Fred y George caminaron hacia sus lugares de siempre, en el fondo del aula. Snape les clavaba la vista en la espalda, como si esperara que de la nada saltaran y comenzaran a hacer bromas a toda la clase. Ambos se sonrieron, no era una mala idea.
-Ahora que los señores Weasley se dignaron a sentarse, podemos comenzar con nuestra clase- sentenció, pero en ese momento se abrió la puerta y por ella apareció un rubio de ojos celestes que sonrió levemente- Otro que decidió honrarnos con su presencia. Entre y siéntese, Pucey.
El rubio asintió y se sentó adelante, junto con Afrodita, logrando que Fred levantara una ceja, curioso ante eso.
-Bien, ¿alguien que no sea un total inepto y me pueda decir qué es esto?- preguntó, señalando un frasco que contenía un líquido azul-.
Todos estaban en silencio, un mano se levantó en el aire, Afrodita la había levantado. Fred sonrió, era obvio que ella sabía la respuesta.
-Al ver que es mi única opción... Señorita Black, ¿qué es esto?
-Es una poción agudizadora de ingenio- señaló, sonriendo levemente-.
-¿Podría hacer el favor de explicarle a sus compañeros para qué sirve?
-Sus efectos hacen que una persona piense con más claridad.
-Algo que muchos necesitan.- sonrió el hombre perversamente- Las instrucciones están en el pizarrón, espero que sepan leer y lo hagan bien.
La clase comenzó a sacar los ingredientes, para luego iniciar a trabajar en la poción Fred no se podía concentrar, miraba a su novia todo el tiempo, que ahora hablaba y reía con el cazador rubio de Slytherin, mientras ambos preparaban sus pociones. George le dio un codazo para que su hermano se diera cuenta que estaba echando demasiados ingredientes que no iban en la poción.
-Hey, fíjate lo que haces- le dijo George, pero él luego se volvió para comenzar bromear con Lee-.
Fred bufó cuando vio que Afrodita se inclinaba para ver el caldero de Pucey.
-Deja de mirar tanto, te saldrán los ojos- le sonrió su hermano gemelo, logrando que gruñera- ¿Dónde quedó el "confío en ella"?
-Se fue al demonio en el momento que ella le sonrió- rodó sus ojos, al tiempo que Snape se volvía a poner en el centro de la clase-.
-Dejen muestras de sus pociones en mi escritorio, en la próxima clase les daré evaluado- sentenció, para que luego varios alumnos le dejaran ahí la muestra-.
El pelirrojo miró su pócima, era de un color rojo brillante, nada parecido al azul que vio que llevaba su novia o el celeste de su hermano.
-Veo que el celositis te hizo mal.- se burló su hermano, tomando un poco de su poción y poniéndola en un pequeño frasco, su gemelo hizo lo mismo-.
Ambos pelirrojos se levantaron, dejando sus muestras en la mesa de Snape, que los miró de mala manera, para que después ambos salieran del salón. A lo lejos vieron que Black y Pucey estaban hablando animadamente.
Fred caminaba furioso, junto con su gemelo que lo miraba divertido y Lee, que parecía no entender nada.
.-.-.-.-.-.
Afrodita caminó hacia la casa de los gritos, dónde al entrar vio al pelirrojo acostado en la cama, jugando con un pedazo de papel.
-Hola- le sonrió, sentándose en la cama-.
-Hola- saludó haciendo una mueca y viendo a la chica- ¿Qué tienes con Pucey?
La azabache levantó una ceja, viendo al chico con curiosidad, luego sonrió, acostándose junto a el.
-Es un amigo solamente- se encogió de hombros, al tiempo que el pelirrojo se ponía de lado, viendo el perfil de su novia-.
-Con un amigo no reirías tanto- bufó, cruzando sus brazos-.
-Me suelo reír más con mis amigos- sonrió- Déjalo en paz, es solo un amigo de clase y es mi compañero en el equipo de quidditch de Slytherin.
-Oh, entiendo- dijo, para luego sonreír de una forma malvada, se la había ocurrido producirle un pequeño accidente golpeándolo con una bludger-
-¿No te habrás puesto celoso? ¿o sí?- preguntó la chica, soñando una risa-.
-Claro que no, es solo un rubio slytherin que se sentó contigo, te hizo reír y estuvo ahí sin que nadie le dijera nada, cosa que yo no puedo hacer.- murmuró, bufando, a lo que ella rió, acercándose a el-.
-¿Pero quién está aquí conmigo ahora?- le sonrió, para que el la abrazara, haciendo que apoyara su cabeza en el pecho de él- Tranquilo, Weasley, no me gusta nadie más. Soy muy exigente con mis gustos.
El rió, dándole un beso en la coronilla.
-¿Yo aprobé todas tus exigencias?
-Con sobresaliente... Ah, ¿puedo decirte algo?- preguntó, al tiempo que se movía, viendo al chico-.
-Dime, Black.
-Me gusta verte celoso- le sonrió, logrando que el riera y le diera un beso-.
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Los secretos de una Black
Fiksi PenggemarUna vida de secretos en Francia. Una familia de rubios que te tratan como una hija. La curiosidad. El pasado. El futuro. La herencia que pesa. La vida. La muerte. Segunda parte de "Ella es igual a mi".