Capítulo 24

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Me cambié enseguida y regresé al salón de estar. Estaba allí viendo las fotos que habíamos puesto en las vitrinas. Sin notar mi presencia tomó una en la que estábamos en el Caribe y apretó su puño.

No tenía porqué ser cortés con una mujer que le había hecho tanto daño a mi hombre. -Disculpe mi forma de recibirla esta mañana.

Ella me miró con rechazo y respiró muy hondo. -Tantos comentarios sobre tu persona y desde el principio supe que eras una cualquiera atrapa fortunas.

Le sonreí. Estaba aprendiendo de Rose. -Eso cree?

Mi celular sonó. -Amor mío..

-Aldo, tienes visita en la casa. Le interrumpí.

El dijo un San Antonio.-Mi madre? Le dije que me esperara en el parqueo.

-Al parecer ella no quiso esperar y aquí me está dando unos muy buenos elogios.

-Me sorprende tu actitud mi amor. No te dejes intimidar. Sácale tu lado perverso. Te veo en 10 minutos.

Se acercó a mi y rio con altanería. -Estás muy diferente a la mujer de las noticias. Ropa costosa, casa millonaria y vehículo del año. Eso buscabas verdad? Tanto drama para tener un lugar en la élite. Acusando a mi hijo mayor y luego a mi hijito. Pero como viste que la fortuna está en el inútil de Aldo decidiste sacarlo de prisión y entonces culpar a mi hijo menor. Buena estrategia. Ni yo en mis tiempos.

Le mostré mi más serena sonrisa. -Me parece maravilloso sus comentarios hacia su nuera y hasta su propio hijo. Me acerqué más a ella y proseguí. -Para su información, sacar a mi amor de la cárcel fue mi mayor bendición...

-Es fácil decirlo después que lo encierras por casi 5 meses...

-Me parece maravillosa vuelvo y repito, su repentina preocupación, creo que él mismo me contó que no recibió ni una sola visita suya allí.

Su rostro enrojeció y comenzó con su serie de elogios. -Eres una puta adicta al crack! Si siguen culpando a mi hijo Dorian de todas las cosas que les llegan a la cabeza... juro que te voy a sacar los ojos y fácilmente te desaparezco de esta tierra.

Sentí escalofríos al ver tanto odio. Los pasitos apresurados de mi hija me indicaron que ya estaba en casa.

Corrió hacia mi y se escondió detrás de mi. -Hola mamita.

Le di un sonoro beso en la frente. -Hola amor mío. Saluda a tu abuela.

Ella se acercó temerosa y le tendió la mano a la mujer. La misma la ignoró y continuó con sus insultos. -Te lo estoy advirtiendo...

Mi celular sonó y era un mensaje de Rose.
-No te desesperes, voy en camino.

Levanté a Ally y la dejé en su habitación. Me miró preocupada. -Ella dijo que te iba a desaparecer... Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Ssh! Nada de lágrimas. Papi viene en camino y hará que se vaya cuanto antes.

Sonrió y la dejé con su tetera.

Cuando regresé no estaba allí y escuché sus pisadas en el segundo piso.

Subí de inmediato y estaba en nuestra habitación. Había sacado toda mi ropa del closet y la tiraba al piso.

-Por Dios! Qué está haciendo? Ally puede estar escuchando todo! Lo que busca es que su nieta le tengo miedo?

-Mi nieta? Mis únicos nietos son los hijos de Rose! Te quiero fuera de la casa de mi hijo ahora mismo!

La mujer había enloquecido.

-Nina què está pasando ahí arriba? Rose se escuchaba en el primer piso desesperada. No podía subir por el yeso. -Mamá déjala en paz o soy capaz de llamar a mi esposo y meterte a la carcel.

¿CULPABLE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora