Afrodita acarició el cabello de Fred, mientras el estaba acostado, apoyando su cabeza en el regazo de la chica. Ambos estaban en la sala de los menesteres, habían discutido un rato por lo sucedido en el partido, hasta que ambos hicieron las pases y terminaron como estaban ahora.
—Tranquilo, Fred— le susurró, sin dejar de acariciar su cabello—.
—No puedo estar tranquilo, Afrodita, ¡por tu primo quedamos afuera del equipo de quidditch!— el bufó, levantándose y viéndola— Lo lamento, pero ahora lo odio, el quidditch era una de las pocas cosas que nos motivaba a volver éste año. Y hablar así de mis padres...
—Sé que Draco es una idiota, no es necesario que me lo digas— soltó un suspiro— Y yo también lo habría golpeado. Pero debes esté tranquilo, enojarte no hará que no haya sucedido.
El asintió, volviendo a su posición anterior, para que la azabache le acariciara el cabello.
—¿Crees que me trataría mejor si supera que somos novios? Parece que te adora— murmuró quedamente el chico, logrando que sonriera—.
—No lo sé, tal vez sí, o tal solo te moleste más.— se encogió de hombros— Tal vez me adora porque soy la única que lo aguanta las 24 hs sin estrangularlo o lanzarle un Avada.
El pelirrojo rió, negando.
—Creo que es hora que vaya a mi sala común— soltó un suspiro, levantándose, le dio un pequeño beso a su novia y se levantó de la cama— Con George vamos a hacer unos experimentos más.
—Sí, yo debo hacer tarea de Transformaciones.— asintió, también levantándose— Salúdame a George y dile que lo lamento. Ah, y que fue muy buena la bludger que me lanzó en el partido, no lo vi venir.
El gemelo sonrió, dándole otro beso y tomando su mochila, para luego salir de ahí, dejando a la azabache sola, pensando.
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El rubio miraba intensamente el fuego, perdido en sus pensamientos, mientras sus amigos charlaban animadamente de quidditch. Se dio vuelta cuando escuchó que alguien entraba, viendo a su prima. Afrodita le devolvió la mirada y señaló arriba, el entendió a lo que se refería, Draco solo se levantó, siguiendo a su prima escaleras arriba.
—¿Sigues enojada?— preguntó el chico, luego de que entraron a su cuarto—.
—No estoy enojada, estoy decepcionada— afirmó, sentándose en la cama de su primo— Lo que hiciste fue muy bajo.
—Pero, Afro, ¡echaron a los Weasley y a Potter del equipo!— dijo, como si fuera un hecho asombroso—.
—No veo nada de glorioso en eso— se encogió de hombros la chica— Me parece una tontería, algo que no era necesario. ¿Acaso crees que si Harry Potter sale serás mejor buscador? No, Draco, tu no atrapaste la snitch por estar burlandote de Ron Weasley. No pudiste asumir las consecuencias e hiciste lo que hiciste.
—Hablas como si te agradaran— bufó, cruzándose de brazos, viendo a su prima con reproche—.
La azabache soltó un suspiro, dejándose caer en el cama.
—¿Te puedo decir algo y prometes no enloquecer?
—Claro— sonrió, apoyándose en la pared de la habitación—.
—Tengo novio.
—Ya sabía, ese francés...
—No— le interrumpió, sin querer moverse para no ver su cara— Es solo una fachada que digo para que no me pregunten quién es...
—Entonces, ¿quién es?— preguntó, curioso—.
—No te va a gustar. Es de Gryffindor— murmuró, viendo como la cara de su primo iba tornándose más oscura, tragó saliva antes de decir lo siguiente:— Fred Weasley es mi novio.
Tal vez Afrodita había exagerado pensando que Draco se iba a enojar e iba a comenzar a maldecir y romper cosas. Realmente el rubio se quedó quieto, viendo a la azabache en estado de shock, parpadeó unas cuantas veces para luego comenzar a reír.
—¡Es muy buena broma, Af!— dijo, entre risas— Casi me la creí.
—No es broma, Draco.— murmuró, viendo el techo de la habitación— Fred es mi novio, te lo podría decir bajo los efectos del veritaserum.
—¡ES UN WEASLEY, AFRODITA!— gritaba el rubio, tomándose la cabeza— NO PUEDES SALIR CON EL, SON POBRES Y TRAIDORES DE SANGRE. SON LA PEOR ESCORIA EN ÉSTE MUNDO.
Afrodita suspiró, levandose de la cama para pararse frente a el rubio que ahora la miraba furioso.
—Lo lamento, no podía seguir ocultandolo. Es algo importante para mí, el es importante para mí. Espero que entiendas porque me enojé tanto, te burlaste de la familia de mi novio. Más allá de su situación económica y sus ideales, son buenas personas y me acogieron cuando lo necesité.— agregó, al ver que el chico iba a decir algo más— Espero que entiendas que uno no elige de quién enamorarse, Draco, solo sucede. Y también espero que lo puedas mantener en secreto. Confío en ti.
La joven tomó su bolso, que había quedado en la cama, saliendo de ahí, dejando al rubio de quince años solo, pensando.
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Los secretos de una Black
FanficUna vida de secretos en Francia. Una familia de rubios que te tratan como una hija. La curiosidad. El pasado. El futuro. La herencia que pesa. La vida. La muerte. Segunda parte de "Ella es igual a mi".