La primera prueba había terminado. Fleur había concretado casi perfectamente la prueba, por lo cual Afrodita estaba orgullosa, su prima había podido realizar el encantamiento, durmiendo al dragón, pero éste había soltado un ronquido, soltando un poco de fuego que quemó su falda, rápidamente lo apagó, pero eso le sacó un poco de puntos.
La azabache abrazó a su prima, felicitandola, no pudo estar mucho tiempo con ella, pues las demás francesas querían saludar y felicitar a si compañera. La niña de ojos grises se alejó, caminando para saludar a Harry, ya había saludado a Viktor, ahora solo le faltaba uno de los campeones de Hogwarts.
-¡Harry!- llamó al verlo junto a Hermione y al hermano menor de los gemelos-.
-Afro- le sonrió el campeón.
-Felicidades, Potter- la chica abrazó a el chico de ojos verdes, ante la mirada curiosa de sus amigos- Muy buena estrategia, Harry. Te felicito, pequeño pero poderoso.
Ella se separó, escuchando como el reía.
-Gracias, Afro. Fleur también estuvo muy bien- asintió el chico, para escuchar un tos de su amigo pelirrojo- Ah, tres presento a Ron, mi mejor amigo...
-Sí, los gemelos nos presentaron el otro día- le sonrió al chico- Hola, Ron. Hola, Hermione.
Ambos le sonrieron, saludándola.
-Potter, debo irme, quiero ver si me dejarán ver a algún dragón, nos vemos- saludó, caminando lejos de ellos, dejándolos solos-.
-Demasiado guapa- opinó Ron, ganándose una mala mirada de Hermione-.
-Y seguramente demasiado hueca, como todas las francesas que hay aquí.- murmuró la castaña, rodando los ojos-.
-Todo lo contrario- rió Harry- Creo que hasta podrían llevarse bien, sabe demasiado y lee demasiado. Aunque le gusta el quidditch.
-Vaya...- sonrió el pelirrojo del grupo- Es una lástima que Fred y George la hayan apartado.
-¿Apartado?- preguntaron Harry y Hermione al mismo tiempo, confundidos.
-Verán, cuando pasaba tiempo con los gemelos, ellos hablaban de una chica. Y bueno, después me enteré que hablaban de Afrodita. Creo que a uno de los dos le gusta...- se encogió de hombros- Pero quién sabe, Fred y George siempre hacen lo mismo, aparte de las bromas las chicas son su segundo pasatiempo. Aunque mayormente no se lo toman enserio.
-Ahora que lo mencionas- reflexionó Hermione- Las chicas siempre están hablando sobre los gemelos y que son extremadamente divertidos y guapos. También he escuchado que varias salieron con ellos y créanme, no tuvieron las mejores experiencias.
-Nunca lo había imaginado- murmuró Harry-.
-Siempre han sido así..- explicó Ron- En casa Charlie también era así, un "rompecorazones", Bill es más tranquilo.
-¿Hablan de mi?- sonrió Charlie, apareciendo de la nada- Felicidades, Harry.
.-.-.-.-.-.
Afrodita corrió hacia donde estaban los dragones, encontrándose con unos cuidadores luchando para poder mantenerlos tranquilos.
-¡Hanks!- gritó, cuando vio a un viejo amigo-.
Hanks, que era un azabache de aspecto rudo, con brazos fuertes y ojos negros, se dio vuelta, viendo a la chica. Le sonrió, acercándose.
-Francesa...- la saludó, viéndola de arriba a abajo- Realmente debo decir que estás más buena que antes.
Ella rió, empujándo su hombro.
-Imbécil- sonrió- ¿Qué tal los dragones? Son hermosos.
-Están un poco intranquilos, ya sabes, el que les hayan "quitado" uno de sus huevos los ponen de mal humor.
-Entiendo... ¿puedo acercarme?- preguntó, viendo al dragón con el que se había enfrentado Cédric Diggory, un bola de fuego chino-.
-Bien, pero trata que no te dañen, por favor.- ella asintió, acercándose, varios cuidadores se percataron de ellos y quisieron detenerlos, pero Hanks no se los permitió- Por favor, observen a la que nos quitará nuestro trabajo dentro de unos años.
Afrodita se acercó, mientras murmuraba la canción que le había enseñado a Fleur para poder controlar al dragón. Sonrió, moviendo sus manos. Ante la mirada atónita de todos los cuidadores, el bola de fuego chino se inclinó, dejando que la azabache lo tocará. Estaba totalmente dócil con la chica y eso sorprendió a todos.
-Af, si puedes dejala dormida, así tenemos menos trabajo- pidió el chico, sonriendo ante la expresión de sus compañeros, ella solo asintió.
Después de un rato, el dragón se durmió, la chica se alejó, acercándose más a su viejo amigo.
-Debo irme, tengo que mandarle una carta a mi tía- le sonrió a Hanks- Estará preocupada por la prueba...
-Está bien, nos vemos... Mándame cartas, por favor... ah, y saludos a Fleur y Gabrielle- pidió, saludando a la chica con un beso, mirando como se alejaba.
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Los secretos de una Black
Fiksi PenggemarUna vida de secretos en Francia. Una familia de rubios que te tratan como una hija. La curiosidad. El pasado. El futuro. La herencia que pesa. La vida. La muerte. Segunda parte de "Ella es igual a mi".