Capitulo 4

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Alison

Al despertar me di cuenta de qué mamá no estaba. Me costó mucho abrir los ojos y poder caminar hasta el baño y darme una ducha. Todo el cuerpo me dolía y mi piel estaba un poco roja. Creo que me excedí del sol, pero disfruté.
Salí de la habitación con los pies arrastras y tanto silencio me parecía extraño. Abrí la habitación de Angelo y no estaba, así la de mi mamá y Brianna. Todos habían salido.

Bajé rápidamente a la cocina pero de detuve en seco cuando vi el sobre debajo de la puerta. Me dirigí a él y lo tomé del piso. El mismo remitente de hace días.
Llevé la carta al estudio y la dejé en su sitio, pero al alejarme de ella la curiosidad entró a mí. Me senté frente al escritorio y estuve a punto de abrir aquella carta. No lo hice, solo abrí el cajón y la guardé junto a las demás.

Escuché la puerta abrirse y me sobresalté. Pensaba qué hacer o qué no. Nunca estaba aquí, en él estudio de Simon. Abrí uno de los cajones y lo primero que conseguí fue un álbum de mi mamá. Lo lancé sobre el escritorio y rápidamente lo abrí. Fingí que lo estaba viendo, hasta que las fotos de mi mamá, me llamaron la atención. Su cabello era diferente y usaba flequillo. Que rareza.

—Hola —di un salto de la silla. —¡Wow! Jajaja ¿Qué te tiene tan concentrada?

—Por favor, toca antes de entrar —dije relajándome un poco. Con la rodilla terminé de cerrar el cajón de las cartas que estaba abierto.

—¿Qué haces? —se sentó a mi lado.

—Ahm... estaba buscando algo y...

—¿Algo? ¿Qué buscabas? —noté su nerviosismo.

—Pues... el cargador de la laptop de Simon, el mío... se me perdió y no lo encontré así que vine a buscar... el de él y... ya ves, me encontré con este álbum —puse mis manos sobre él sin voltear a verla. A estas alturas ya era muy difícil mentirle y que no me descubriera.

—Oh, puedo prestarte el mío.

—Si claro, cuando termine de ver estas fotos. —abrí nuevamente él álbum. —¿Qué edad tenías en estas fotos?

—Estaba festejando mi cumpleaños dieciocho.

—Con un buen vaso de cerveza —comenté ante las extrañas fotos pero divertidas. —¿Eran tus amigos? No los conozco.

—Eran. Poco a poco se han quedado en el camino —comentó con tristeza.

Sin hacer más comentarios seguí viendo las fotos y era bueno saber un poco más de ella. Creo que hay muchas cosas que no sé, pero qué con él tiempo las iré sabiendo. Cerré el álbum y pude adivinar que estaba esperando que me fuera, miraba a cada momento hacia abajo en dirección al cajón de las cartas. Más sin embargo eso no era lo que me importaba ahora.

—Mamá...¿Puedo preguntarte algo? —dije nerviosa.

—Ehmmm si nena, claro. —apoyó su codo en la mesa para verme.

—Tu... nunca, o bueno en este tiempo... me has hablado de tu papá... ¿Qué pasó con él? ¿Está vivo? O... no sé...—me miró por unos segundos y luego suspiró arqueando su ceja.

—Nunca te he hablado de él porque en mi vida no existe. —se recargó sobre la silla. —No quiero decir que esté muerto, pero... en mi vida no es nadie, más que mi papá biológico. Cuando tenía seis años él se fue de casa, dejándonos sola a mamá y a mí, desde ese entonces me enojé mucho con él por no haber sido lo suficientemente valiente y haber respondido por nosotras. Yo lo quería mucho, pero eso simplemente rompió mi corazón y ya no lo quise más.

—Las abandonó...—dije pensativa. —Y... ¿Nunca más supiste de él?

—En ocasiones. Pero ya no me interesaba hablar con él, luego cuando pasó todo esto y me volví famosa quiso arreglar las cosas, siendo muy tarde. —no dije nada más. Solo miré hacia el frente pensando en lo difícil que se pondría la situación. —¿Por qué lo preguntas?

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora