When We Were Young (The Finale)

Capitulo 6

Adele.

Terminé exhausta y sudorosa al igual que Angelo. Subimos a la cocina con Brianna a beber un poco de agua. El dolor que sentía en mis piernas era insoportable. Pero valía la pena si compartía estos momentos con mis hijos.

—¿No quieres darme un abrazo? —pregunté divertida a Brianna quien se bajó de su asiento en la mesa y corrió hasta mi con los brazos en alto. —Owww mi vida ¿Por qué eres tan hermosa? —la cargué, le di un beso en la mejilla y la senté en mis piernas.

—Alison nunca regresó. Un día la voy a obligar a hacer ejercicios —comentó Angelo mientras mordía una manzana.

—¿Sabes quién es el chico con quien está saliendo? —pregunté en un susurro mientras Brianna jugaba con mis manos.

—Lo que sé es que se llama Marco, y es de la playa, nada más. —quedé un poco confundida con su respuesta. —Es decir, vive en la playa.

—Ah entiendo.

—Sabes cómo es Alison. No va admitir que le gusta el chico, creo que le da vergüenza.

—Siento que es tímida con ese asunto.

Nos quedamos callados cuando Alison entró de manera imprevista a la cocina y nos observó sospechosamente a los dos. Humedecí un poco un paño para limpiar las mejillas de Brianna que estaban llenas de jalea y salí con ella en brazos y Angelo a mi lado sonriéndome en complicidad.
Me di una dicha y descansé todo él dia en la cama, mientras veía televisión. Mis hijas constantemente entraban y salían de la habitación, Angelo estaba durmiendo, agotado por los ejercicios.

No me di cuenta y el sueño me venció. Desperté un poco desorientada y al ver hacia el frente, Simon estaba sentando observándome con una sonrisa mientras acariciaba mis piernas.

—¿Dormí demasiado? —pregunté con un ojo abierto.

—No solo tres horas jaja...

—Wow. La comida de las niñas...

—No te preocupes —me hizo acostarme de nuevo. —Ya cenaron, solo faltas tú.

—No tengo mucho apetito. —me quedé pensativa y decidí hablar con Simon. —Simon hay...

—Adele yo...—nos quedamos en silencio y reímos un poco. —Habla tú.—dije.

—No, dime. Te escucho primero —me senté y puso toda su atención en mí.

—Ahmmm pues... es algo que ha venido pasando hace unas semanas. Y... no te lo había dicho porque creí que nadie sabía.

— ¿De qué se trata? —preguntó.

—Penny me ha estado enviado cartas. —dije rápidamente. —Cartas en donde me dice lo mal que la está pasando y lo sola que se siente... yo la verdad, me siento estúpida, pero... me siento mal por haberla olvídalo. Han pasado casi tres años Simon.

—Espera ¿Me estás hablando de tu mamá? —asentí sin verlo. — ¿Y me dices que te sientes mal por ella? —volví a asentir. — ¿Es en serio?

—Sé que es una locura, estoy enojada conmigo por eso. Pero... no puedo evitarlo. —miró hacia el frente y empezó a rascar su barba. Típica acción cuando algo le preocupa. —En la última carta me dice todo lo que siente... y entre otras cosas quiere que yo la perdone, que Alison la perdone y quiere... pues... conocer a Brianna.

—¿Qué? —dijo en tono alto, poniéndose de pie. —Eso ni de broma.

—Simon...

— ¿Lo estás considerando? —preguntó entre asombrado y molesto. Me quedé callada. —No puedo creerlo. —se puso frente al espejo aflojando con fuerza el nudo de su corbata. —Yo no puedo hablar por Alison, no soy su padre. Pero si lo fuera, si tuviera autoridad sobre ella le prohibiera algún tipo de relación con esa señora después de todo lo que pasó. Sé que es tu madre, pero es el único término que puedo usar para ella.
Y no quiero que se acerque a mis hijos, ni a Brianna, ni a Angelo.