Capitulo 26

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Adele

Simon me hablaba pero yo no lo escuchaba, solo entré a casa limpiándome las lágrimas con agresividad enojada conmigo. Solo escuchaba sus reclamos detrás de mí por lo que había dicho Angelo, que si a él lo tenían enojado a mí me habían roto el alma.

—No podemos permitir que Angelo siga teniendo ese comportamiento...

Lo dejé hablando solo en la sala y concentré en darle el desayuno a Brianna, estaba tan distraída que llené todo su rostro de crema, pidiéndole disculpas la limpié con mi camisa y le di un poco de agua.

¿Por qué permití que esto llegara hasta aquí? ¿Por qué no me di cuenta que les estaba haciendo daño a mis hijos? ¿Por qué simplemente no puedo hacer algo bien aparte de dañarlos? Porque eso me sale perfecto. Veo a Brianna jugando con sus peluches mientras está sentada en mis piernas y ruego a Dios que nunca me equivoque, ni le haga daño. Simon está sentado frente a mí, desde el otro lado del sofá con su laptop. Tiene el ceño fruncido, sigue enojado por lo de esta mañana.

Abro mi mano y tengo marcado el sol de la cadena que le regalé. Está aquí conmigo y no lo he soltado, ni pienso hacerlo. Abrí el pequeño broche para colocármelo y evité llorar ante la situación. Brianna se giró para sentarse frente a mí dejando sus peluches, empezó a jugar la cadena, le abrí el sol y ella observó la foto para mirarme a mí y luego otra vez a la foto.

—Hermanita...y mami... —sonrió acariciando la foto con sus pequeños deditos.

—Si mi vida... somos ella... y yo...—dije haciendo sonar mi garganta para no llorar.

Las horas pasaron y al llegar la noche no pude evitar preocuparme por Angelo, así que decidí llamarlo las veces que fuera necesarias hasta que me contestara.
—¿Qué quieres? —fue su respuesta.
—No has llegado Angelo y ya es muy tarde.
—Ni llegaré. No pienso vivir más con ustedes, viviré en casa de Alison...
—¿Qué? —dije exaltada y aterrada. —Angelo pero...
—Voy a descansar, adiós. —ni siquiera me dejó terminar cuando colgó.

Lancé el celular sobre la cama y me senté a llorar desahogando todo lo que tenía por dentro, no puede ser que por evitar que Simon se fuera, ahora mis hijos lo hagan.

—Amor, no llores más —escuché a Simon detrás de mí colocando sus manos sobre mis hombros. —Todo pasará, es solo una rabieta un poco fuera de lugar...

—No es solo una rabieta Simon, todo lo que dijeron ellos es la verdad —dije entre mis lágrimas. Sentí sus manos en mi pecho, sus besos en mi cuello, y así sus manos fueron descendiendo por mi vientre y más abajo. —Simon no tengo cabeza para eso...—intenté separarme de él pero me sujetó.

—Esto te va a relajar... tranquila...—dijo besando mi mejilla mientras yo me resistía.

—Que no quiero...—dije intentado zafarme de él pero me sujetó aun con más fuerza haciéndome recostar en la cama. — ¡Que no quiero! ¡¿No entiendes?! —le grité empujándolo y levantándome de la cama rápidamente. — ¡Nuestra familia se está cayendo a pedazos y tú solo pensando en eso! Madura un poco ¿Si?

—Angelo está muy rebelde, pero debemos hablar con él seriamente, lo haremos mañana...

— ¡No es solo Angelo! ¡Es Alison! ¡Se fueron de la casa! Angelo no va a regresar más y... no sé dónde está Alison...

—Dios mío...—bufó acomodándose la camisa. —... ¿En serio estás preocupada por esa niña? ¡Ella tarde va a regresar! Y cuando lo haga, Angelo también lo va a ser. Si nuestro hijo se fue, es por su culpa —lo observé incrédula por lo que había dicho. Pasó por un lado golpeando mi hombro y lo evité pero no pude. — ¿A dónde vas? Simon —dije siguiéndolo.

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora