Capitulo 55

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Adele

Angelo y Franco decidieron ir a un bar nocturno. Los llevé al sitio dejándolos en el lugar para de inmediato ir a casa de Jonathan. Conduje a toda prisa para tratar de llegar lo más rápido posible. No comprendía como esto estaba pasando. Después de meses sin saber de Alison...Ahora sé de ella por medio de esto.

Al llegar, dejé a Brianna en el sofá de su sala y pasamos al estudio en donde me entregó el sobre.

—¿Qué es esto?

—Pues... lo que querías, fotos, informe, y todo lo que ha hecho estos meses.

Me senté para sacar todos los documentos sobre la mesa. Lo primero que vi fueron las fotos en donde estaba ella. Vestía con sudaderas enormes y su cabello desarreglado, junto a ella estaba Allie quien se veía igual.

—¿Dónde... fue esto? —pregunté con la voz temblorosa.

—En una tienda de comida en Nueva Zelanda. Es ahí en donde ha estado todo este tiempo.

Leí el informe en el cual estaba escrito que desde hace tres meses habitaba en ese país. También estaba escrita la dirección donde vivía. Volví a ver las fotos detallando cada cosa que había en ellas, desde su vestimenta hasta la expresión de su rostro. Su ceño fruncido y ojeras que me dolían en el alma.

—Necesito ir a verla...

—Ehmmm no creo que se pueda —dijo Jonathan y de inmediato lo miré. —Adele, sabes que estamos en el proyecto de tu último disco y que tienes que estar al mando de todo lo que tiene que ver con esto, siempre tienes la última palabra y...

—Jonathan ya lo sé. Es importante para mí, no he dicho que no lo sea, pero se trata de Alison. Hace cuatro meses no sé nada de ella, como está, ni siquiera sabía cómo estaba. Ahora lo sé y quiero... hablar con ella, tratar de solucionar las cosas. —respiré profundo. —Es mi último disco, sí, pero no estoy entregada al cien por ciento porque no me siento bien, estoy rota por dentro. Tengo que solucionar todo lo que está mal para poder continuar...

—Entonces no hubieras empezado...—dijo molesto.

—Ya lo sé, pero lo vi como una escapatoria, comprendí que escapar no es la solución. —me lamenté. —Prometo que cuando todo esto termine y todo esté bien con mis hijos, conmigo y todo lo que me rodea haré un concierto final, quizás hasta dos.

—¿De verdad? —preguntó sonriente.

—Si Jonathan, es una promesa.

—Entonces puedes viajar en dos semanas, antes no. Tenemos muchas cosas que hacer.

—Está bien —dije resignada.

Esa noche me quedé en su casa para replantear todo el asunto del último álbum. Tratar de hacer lo de un mes en dos semanas y así tener la libertad de viajar. Iba a ser todo un reto, pero tendría que lograrlo.

En la madrugada regresé a casa para preparar todo lo del día: Los cuadernos de Brianna, que sus tareas estuvieran listas, su merienda, desayuno, almuerzo y que su uniforme estuviera en buenas condiciones. La desperté a las seis de la mañana para darle un baño, y finalmente despertó para ir a la escuela. Recogí su cabello en una coleta colocándole un lazo blanco al principio de su peinado.

—Mami ¿Vas al trabajo? —me preguntó a través del espejo. —¿Se te hizo tarde?

—No mi vida, pero tengo muchas cosas que hacer hoy —respondí terminando de trenzar su cabello.

—¿Me traes una barra de chocolate? —me volteó a ver con una sonrisa timida.

—Claro que si mi amor, y más si me lo pides con esa sonrisa —la abracé dándole besos en su mejilla que la hacían reír. —Ahora, espérame...

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora