El niño miró la foto entre sus manos. La foto era vieja, estaba arrugada y un poco rota. Pero a el no le importa, solo le importaba lo que estaba en la foto. Era su madrina, la mujer a la que el admiraba, a la que quería aunque no conocía. Sonreía viendo la foto, el se veía tan feliz con su madrina.
—Draco— llamaron a la puerta, era la voz de su madre que lo llamaba— Está por llegar, baja ya.
El asintió, aunque su madre no podía verlo, guardando la foto y saliendo del cuarto, para luego bajar las escaleras, donde lo esperaban sus padres. Aún no había señal de la invitada que esperaban. El rubio se sentía nervioso, jamás había esperado conocer a la chica que era hija de la mujer que el admiraba en secreto. Nadie sabía que el, Draco Malfoy, admiraba a una desertora, pero lo hacía por eso, porque su madrina se había animado a dejar el pensamiento de sus padres atrás, haciendo lo que a ella le gustaba, incluso teniendo una relación con un traidor de sangre. Era algo que nadie sabía más que su madre, que siempre le contaba las aventuras de su madrina, desobedeciendo las órdenes de Lucius Malfoy.
En medio del silencio un elfo doméstico abrió la puerta, entrando adelante de dos personas, los dos invitados que esperaban. A Draco casi se le caer la mandíbula al ver a la chica.
—Señores Malfoy— el elfo hizo una pequeña reverencia, tratando con máximo respeto a los dueños de la casa— Ya llegaron el señor Snape y la señorita Afrodita Black.
—Sí, ya los vimos— respondió Malfoy, haciendo un lado al sirviente, para ver con atención a la azabache—.
—Oh, ¡Afrodita!— chilló la mujer rubia, acercándose y abrazando a su sobrina— Me alegra tanto que estés aquí.
—A mi también me alegra, tía Cissy— le sonrió, respondiendo al saludo de la mujer—.
—Te presento a mi marido, Lucius Malfoy— presentó, la chica le tendió la mano, siendo bien recibida por el hombre rubio—.
—Lucius, ¿es posible que hablemos a solas?— preguntó Snape, interrumpiendo la presentación de Narcissa— Disculpa, Cissy, pero es algo de suma importancia.
La mujer asintió, resignada, mientras ambos hombres se dirigían escaleras arriba, al despacho de uno de ellos.
—Bueno, Afro, te presento a mi hijo, Draco— presentó, la chica por primera vez se fijó en el, soltando un suspiro—.
—¡Tú!— lo acusó con el dedo, con el entrecejo fruncido— Yo te conozco, fuiste el infeliz que trató de atacarme por la espalda.
El rubio hizo una mueca de ofendido, acercándose peligrosamente a ella. Narcissa miraba a ambos sin entender nada.
—¡Tú me lanzaste al lago!— la acusó—.
—Nos estabas molestando a Potter y a mi— se encogió de hombros, como si fuera razón suficiente—.
—No es justificación para que me lances al lago, aparte, el problema era con Potter, no contigo.
—Pero Harry Potter es casi como mi primo— explicó, encogiéndose de hombros—.
—Y yo también sería tu primo, tu madre fue mi madrina y eres Black, igual que mamá— soltó, cortante—.
La azabache se quedó pensando, mirando al rubio, para después sonreírle amigablemente.
— Tienes razón, también eres mi primo— asintió, logrando la confusión del rubio Malfoy— Así que te pido disculpas por lanzarte al lago, no lo hubiera hecho si sabía que eras mi primo.
El rubio le devolvió la sonrisa, tendiendole la mano.
—Un gusto conocerte, Afrodita.
—Igualmente, Draco.
La mujer, que hasta el momento no había dicho nada, sonrió orgullosa de que ambos niños se llevaran bien.
—Ahora que ya se aclaró todo— dijo Narcissa— ¿Gustas que tomemos una vianda hasta que Severus y Lucius se desocupen?
La azabache, asintió, para luego seguir a la mujer y al rubios hacia el sofá, sentándose ahí.
—¡Silly!— gritó la mujer, para que luego de un microsegundos apareciera otro elfo doméstico en la sala, dando una reverencia a la mujer— Tráeme tres té, un porción de pastel de chocolate, uno de frutilla y otro de calabaza.
La criatura asintió, desapareciendo del lugar.
—Veo que no olvidaste que prefiero el chocolate— sonrió la azabache—.
—Jamás lo haría— le sonrió— ¿Qué tal tu estancia en Inglaterra?
—Todo tranquilo, estuve acompañando a Fleur a buscar un departamento donde quedarse, no había sido tan fácil como suena— rió levemente— También pude conocer a mi padre, lo cuál significó conocer más sobre mamá.
Draco sonrió levemente, sabía que todos creían que Sirius Black y su hija no se llevaban bien, habían montado toda una historia del por qué ella se había ido a Francia. Pero Narcissa se había encargado de contarle la verdad a Draco, así le alegraba saber que la chica había podido tener contacto con su padre. Antes de que pudieran seguir hablando apareció el elfo, sosteniendo todo lo que le habían pedido, depositandolo en la mesa ratonera que estaba frente al sillón, para luego desparecer sin decir nada.
—Creo que tengo arriba unas fotos de Anna que te gustarán— dijo la mujer, mientras comía el pastel de calabaza— Aunque son de Draco, si el gusta te las dará.
—Oh, creo que podemos llegar a un trato— sonrió el chico— Yo tengo fotos de tía Anna cuando era niña y tú debes tener cuando era adolescente.
Ella sonrió, asintiendo.
—Entonces podemos compartir fotos— observó el chico—.
Afrodita le regaló una sonrisa, para luego sacar una cámara de su bolso, era una cámara muggle. Draco miró el objeto con asco, mientras que Narcissa solo hizo una mueca extraña.
—¿Qué haces con eso?— preguntó el chico, como si la cámara fuera algo prohibido— ¡Es un objeto muggle!
—Tía Cissy, ¿puede ser que esto haya sido de mi madre?— preguntó, ignorando la pregunta de Draco, que ahora miraba con fascinación la cámara—.
—Sí, Remus Lupin se lo regaló a los 18, creo que era su objeto favorito, la mayoría de las fotos que hay de tu madre provienen de ahí.— sonrió con melancolía—.
—Tío Remus me lo dio, dijo que era muy importante y papá me dijo que era de mi madre— explicó— Solo quería corroborarlo.
—Esconde la cámara antes que vuelvan Severus y Lucius— aconsejó— Debes adaptarte a la mentira.
Ella asintió, guardando el objeto. Draco miraba a Afrodita pensando que, después de todo, ella no era tan desagradable como había pensado cuando lo lanzó al lago. Hasta creía que podían tener una vínculo de amistad.
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Actualizo hoy porque el 4 de Noviembre es el cumpleaños de Afrodita 🎉🎊
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Los secretos de una Black
FanfictionUna vida de secretos en Francia. Una familia de rubios que te tratan como una hija. La curiosidad. El pasado. El futuro. La herencia que pesa. La vida. La muerte. Segunda parte de "Ella es igual a mi".