Capitulo 15

253 36 13
                                    

Angelo

Miraba por la ventana de mi habitación hacia el patio pensando y la verdad... no sé en qué. Los guardaespaldas caminaban de lado a lado, y yo los seguía con la mirada... ¿Estarán tan aburridos igual que yo? Creo que sí, porque estar todo el día vigilando una casa en donde no pasa nada interesante debe ser muy aburrido.

Salí de la habitación dirigiéndome a la de Brianna quien estaba jugando con sus muñecas. Me senté a su lado tomando una de sus ellas sacudiéndola de lado a lado. Tomé uno de los cepillos de la muñeca y empecé a peinarla, hasta que el celular me sacó de mis pensamientos.
Mi corazón dio un salto al ver el identificador de llamadas, era Franco.

—¿Hola? —dije tratando de mantenerme calmado.
—Hola Angelo...—escuchar su voz después de tanto tiempo fue indescriptible. Me cubrí la boca y salí al balcón de la habitación para poder hablar mejor. —¿Estás ahí?
—Sí, aquí sigo... que sorpresa...—dije sin realmente saber que decir, mis manos temblaban.
—Las sorpresas siempre son buenas —comentó. — ¿Cómo has estado? Me alegra saber que no has cambiado de número.
—He estado bien, progresando ¿Y tú? ¿Sigues en Australia?
—Si, pero creo que regresaré pronto.
—¿De verdad? —dije emocionado. —Oh, espero que sea así. —dije más calmado.
—¿Sigues bailando?
—Sí, pero ahora estoy de vacaciones, regreso dentro de poco.

Escuché un grito y separé el celular de mi oído, era mi mamá que estaba llamando a comer.
—Te tengo que dejar, mi mamá llama.
—Podemos hablar por mensajes, si quieres.
—Vale, está bien, adiós. —colgué de inmediato sin esperar respuesta, fue un poco impulsivo de mi parte.

Le coloqué sus sandalias a Brianna y salí de la habitación con ella. Para mi sorpresa estaba mi papá, siempre llega tarde pero esta vez estaba presente para la cena. Lo saludé y me senté en la mesa al lado de Brianna y mi mamá. Ellos conversaban sobre los asuntos de la empresa de mi padre, nada interesante, muy aburrido. Yo... solo estaba pensando en aquella llamada, y nunca me imaginé que la recibiría, pensé que al irse jamás iba a volver a saber de él, pero ahora aparece, y capaz regresando otra vez al país. Siento que todo en mi vida se va a poner de cabeza.

—Estás sonrojado —levanté la cabeza del plato y mi mamá me hablaba.

—¿Ah? ¿Yo? —toqué mis mejillas, estaban calientes.

—Sí, tú.

—Estaba jugando con Brianna y golpeaba mis mejillas. ¿Verdad? —la vi, rogando a Dios que asintiera y luego de un momento lo hizo para seguir comiendo.

—Angelo —mi papá me hablaba, limpió su boca con la servilleta para continuar. —Últimamente has estado muy misterioso ¿Qué traes escondido? ¿Quizás alguna chica? —todo mi cuerpo se tensó y bebí un poco de agua antes de responder.

—¿Misterioso? No, estoy igual que siempre, solo un poco aburrido. —respondí sin verlo.

Terminé de comer y me levanté de la mesa para lavar mi plato y volver a mi habitación. Ese tipo de comentarios me molestan un poco, pero estoy seguro que dentro de poco van a empezar a sospechar algo, los padres lo saben absolutamente todo y los míos no van a ser la excepción.

Entonces se me ocurrió una idea. Busqué mi celular y marqué el número de Alison rápidamente. Rogaba a Dios que contestara y después de dos tontos vi su imagen en el telefono.
—Alison ¿No conoces a una chica de quince o dieciséis años que esté soltera?
—¿Ah? ¿Que qué? ¿Para qué quieres una chica de dieciséis años?
—Para que sea mi novia, yo le pagaré si finge que me quiere.
—¿Te volviste loco?
—¡Necesito a una chica para que sea mi novia! Alison es en serio.
—¿Para qué? A ti no te...
—¡Cállate, no lo digas!
—¿Qué pasa?
—Pues que mi papá durante la cena me ha hecho preguntas extrañas acerca de si tengo novia o no y... creo que está sospechando ¿Te imaginas? Se entera y...
—¿Si se entera cual es el problema?
—¿En serio preguntas eso? Me va a matar, a odiarme y mi mamá no sé cómo reaccionaría.
—No creo que se enoje Angelo. Pero ¿No es mejor decirles?
—¡No! No quiero, no me siento listo, me da miedo, no quiero.
—Angelo...
—Alison por el amor de Dios ayúdame a encontrar a una chica...
—Está bien, está bien, pero aquí no... tendrá que ser de la academia en USA.
—Lo que sea...
—Esto no va a terminar bien.
—Yo sé cómo lo manejaré... ¿Cuándo regresas?
—No sé, quizás la semana que viene, hay muchas cosas que hacer.
—No tardes, por favor.

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora