When We Were Young (The Finale)

Capitulo 16

Angelo

Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Mis ojos ni siquiera podían abrirse de lo pesado que estaba. Me quité la sabana para salir de la cama pero luego me volví a arropar, ya que era un día de no hacer nada, como todos los demás.

Pedía que este día fuera diferente a los demás y que nadie me hiciera preguntas de cómo me sentía o si hablaba con alguna chica, era molesto, y más cuando el tema me incomodaba.

Una hora después salí de mi cama, ya me fastidiaba. Después de bañarme bajé para desayunar y me encontré a mi mamá hablando por celular. Me señaló el desayuno sobre la barra y lo tomé sentándome en la mesa.

Daba vueltas por toda la sala pidiendo miles de cosas, creo que para el cumpleaños de Brianna.
Terminé de desayunar y me dispuse a regresar a mi habitación cuando mi mamá me llamo.

—Angelo —volteé atendiendo su llamado. —Necesito que me acompañes a la tienda para traer las cosas del cumpleaños.

—Okey, voy a cambiarme.

Subí y me coloqué lo primero que vi del closet haciendo juego con mis zapatos negros.
Salimos minutos después de casa en su camioneta, iba a toda prisa, parecía apurada. Y siempre lo está cuando se trata del cumpleaños de alguien importante para ella o evento.
Llegamos en menos de lo que pensé y bajé con ella cargando a Brianna.

Un señor sacaba las cosas de la tienda rápidamente y las colocaba en la parte de atrás de la camioneta. Comida por doquier salía de aquella tienda y la caja en donde iba el pastel.

—¿Es el cumpleaños de una niña o de varios niños?

—Jajajaja ¿Acaso crees que ustedes no comen demasiado? Quizás sobre, pero es mejor a que falte.

—Hmmm ya. ¿Y quiénes vendrán?

—Pues los de siempre, será algo muy familiar pero quiero que todo se vea hermoso.

Me encogí de hombros y regresé al auto con Brianna. Toqué los bolsillos de mi pantalón y me percaté de que había dejado el celular en la casa.

—¿Ahora a dónde vamos? —pregunté cuando mi mamá se subió al puesto de conductor.

—A casa ¿Por qué? ¿Quieres ir a algún lado?

—No, solo quería saber.

Brianna empezó a pellizcar mis mejillas mientras reía. Cuando estiraba mis mejillas yo hacía bizcos y ella soltaba sus risitas echando su cabeza hacía atrás. No sé cómo salió tan bonita cuando mi papá no es muy agraciado, es buena persona, eso sí. Creo que todo lo físico lo hemos heredado de mi mamá.

Llegamos a casa y solté a Brianna para ayudar a mi mamá a bajar las cosas de la camioneta. Las llevamos directamente a la cocina y guardamos cada cosa en su lugar. Me detuve en seco cuando salí a la sala y vi a mi papá en medio de ella con mi celular en mano. Sentía como mis piernas se desvanecían.

—Pa... pa...¿Qué haces aquí?

—¿Simon? —dijo mi papá apareciendo. —¿Qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar trabajando?

—Se supone pero... hoy tuve un inconveniente en el trabajo, me descompensé y me vine a casa —dijo sin ningun tipo de expresión en la voz. —Angelo, tu celular no ha parado de sonar.

—¿Ah si? Emmm ¿Quién será? —caminé hacía el y extendí mi mano para que me lo diera y sin dudarlo lo hizo.

—¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —preguntó mi mamá acercándose a él preocupada, casi llorando.