Capitulo 8

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Adele 

—Mamá...mamá dime algo. — quedé estática sin poder hablar, no sabía que decir. —Ay dios mio, te pusiste pálida. —llevé mis manos a la cabeza y las tomó para colocar entre ellas un vaso de agua que bebí rápidamente. —Mamá ¿Estás bien?

—Di...dijiste...¿Mark Evans? —pregunté balbuceando mis palabras y ella asintió. Dejé el vaso rodar por la cama y negué con la cabeza. —No, eso no puede ser cierto...no... ¿Cómo era?

—Pues... lo que te dije: Alto, blanco, un poco mayor y...

—Shh...—toqué mis cienes cerrando mis ojos y solo pude sentir un nudo en mi estómago y a mi mente venir tantos malos recuerdos. —Alison... eso no puede ser, no pude ser cierto lo que me estás diciendo.

—Creo que lo es...—susurró los ojos y la vi, viéndome con preocupación.

—¿Nunca me va a dejar en paz? Maldita sea —dije molesta golpeando la cama. —¿Qué te dijo? ¿Te pidió algo? ¿Dinero?

—¡No! No, nono, nada de eso... no me pidió dinero...

—¿Entonces? Habla de una vez Alison.

—Solo me dijo que quería verte. —reí irónica entre mi enojo.

—Joder y tenía que hacerlo contigo. Claro, como no lo pensé. —respiré profundo. —Otra vez te quedas calladas las cosas. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Ya te lo dije. Entre las cartas y otras cosas no sabía cómo decírtelo...

—Pero es que no te puedes quedar callada con algo así Alison.

—Baja la voz.

—No puedo calmarme con algo así, no puedo. Es un... no va a cambiar y tenía que acercarse a ti para poder llegar a mí y pedir quien sabe qué. Pero de mí no va a recibir absolutamente nada.

—Mamá...

—¿Se vieron hoy? Eso fue lo que me dijiste al principio.

—Si porque...

—¿Por qué tenías que ir a verlo? Yo no quiero que ninguno de mis hijos tenga algún tipo de trato con él y menos tú... que ni siquiera lo conoces o conocías...

—Ya sé que... no te cae nada bien, pero era urgente que lo viera porque...

—¿Urgente? Creo que lo único que le urge a él o siempre le urgió fue el maldito dinero...

—¡Oye ya! ¡¿Te puedes calmar?! —vi sorprendida a Alison por la forma en que me habló. — ¡Lo fui a ver porque ese hombre hace unas semanas me buscó porque quiere verte para pedirte perdón! ¡Y yo no sabía cómo demonios decirte que eso es lo que él quiere antes de morir!

Volteé a ver a Alison, sintiendo como mi corazón se detenía y de repente empezó a latir a toda prisa por lo que había dicho. No estaba mintiendo y yo no podía asimilar lo que acaba de decir.

—¿Morir? ¿Dijiste que... se va a morir? —Alison se levantó de la cama ignorándome y la seguí hasta él balcón. —Alison respóndeme. —la coloqué frente a mí.

—Sí, eso... fue lo que dije... quiere verte antes... de morir. Tiene una enfermedad terminal y le queda un mes o menos —le di la espalda y reprimí un sollozo y mis lágrimas. Toda mi infancia vino a mí de golpe y solo sentí como mi corazón se hacía cada vez más pequeño. —Me entregó la dirección de su casa... y... la del hospital... donde va a estar...—nerviosa tomé las tarjetas y entre lágrimas leí la dirección del hospital. —Lo siento, mamá.

—Ahmm yo... no sabía que... —mi voz se cortó y Alison me abrazó de forma inesperada, le devolví el abrazo porque lo necesitaba, aun así no lloré todo lo que estaba sintiendo.

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora