CAPITULO 22

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Rose adoptó los mismos rasgos de su hermano. -Tienes una orden de restricción.

-A sus empresas , te corrijo. Estamos en un mall que para tu información es público.

La mujer se detuvo en mi. Creo que analizó cada detalle de mi como si fuera un producto y ella una máquina escaneadora.

-Disculpe mi mala educación o la mala educación de Rose, soy Kiara Mcgray. Supongo que me ha visto en las revistas.

Le sonreí con el mismo nivel de cinismo. -Supongo que usted también me conoce.

La mujer vestía de blanco,  no había un cabello suyo fuera de lugar. Sus gestos eran de personas arrogantes y que serían capaces de matar por lograr su objetivo.

-Claro que te recuerdo... me sorprende que mi cuñada Rose, la perfecta, ande con personas que han estado ligadas a tan feos problemas. Sin ofender claro.

Rose respiró profundo. -Hasta yo estoy sorprendida de el cambio que he dado porque en mis tiempos, ya te hubiese dejado sin una extensión.

La mujer dio un paso atrás y volvió a atacarme. -Me han dicho que eres la nueva niñera que mi ex tiene. Me equivoco?

Le sonreí. -Claro que te equivocas, me ves estilo de niñera? Estoy muy feliz siendo la madre de la hija de Aldo. La Niña es maravillosa.

Rose sonrió al ver la cara de desprecio que puso la mujer y vi que se relajó un poco.

La mujer decidió mirarnos con desprecio antes de marcharse y agregar aquello que nunca esperé escuchar.

-Me alegro de tu felicidad pobretona, sin embargo... Levantó su mentón y orgullosa se miró las uñas. -Crees que Aldo te ama de verdad? Aldo es peor que su propio hermano...

Rose tomó la mano de la mujer y la apretó tan fuerte que pudo habérsela roto. -No te permito que digas una palabra más! No te metas con mi hermano!

El guardaespaldas de la mujer se interpuso entre las dos y la mujer acarició el moretón que ahora había en su muñeca.

-Te odio enana! Le gritó a Rose y luego me señaló mostrando rabia. -Tú nunca serás feliz y sabes por qué? Fui yo quien dejó a tu Aldito y me acosté con su hermano porque el sí es un hombre! No es estéril como tu millonario. Ahora tengo un hombre con el que puedo dormir todas las noches y se que no está en la cama de cualquiera como es costumbre del Magnate de Las Vegas! Y lo mejor de todo... -Señaló su plano abdomen. -Que en cualquier momento me convertiré en madre, con hijos de mi sangre y no andar adoptando mugrosos.

No me había dando cuenta que Ally estaba abrazando mis pies y a la vez acariciando mi mano.

Saqué valor y le sonreí. -No me cabe duda la razón por la que Aldo buscaba mujeres en otros lugares, estás tan vacía que dudo que un hijo te llene.

Me di la vuelta y cargué a la pequeña.

No sé cómo llegamos tan rápido al vehículo pero era testigo de que mi cuñada temblaba y que uno de sus guardaespaldas decidió manejar.

Besé la cabecita de Ally y evité las lágrimas. No dije una sola palabra hasta llegar a la casa.

Bañé a la pequeña y le di de cenar. 

Le leí su cuento pero ella sabía que me estaba pasando algo. Acarició mi mejilla. -Por qué estás triste? Papi te ha peleado por mi culpa? Ya no quieres ser mi mamita?

Intenté recomponerme. -No pienses eso mi amor, estoy muy feliz de que seas mi pequeña. Lo que pasa es que extraño mucho a mi padre.

Ella sonrió. -Pensaba que esa mujer te había hecho algo. Ella es muy mala, verdad?

¿CULPABLE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora