#4- Viaje de rubias.

2.5K 221 28
                                    

Apolline miraba a su sobrina, suspirando. Había sido muy larga la lista de recomendaciones que le había dado, esperaba que recordara todas. O, por lo menos, la mayoría. Afrodita Delacour era como un remolino, dejaba destrozos a donde fuera. Igual que Anna.

—Afro, recuerda, nada de bromas o escaparte...— le pidió, mientras la azabache rió, su tía sabía que no servía de nada ésa advertencia—.

—Sabes que no haré caso a nada de eso— la rubia rodó los ojos, mientras ayudaba a su sobrina con su valija— Pero quiero saber algo, ¿en qué año se graduó mi mamá de Hogwarts? Así sea más fácil poder encontré información de ella.

Apolline se paró, haciendo cálculos en su cabeza, hasta que logró recordar el año.

—El mismo año que naciste, Afro— la joven levantó una ceja, sorprendida— Tu madre te tuvo a los 18, no era exactamente el mejor ejemplo. Una gran persona y muy buena amiga, pero una rompedora de leyes nata y bromista. Algo que tienen en común.

Ella rió, asintiendo.

—Lo llevo en la sangre, no puedes detenerme— se encogió de hombros Afrodita—.

—Señoritas— gritó Madame Máxime, apareciendo de la nada— Dentro de 5 minutos comenzamos a abordar, para ya tomar vuelo a Inglaterra.

—¿Dónde está Fleur?— preguntó Apolline, buscando a su hija—.

—Está terminando con el chico con el que "sale"— Afrodita rió entre dientes— Dijo que por ahí encontraría chicos guapos en Inglaterra. Algo muy de ella.

La mujer asintió, para luego ver como su hija aparecía a un costado. Con su bolso azul, que combina a la perfección con el uniforme. Sonrió a ambas mujeres cuando llegó junto a ellas.

—Listo, Monter entendió todo a la perfección— rió, mientras su prima rodaba los ojos—.

—¡A la carroza que nos vamos!— gritó ahora la directora, mientras los demás alumnos comenzaban a subir al transporte—.

—Adiós, mis niñas...— abrazó a ambas, despidiéndose— Afrodita, cuida a Fleur. Fleur, no dejes que Afrodita haga muchos desastres.

Ambas rieron.

—Mandale saludos al tío y a Gabs— pidió Afrodita, para tomar su maleta y subir a la carroza—.

—Suerte, amor y ojalá te elijan. Mantenme informada, te quiero y no vas a buscar novios, ¿entendido?— Fleur rió, asintiendo— Ve, sube que te dejan. Y en serio, cuida a Afrodita, tal vez encuentre cosas que no esperaba allá.

—Claro, mamá. Es mi prima, estaré para lo que me necesite— asintió, tomando su bolso y caminando a la carroza, para subirse—.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

—Fleur, por favor, no me dejes— pidió Afrodita, haciendo que la nombrada riera.

—Tranquila, tampoco es tan malo— su prima la miró, ofendida—.

—¡El 90% de las que están aquí me odian!— susurró, casi gritando, para que la rubia la escuchara—.

—Recuerda que estamos yendo a Inglaterra, tu sueño— vio como ella sonrió— ¿Estás contenta?

—Claro que sí, joder. Iré al colegio donde fueron mis padres. ¡Podría saber quién es mi padre!

—Lo sé y te emociona...— sonrió— Pero trata de no estar sin psicótica. Para parecer normal.

—Y tú no parezcas demasiado rubia— la chica se hizo la ofendida.

—Estás en una carroza con, por lo menos, 10 rubias. ¿Realmente quieres pelear sobre eso?

—Uy, tienes razón. Saldré en desventaja, a ver si me tiran por una ventana— ambas rieron, mientras la azabache sacaba una foto— Mira, Eur, es la foto que tengo de mis padres. Creo poder sacar alguna información de eso... es lo más sólido que tengo, junto al nombre de mi madre.

—Encontrarás algo, Af. Tranquila. Aparte, tal vez encuentres cosas increíbles allá, no solo respuestas... tal vez un romance.

—No seas ridícula, Fleur. Yo con el amor terminé.— rodó los ojos, guardando la foto—.

—¿Todo por el rumano ése?— bufó cruzándose de brazos— Debes superarlo.

—El no tiene nada que ver. Simplemente no es lo mío.— miró para otro lugar, tratando de distraerse—.

—Oh, venga. La pasabas bien con el, tuvieron un lindo romance, aunque el fuera mayor. Y realmente estuviste mal cuando terminaron. ¡Hasta quedó prohibido entre nosotras decir su nombre! Se querían mucho, sí, pero la distancia les jugó en contra. Admítelo, te hizo mal que estuvieran tan bien y de la nada decidieran terminar, más que viniera y lo hiciera. Estabas encantada con el, no fue solo "un amor de verano" como los que siempre tienes, éste fue diferente, fue más real, más amor y mucho más largo que los demás.

—Eur, sabes que eso es cierto, no debes querer hacer que lo diga en voz alta. Joder, estaba tan bien con el, la pasábamos tan bien. La edad no fue un problema, solo era un número. Era bueno conmigo, me trataba como ningún chico lo había hecho, no me trataba como una niña, igual que todos, y un bonus, era muy guapo.. ¿Qué hacer contra eso? Yo no pude y caí, pero simplemente no pudo seguir, rubia. Estábamos muy lejos y creímos prudente dejar las cosas asi, para no echar a perder nada.

—Muy maduro de parte de ambos...— le sonrió, abrazándola— Te prometo que volveremos a Rumanía y lo verás. Y, si no te gusta nada en Inglaterra, tu nuevo destino será el.

Afrodita sonrió, devolviéndole el abrazo a su prima. Fleur Delacour era muy amable cuando quería. Más con su familia.

—¿Te contó Viktor algo del mundial de Quidditch?— preguntó, sabiendo que eso distraería a su azabache prima.

—Oh, sí, me contó qué tal el partido, que Irlanda les dio una paliza, pero el pudo atrapar la snitch— rió— Me dijo que después hubo gran lío porque llegaron lo que parecieron mortífagos e invocaron la marca tenebrosa, todo fue muy terrorífico...

Afrodita vio como su prima fruncía el ceño, sin entender muy bien lo que ella decía. Rió levemente, negando.

—Deja, luego te explico.

Los secretos de una BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora