Capitulo 38

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Adele

Le pedí que me esperara pero no me escuchó, solo siguió al paso que iba. Uno de los policías me entregó el yeso que ella se había quitado. Ellos llevaría la moto hasta la casa porque por ningún motivo permitiría que ella subiera a esa cosa de nuevo.

— ¡Alison detente! —dije desesperada y ella se detuvo en la puerta de la camioneta. —A lo mejor no lo quieras, pero necesitamos hablar.

—No quiero. Me siento muy mal para hablar de ese tema. Solo quiero regresar a casa y descansar.

—Alison, escúchame por favor. —cerré la puerta de la camioneta. —Yo sé que nada de lo que hice tiene justificación, que te fallé y era lo que menos quería. Por eso te quiero pedir perdón...

—Mamá ¿No te cansas de hacerlo? ¿No estás cansada de todo el tiempo fallar y pedir perdón?

—Si, por eso...

—Entonces cambia.

Subió a la camioneta sin darme oportunidad de decir nada más. Una lágrima recorría mi mejilla por la tristeza que sentía en mi pecho. Subí a la camioneta y la vi acostada en los asientos a través del retrovisor. Manejé con calma por la carretera de regreso, solo pensaba en ese "cambia" que nunca hice y que capaz ahora estoy haciendo pero quizás sea tarde.

Llegamos a casa alrededor de las doce de la medianoche, ella fue la primera en bajar y en entrar a casa. Yo no insistí más porque sabía que sería inútil. Se detuvo en la cocina, al parecer buscaba algo, abría todos los cajones hasta que encontró la despensa de los vinos.

—¿Qué vas a hacer con eso? —le pregunté viendo como sacaba de cuatro botellas.

Las destapó una por una vaciando las botellas por el lavamanos, y así fue haciendo con todas las botellas.

—¿Por qué haces eso? —le pregunté confundida. —Alison...

Pasó de mí y solo siguió vaciando todas las botellas de licor para luego lanzarlas a la basura. Lavó sus manos y se fue a la habitación. Tomé todas las botellas vacías, tratando de entender lo que había hecho. Caminé hasta su habitación en donde la vi sentada en la cama, refunfuñando y lanzando su yeso al otro extremo de la habitación.

—¿Por qué vaciaste todas las botellas?

—Porque no quiero que sigas bebiendo —dijo de mala manera. Eso rompió mi corazón.

—Sé que tengo que cambiar Alison, y lo haré por ustedes...

—Y por ti, más que nada.

Lloraba en silencio recargada en el marco de la puerta, avergonzada y enojada conmigo por ser tan estúpida. No me canso de cometer errores.

—Siéntate —levanté la mirada y Alison me señalaba el espacio vacío de su cama frente a ella. Sin decir nada más seguí y me senté esperando ser juzgada. Ella miraba a la ventana, luego volvió la mirada a mí y suspiró. —Siento muchas cosas; Entre esas, enojo y tristeza. Recuerdo todo lo que había pasado desde haces meses para acá y me lleno de tanta rabia, porque no encuentro una explicación para tu actitud. La vez que te quedaste callada cuando...Simon dijo todo lo que dijo contra Angelo, todas las veces que te quedaste callada cuando él dijo cosas sobre mí, que nunca las debió decir porque no tenía ningún derecho y luego... decir algo que era tan privado, tan personal como lo que nos pasó y de una forma tan despectiva me hace odiarte...

—Por favor no... no lo hagas...—pedí entre lágrimas.

—Más sin embargo hay otras cosas que hacen que esos sentimientos se esfumen. Es pensar que... cuando desperté asustada, muerta de miedo, sin saber lo que había pasado estabas ahí y nunca voy a olvidar eso porque... me daba miedo estar sola. También hay cosas que recuerdo, que no te puedo explicar, pero hacen que esos malos sentimientos se vayan. Bueno, solo queda él de la tristeza el cual creo que es el peor...

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora