Capitulo 2

356 44 8
                                    

Alison

Cuando llegó la noche subimos a la camioneta para ir al festival que quedaba a una hora de casa. Mientras conducía conversaba con Aylin sobre lo que iba a pasar, era tan difícil elegir para mí que hacer. Estaba a punto de volverme loca, pero esta noche era momento de olvidarme de todos los problemas y relajarme un poco.

Llegamos después de una hora y algo más al festival. Estacioné la camioneta y bajé con Aylin entrando al lugar. Estaba repleto de personas y yo tomaba la mano de Aylin para no perdernos. Nos sentamos en la barra para esperar a Angelo.

—Dos cervezas por favor —dije al bartender. Las esperamos y le entregue la suya a Aylin. —Gracias.

—¿Dónde está Angelo? —preguntó después de darle un trago a su botella.

—Está en camino —guardé el celular en mi bolsillo.

—Bien, retomando lo que veníamos hablando en el camino. ¿Qué piensas hacer?

—No lo sé, aun no lo decido. Es difícil, mucho. —le di un trago a mi cerveza. —Yo... a estas alturas no siento ni oído por ella. No siento nada, no creo que merezca nada de mí. Pero... si mi mamá quiere hablarle y... solucionar las cosas con ella, que lo haga, es su madre después de todo. Pero que no me incluya a mí, no tengo ni la más minima intención de entablar una relación con ella.

—Wow. Me sorprendes.

—Yo también estoy sorprendida de mí. —al mirar hacia mi izquierda Angelo venía hacia nosotras.

—¿Qué pasó chicas? ¿Me esperaban?

—Wow. Que guapo. ¿Viniste a ligar? —preguntó Aylin.

—Algo así jaja.

Le pedí algo ligero, muy bajo en alcohol para que empezara la noche y esque no me gustaba la idea de que bebiera a pesar de que tuviera dieciséis, seguía siendo un niño. Al sentirla música que activó nuestros cuerpos nos pusimos de pie. Angelo me tomó por una mano y Aylin por la otra.

—Estamos tomados de la mano porque: 1. Hay demasiadas personas y nos podemos perder
2. Cada vez que veamos a alguien lindo damos un apretón para que todos volteemos a ver a esa persona. —dijo Angelo y yo asentí en medio de risas al igual que Aylin.

Seguimos caminando entre las personas y empezaron los apretones de manos por parte de Angelo cada vez que veía un grupo de chicos. Les sonreía ampliamente y yo solo negaba viendo a otro lado. Aylin y yo nos apretábamos las manos simultáneamente cuando veíamos chicos atractivos y otros no tantos pero que parecían simpáticos de actitud.
De repente, Angelo empezó a apretar mi mano rápidamente y yo volteé a ver lo que veía.

—Las dejo, nos vemos —dijo soltando mi mano.

—Oye ¡Angelo! No te pierdas —le grité pero el pareció no escucharme y siguió su camino.

Nos quedamos en un lugar cerca de donde él estaba, no lo podía perder de vista. Pedimos más trago que pasaban los meseros y luego de un tiempo varios chicos se nos acercaron. Aylin bailaba con ellos mientras yo vigilaba a Angelo quien se veía muy sonriente con su acompañante.
A veces me pregunto si yo fuera igual de feliz que Aylin, quien es un espíritu libre y no está retenida a absolutamente nada, ni a un pasado, solo vive el presente, y no tiene miedo del futuro. Yo tengo miedo de absolutamente todo.

—Oye linda ¿Quieres bailar? —preguntó un chico moreno, de ojos verdes y alto colocándose frente a mí.

—Si sabes, sí.

—Si sé, vamos —dejé el trago en la mesa y me levanté para bailar con él.

Mientas bailé con él un par de canciones, conversábamos de nosotros y cómo llegamos a ese festival. Él llegó con sus amigos y un par de chicas que también bailaban con otros. Le pregunté su nombre a lo que me respondió Marco, yo le dije mi nombre y mi edad. A decir verdad era alguien muy agradable y sonriente, de buen humor. Cuando nos sentamos en la mesa, de nuevo, pedimos par de tragos que bebimos mientras seguíamos platicando. Me comentó que era surfista y tocaba la batería en la banda de sus amigos, de mí, solo le dije que era bailarina.

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora