Capitulo 10

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Adele

Llegamos a casa alrededor de las tres de la mañana. Hice todo el procedimiento legal y Simon se encargó de todo el procedimiento de su sepelio. Bebí un poco de agua antes de entrar a la cama y poder conciliar el sueño. Me recargué en la cama mirando el techo y con mi mente atormentándome. Decir que me siento mal por su muerte es mentir, pero siento incomodidad por mí.

—¿Estás bien? —preguntó Simon acostándose a mi lado.

—No, no lo sé...—susurré en el silencio de la habitación. —Me siento mal por... no sentir nada. Esque no sé qué siento. Me siento mal por mí, más sin embargo no por él...

—No debes sentirte culpable por nada de esto. No fue tu culpa nada de lo que pasó y mucho menos de lo que sientes —lo volteé a ver. —Él es culpable, porque causó eso en ti. —suspiré mirando a la ventana perdiéndome en mis pensamientos.

Las caricias de Simon en mi cabello solo hicieron que me adormeciera. Sentí su abrazo y me recargué en su hombro para estar más tranquila y dormir con seguridad.

Dormí fue resumido en dos horas. Daba vuelta por toda la cama tratando de encontrar el lugar más cómodo para dormir, pero la del problema era yo. Hice todo lo posible por no despertar a Simon y me fui al estudio a esperar que se hiciera de día.

Mi mente estaba en blanco y solo rayaba sobre mi cuaderno cosas sin sentido. Me preparé una taza de café y fui a la cocina por una taza de café y un pan tostado para llenar mi estómago vacío. Regresé al estudio sentándome frente al escritorio. Encendí el computador para buscar las fotos de mis hijos.
Por primera vez sentí que sonreía y que era feliz. Ver a mi nena tan pequeña, en mis brazos, en el momento de su nacimiento me causó nostalgia, el tiempo no lleva su cuenta y ya cuenta con tres años.
Desde que mi papá se fue, me dije que sería una madre distinta y que siempre iba a estar para ella. Funcionó con dos de mis tres hijos, lamentablemente.

Tocaron la puerta y levanté la cara limpiando rápidamente mis lágrimas. Minutos después permití entrada y era Simon quien se asomaba a la puerta.

—Quería saber si... ¿Irás al sepelio?

—No, no creo que sea adecuado ir, tampoco quiero hacerlo. —respondí con la voz entrecortada. —¿Vas a salir?

—Sí, iré a llevar a Brianna y a Angelo al parque. Ella amaneció con ganas de ir y no quiere ir sin nosotros. —sonreí un poco. —¿Tu quisieras ir?

—Quisiera, pero no quiero ser la nube negra, no... estoy de ánimos. Pero ustedes vayan y me cuentan cómo les va —me puse de pie.

—¿Quieres un tiempo a solas?

—Sí, lo necesito. —me dio un beso en la frente y me abrazó. Se lo agradecí con una media sonrisa y lo acompañé hasta la sala.

Me encontré con mi pequeña quien tenía un suéter marrón y botas del mismo color. Tenía en sus manos una muñeca a quien llevaría a pasear en su coche. Les preparé rápidamente unos sándwich para el día y un poco de jugo. Le entregué la mochila a Simon y me despedí de él con un beso en los labios. Al acompañarlos a la camioneta me encontré con Angelo quien me abrazó de inmediato que me vio y yo le di un beso en la frente. Pregunté por Alison al no verla y Simon me dijo que salió temprano. No me sorprendí en lo absoluto, era mejor que estuviera alejada de todo esto.

Regresé a casa y entré de nuevo al estudio. Tomé mi celular para escribirle a Jonathan y pedirle que nada de lo que había pasado se hiciera público. Se excusó conmigo por no haberme dicho la enfermedad de él y lo comprendí, no tendría que haber ningún problema entre los dos.

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora