sobre el, indicando el daño de la bala, con esta función era muy difícil que nos hagan trampa, todo el público vería claramente cada puntaje.

Su puntaje iba desde uno que era un leve rasguño a mil que significaba la muerte instantánea.

Valkyria, analiza los muñecos por favor, si posee alguna codificación extraña, utiliza tu acceso a la coraza para poder reiniciarlos a su programación original.

Si señorita Sullivan. – dijo con su suave voz, me había adaptado a ella con mucha facilidad.

Llámame Iss. – me sentía extraña al ser la señorita Sullivan nuevamente, prefería ser Iss.

Dos minutos después Valkyria confirmó que había ligeros cambios en su codificación pero ella los había arreglado si ser detectada. Al parecer esta era una de las pruebas más fáciles que existían en este torneo.

Los minutos pasaron y todo empezó a llenarse de personas, el público vería todo desde el Coliseo gracias a las cámaras robóticas que lograban grabar todo, los únicos presentes serían los equipos participantes.

El equipo de la academia superior estuvo formado impecablemente, en bloque diez minutos antes que empezara el juego pero al parecer yo era la única de mi equipo en llegar.

Dos minutos antes de empezar por fin habían llegado mis compañeros y se encontraban formados, regrese la vista para eximirlos a todos y cada uno de ellos cuando termine me alegraba ver que ninguno de los chicos que participaron en la carrera se encontraba herido, no poseían ni siquiera un rasguño y todo gracias a Valkyria.

El tiempo termino, las dos pantallas que debían indicar la lista de participantes se encendieron, primero mostrando el sello de cada una de las instituciones y después empezó con su lotería.

Me preguntaba si esta vez me elegirían para jugar, empezaba a impacientarme. Regresé la vista al bloque de la academia superior los ojos de Iker se clavaban en mi, veía sus ojos llenos de tristeza, lo conocía muy bien para saber que algo le estaba pasando a mi primo y empezaba a preocuparme, lo quería mucho aunque haya sido dos años menor, él era muy maduro para su edad, verlo triste era poco común, era más normal verlo serio o enojado.

Proyecto: ValkyriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora