Capitulo 19

21 6 0
                                    

Continúa relato de Hugo

Cuando llegué lo primero que hice fue avisarle a mi padre mi llegada, quién desinteresadamente sólo preguntó:

—¿Valió la pena el viaje?

—Si, era una cuidad muy bonita.

—Ya veo—contestó con la mirada fija en su teléfono—por cierto, ese amigo tuyo Julián ¿ya terminó sus vacaciones?

—No, parece que se va a quedar unos días más.

—Qué tonto, gastándose la herencia de sus padres en viajar por el país, que manera más mala de perder tiempo y dinero, incluso tú, ¿no se suponía que iban a estudiar juntos en Europa?

—Si, pero la escuela empieza en dos meses todavía.

—Ya veo—y regresó a su celular para no hablarme otra vez.

Lo sabía, debía actuar rápido antes de que mi padre se diera cuenta que Julián huyó, si supiera, inmediatamente cortaría los fondos de su tarjeta, ya sé que no la usa, pero en algún momento necesitará de ese dinero. Necesito encontrarlo antes de que sea momento de viajar a Europa, y sobre todo...¿antes de que algo malo le pase a sus padres? Bueno, no estoy seguro de eso, tal vez me estoy volviendo loco solo por tratar tan de cerca a Julián y Brisa. Debo mantener mi razón funcionando, el primer paso es reconstruir la máquina. Se que Julián se llevó el prototipo, pero todos los cálculos y las anotaciones están aquí, no es imposible.

No perdí ni un solo momento y me encerré la siguiente semana en nuestro espacio de trabajo, casi y día y noche hasta que por fin tuve resultados. La nueva máquina incluso se veía mucho más sofisticada que nuestra anterior "caja de zapatos". Pero todo se quedaría en teorías hasta que yo mismo la probase, tenía que hacerlo, ponerme el casco y acostarme en esa camilla. La sensación era extraña, de repente me sentí completamente somnoliento y mi mente comenzó a divagar, tal como ¿un sueño?

Me desperté de improvisto en un cuarto abandonado, los pisos se veían muy gastados y la pintura de la pared incluso se estaba desprendiendo, pero pude reconocer el lugar al ver mi lapicero favorito tirado a mi lado. ¡Vaya!, al no poner una ubicación concreta he aparecido en mi laboratorio, Julián y yo no habíamos pensado en añadir una ubicación dentro de nuestro boceto, solo pensamos en insertar una fecha.

Aún así, me sentí muy desconcertado, ¿por qué en cinco años nuestro espacio de trabajo se encontraría en tan deplorables condiciones?, ¡¿Por qué?! ¡se supone que era nuestro espacio favorito!

Me levanté de ese piso polvoriento y salí a toda prisa hacía la universidad nacional, se supone que ese sería el lugar en el que Julián había planeado estudiar, así que en cinco años ese sería el lugar ideal para encontrarlo, si es que no está en un manicomio o aún escondido en alguna parte del país.

Paré un taxi, pero no tenía dinero, ¡pero que estúpido soy!, no sólo no añadí una ubicación a está realidad, si no que no me programé con dinero. Al darme cuenta de mi error, corrí a toda prisa a la universidad, no podía estar tan lejos a pié,

Con la respiración completamente agitada pude ver un rostro familiar a lo lejos, pero no era Julián, si no, esa chica que se hace llamar Brisa.

—¡Brisa!—grité con todas mis fuerza mientras corría hacía ella—¡Aquí!

La chica muy confundida me vio de pies a cabeza con la boca muy abierta.

—¿Hugo?—su voz parecía apagarse a cada palabra que decía—te ves tan...joven.

—¿Cómo cinco años menor?, tengo mis razones—comencé a reír.

—¿Estás bien?—murmuró mientras me miraba con preocupación.

—¿Por qué no habría de estarlo?

—Mmm...es decir, todo lo que ha pasado últimamente, ha sido bastante duro ¿cierto?

—¿Duro?—no sabía de lo que hablaba Brisa pero siguiendo la corriente le contesté—Bien, digamos que ha sido demasiado duro así que tengo una especie de amnesia—mentí—entonces...¿podrías contarme eso tan difícil de lo que estás hablando?

—Hugo, preferiría no hablar más de eso—miró hacia abajo con los ojos ligeramente llorosos—se que estás pasando por un momento difícil, pero no quiero recordar lo que pasó.

—¡Vamos!, tengo amnesia—le contesté despreocupado—necesito saberlo.

—¡Bien!, ¡empecemos hablando de tu padre en la cárcel!

—¡¿Qué?!, eso no es posible.

—Yo no quería hacerte revivir esos momentos, he visto tus sueños y se que te preocupas por Julián y no le harías daño, pero tu padre parece que no pensaba lo mismo cuando secuestró a sus padres.

—¿Un secuestro?, estás bromeando Brisa.

—¡No bromeo!, ¡Jamás bromearía con algo así! Sobre todo cuando hace unos meses encontraron los cuerpos de sus padres en una de sus propiedades, por eso está en la cárcel y lamento decir esto, pero es lo que merece. Por supuesto que fue una impresión muy grande para ti pero...

—¡No! Tal vez mi padre nunca fue muy cariñoso y es un tanto indiferente, pero él no es un asesino, yo lo se Brisa.

—Hugo, no puedo creer que seas tan incrédulo incluso en momentos como estos.

—¡Ja!, esto no es más que una realidad virtual, tú no existes, ni nada de lo que hay aquí, yo...probablemente cometí un error al construir esta máquina, eso es todo.

—Espera, ¿no me digas que crees que estás dentro de la máquina que construyeron tú y Julián hace cinco años?, ¡Hugo!, deja de negarlo, tienes que seguir adelante, tu mente está creando todo esto, es culpa del shock que te causó lo que hiso tu padre. Esto no es una máquina, ya no hay vuelta atrás, los padres de Julián están muertos...

—Jaja ¿en serio?—me burlé—te voy a mostrar que si puedo dar marcha atrás. Es momento de despertar—exclamé mientras cerraba fuertemente mis ojos e inhalaba por la nariz. Pero al abrirlos...

—¿Hugo?, ¿estás bien?, ¿necesitas ir al médico?

¿Por qué no desperté?, ¿por qué sigo atrapado aquí?, ¡Nada de esto es verdad!, ¡Este es el momento en que debería regresar a mi realidad!

Sueño erranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora