24| Carta

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-¿¡Podrias apurarte?!-preguntó desesperado el rubio.

-¿¡Podrias callarte!?- preguntó alzando la voz Agatha.

La rubia puso la pluma su boca y miraba la hoja en blanco, le habia prometido a su madre que llegando le contaría lo que habia pasado, ya habian pasado días pero bueno. El punto es la intención ¿No?

-Lo tengo-gritó sobresaltando a Draco.

Draco le pego en el hombro a su hermana y esa rio.

Querida Madre:
Agh, lo se mucha cortesia, ignora lo primero.
Madre, han pasado ya días desde que llegue a Hogwarts, lamento no haberte mandado una carta, estuve algo ocupada.
Bueno en primer lugar supongo que tendras curiosidad en que casa quedo tu hermosa hija, pues adivina que, quede en ¡Revenclaw.!

Los siento, tenia que jugarte una broma, quita esa cara de horror. Quede en Slytherin pero ya sabes que por el cambio de casa porto el uniforme de los leones.

Desde que llegue me la he pasado muy bien, todos me recibieron bien ( o eso creo) excepto tu querido hijo, el primer dia casi nos matamos, afortunadamente un profesor intervino, sino estuvieras en el velorio de Draquito.

No tengo mucho que contarte ya que acabo de llegar, pero te prometo que te mandare cartas.

Te quiero mucho madre y cuidate.

Pd: Draquito esta insoportable desde que llegue, si le gasto algunas bromas, por favor no te enojes.

Agatha termino de escribir y reeleyo la carta, estaba lista para enviarse.

-¿Y que le escribiste a mama?-pregunto Draco recargandose en una puerta.

-Oh, cosa de chicas-contesto eso para que su hermano no le preguntara nada.

Draco frunció en ceño e ignoro lo que digo su hermana.

Le quito la carta a su hermana y la alzo, esta daba pequeños brincos para alcanzarla sin exito.

-Eres un pesadilla Malfoy- puso su manos en la cadera.

-Una pesadilla hermosa- hablo y toco su cabellera rubia como una diva, Agatha puso cara de asco.

Draco leía la carta de su hermana, en muchas partes frunció el ceño haciendo sonreir a la rubia.

-¿Insoportable yo? ¿Tu matarme? - pregunto señalándose a sí mismo y riendo con ironía.

-Si, demasiado-contestó la rubia y sonrio.

-Que grosera, muchos de los que se han fijado en mi me han comparado con la experiencia de contemplar el resplandor del sol.

-Si se refieren por la jaqueca que les da, estoy de acuerdo con ellos-contestó victoriosa Agatha, el rubio le mando una mirada asesina

-Theo me ama- se defendió el rubio.

-No te soporta.

-Blaise me quiere.

-Pero muerto- río la rubia.

Tomo al búho color negro de su hermano y le ató la carta, le susurró el destino y está salió volando perdiéndose a la distancia entre la oscuridad.

HP| Cambio de Casa¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora