12| La mujer de la biblioteca

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Para la mala suerte del chico, Draco tuvo como castigo cuidar la biblioteca de noche.

Despues de cenar, los chicos platicaban animadamente antes de ir a sus dormitorios.

Blaise y Theo le platican al rubio sobre la mujer que se aparecia, mientras este reía o los ignoraba.

Los leones se despidieron de las serpientes y dirigieron a su dormitorio.

-Ten cuidado Draco- hablo Blaise mientras el rubio se ponía ropa negra para ir a su castigo.

-No pasara nada Blaise, es solo un invento para hacerle mala fama a la biblioteca-conteste el rubio y se sonrio- Además, si quiere hacerme algo no la culpo, soy demasiado guapo.

Pansy rodo los ojos y siguió con su lectura y Astoria los observaba desde su cama con una sonrisa.

-Llevate esto- habló Theo tendiendole un aparato muggle.

Draco lo observo, era raro.

-Es un boqui-toqui, sirve para poder hablar aunque estemos lejos-explicó su amigo ante la pregunta no formulada del rubio.

Theo empezo a explicarle su funcion, el rubio se lo llevo no muy con el objeto muggle y se despidió de sus amigos.

-Rapido, vayan por las serpientes-hablo Theo y Blaise se encamino hacia las mazmorras.

                             ***

Ginny cerro la puerta y sonrio a los curiosos objetos que les habia llevado Theo.

-¿Que es eso?- pregunto Ron quitandole uno.

Ginny intento sin exito quitarle el boquitoqui a su hermano, puso una mano en una cintura y observo el otro que tenia en su mano.

-Son boquitoquis, son para comunicarnos con Malfoy mientras esta en la biblioteca y no se sienta solo-le explico a su hermano.

Ron asintió y se sentó en un sillón plateado,  a su lado Hermione leia un libro como siempre.

-Ten- le dio Ginny a su amiga uno.-Es para comunicarnos con Draco.

Hermione lo tomo y lo empezo a inspeccionar.

-Hace años que no veia uno-comento la castaña y se dispusieron a usarlo.

                                 ***

Draco con la varita  en lo alto caminaba por la biblioteca, caminaba a paso lento girando la luz con cuidado, se dirigió a los libros de hechizos prohibidos, si iba a estar una noche encerrado ahi, mínimo aprovecharía la ocasión.

Tomo una de pasta gruesa y negra, con letras doradas decía Hechizos Prohibidos, tenia una cinta roja alrededor que decía Prohibido Abrir.

-Prohibido abrir- leyó en voz alta y sonrió sinicamente- Ahí dice, "Puedes abrirlo Draco"

Tomo el libro y tiro la cinta que impedía abrirlo, en la primer hoja decía de nuevo el titulo, paso la página y  una mas donde una lista se desplejo.

-Avada Kedavra: Hechizo mortal.
-Crucio: Hechizo letal.
-Imperio:control.

Fruncio el ceño, y paso las hojas , habian otros hechizos pero no tan graves. El sonido de un libro callendo de la estantería  interrumpio los pensamientos del rubio, la varita  se apago quedando en oscura.

-Maldición -murmuro- Lumus- conjuro.

Alzo la  varita iluminando otra vez una parte del lugar, se guardo el libro de hechizos prohibidos en su túnica y camino hacia el libro caído.

Historia de Howgarts decía con letras rojas y en cursiva.

Draco lo observo y lo acomodo, del otro lado de la estantería una mujer siniestra le sonreia, el rubio se sobresalto  y se cayo el libro.

Su respiración se agito, intento calmarse pero se le hacia imposible estando en un lugar cerrado y a oscuras.

Draco camino a paso rapido entre las estanterias, queria llegar rapido al lado de luz , sentia a sus espaldas que lo seguian pero no voltearia, empezo a correr y un carrito de libros se le atraveso parando de golpe el rubio.

En el carrito habia libros muggles, se giro a ver si alguien lo seguia, nadie estaba detras de el, hubo un libro que le llamo la atencion, La Bella y la Bestia, este lo tomo y se lo guardo, conocia a cierta castaña que lo iba a querer.

Draco se giro a los pasillos solitarios, corrio a donde estaba sentado pero paro en seco con el corazon acelerado al ver alguien de espaldas en el sillon.

El rubio saco su varita y apunto al sillon, empezo a caminar a paso lento hacia el sin bajar la guardia, antes de llegar la figura se paro y se giro, Draco grito a ver a la mujer, era horrenda, salio corriendo y se escondio en los estantes donde paso toda la noche cuidandose de cualquier cosa.
Escuchaba pisadas por todo el cuarto, aferro los libros a su pecho y su respiracion se agito, estaba asustado.

Se hizo ovillo en una esquina oscura mirando a todas direcciones, la mujer no la volvio a ver pero no durmio para nada.

Los primeros rayos de luz se asomaban en una ventana, Draco con ojeras y ojos llorosos se paro con dificultad, el castigo acaba a las 7 de la mañana tomo los libros camino despacio observando todos los entantes, al no ver nada empezo a correr entre los pasillos, llego al sillon donde estaban sus cosas, tomo todo con rapidez.

La puerta se escucho abrirse, sin soltar nada alzo su varita apuntando.

Entre las sombras de la biblioteca alguien se acercaba, Draco tomo su varita con fuerza listo para apuntar.
La sombra se acercaba cada vez mas, no dudaria en hechar un hechizo, pero tenia que esperar que era...

-¡Draco!-grito Minerva entrado a la sala para levantar el castigo, la mujer se sobresalto al mirar al rubio apuntandola- ¡Baja esa varita!

Draco tiro los libros y sonrio con alegria, era la primera vez en mucho tiempo que se sentia feliz de verla.

Corrio hacia ella y la abrazo sorprendiendo a McGonagall.

-Draco...¿Estas bien?- pregunto desconsertada la maestra.

-Es bueno volver a verla-contesto feliz.

Minerva enarco una ceja aún sin poder creer la palabras del rubio.

-Vamos Draco, las clases empiezan en una hora, debes alistarte-hablo tomando al muchacho del brazo y sacandolo de la biblioteca.

Al rubio se le cayo un libro del chaleco y regreso rapido antes de que Minerva se diera cuenta, tomo el libro y entre las sombras vio a un chico con el uniforme de Gryffindor  que se escabullia entre los estantes.

Draco entrecerro los ojos y lo pudo ver con claridad ¿Como había entrado? ¿Habia entrado con McGonagall?

-Draco, vamos-le grito Minerva desde la entrada.

Draco salió con paso rapido, se despidio de Minerva y se fue a su casa, despues de pensar y pensar sobre el chico, habia llegado a una conclusión, no habia estado solo anoche y nunca hubo una tal mujer.




HP| Cambio de Casa¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora