CAPITULO 23

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Me senté al lado de ellos y tomé las manos de mi hombre. Ahora no importaban nuestros problemas, algo había pasado y era grave.

-Qué pasó? Le pregunté sin dejar sus ojos.

Negó como si ni el pudiese explicar aquello. -Fue a llevar a los niños al colegio y llamó a mi cuñado a decirle que iría al doctor porque se sentía débil y entonces nos llamaron para decirnos que su guardaespaldas Bryan está hospitalizado y que ella había sufrido un accidente. Su carro está desbaratado.

Aldo respiró profundo. -Jim está investigando el caso y las cámaras, todo indica que alguien les empujó el vehículo hasta dejarlos estrellados.

El esposo de Rose daba vueltas desesperado y sus hombres les bloqueaban el Paso a los periodistas.

Aldo tomó mi mano y con sus labios temblorosos me pidió que lo mirara. -No quiero que le pase nada a mi hermana, Rose es mi ejemplo, mi hermana madre.

Sus manos temblaban y angustiada acomodé su cabeza en mi hombro. -Yo se mi amor, ella está bien, sabes lo fuerte que es.

Se quedó allí y besé su cabello.

Era la primera vez que lo veía en ese estado. Cualquiera pensaría que era otra persona. Estaba desesperado. -Te juro que si no estuvieras aquí ahora mismo, ya estaría loco.

-Nunca te dejaré solo Aldo. El amor aguanta muchas cosas mi vida... pero sin honestidad se va debilitando.



Tomé su carita entre mis manos y me maldecía por haberla hecho llorar. Yo había jurado que en mis brazos ella nunca sufriría y mira cómo me porto!

-No quiero que lo nuestro se debilite mi amor...

Iba a continuar hablado y el doctor se acercó a nosotros.

-Cómo está mi esposa? Preguntó mi cuñado desesperado.

-Tiene una fractura en una pierna y un brazo. Varias lesiones leves pero gracias a Dios el feto de 7 semanas está en perfectas condiciones.

Abracé a mi cuñado. -Te dije que todo estaría bien. Se lo tenían bien calladito eh! Muchas felicidades!

El negó también sorprendido. -Rose no sabía que estaba embarazada, yo menos.

Mi pequeña se acercó con la sonrisa de oreja a oreja.

-Ella me había comentado que tenía dos tallas más y que estaba débil pero tampoco se imaginaba esta bella noticia.

Nos dejaron verla y tenía varias curas en blanco en su cara y dos de sus pequeñas extremidades enyesadas. 

Irrael decidió amanecer con mi hermana y yo me fui a la casa. Ally estaba dormida junto a mis dos sobrinos.

Virginia no dijo una sola palabra en todo el trayecto y yo no quería interferir en su tranquilidad. Sin embargo, yo sabía que estaba feliz por la bendición que mi hermana tenía en su vientre pero por otro lado, al igual que yo, ella sentía dolor.

La esperé en las escaleras pero se quedó un buen rato con los niños.

Me duché y recibí esa llamada que me tenía intrigado. -Noticias?

Jim asintió. -Jefe, tenemos al responsable.

Pensé en ponerme la ropa e irme de inmediato a resolver la situación pero la vi entrar. No había ninguna rastro de alegría en su rostro.

-Jim, ten todo listo para mañana. El tendrá que pagar lo que le hizo a mi hermana.

Estaba seguro que Dorian estaba detrás de eso y por primera vez sentía un poco de temor, el nunca se ha metido con Rose.

¿CULPABLE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora