When We Were Young (The Finale)

Capitulo 58

Adele

—Sí, estoy vivo. No estaba muerto como todos pensaban —dijo Alex cruzándose de brazos. —Estuve encerrado en un apartamento, pero eso no me impidió saber lo que pasaba. Así que vi ese vídeo entre tú y ella hablando de mi hija —Alex a cada momento se acercaba más, Alison intervino alejándolo.

—Estábamos ebrios...

—No me importa como estabas, me importa lo que dijiste...

—Alex...—intenté alejarlo pero fue imposible.

—Lo que se dice ebrio, se piensa sobrio. Alison no le da problemas a quien no se los da, y si es un problema para ti, tendrá una razón para serlo.

—No vayan a discutir aquí, por favor —les pedí.

—Lo es desde que apareció...

—¡Simon! —dije exasperada.

—Ya es suficiente papá, vámonos —dijo Alison empujándolo a la puerta.

—Solo te advierto: De mi puedes decir lo que quieras, tus palabras son irrelevantes para mí. Pero si llego a escuchar que de tu boca sale tan siquiera el nombre de mi hija, quien va a morir de verdad vas a ser tú.

—¡Papá basta! —Alison logró sacarlo del camerino.

—Adele ¿A dónde vas? —dejé a Simon y salí tras ellos.

Por suerte los alcancé en el estacionamiento del teatro, iban a toda prisa, molestos, Alex más que Alison.

—No se vayan tan rápido...

—No te preocupes mamá, él está estresado por toda la situación con Uvanna —dijo Alison, él se subió a la camioneta azotando la puerta. —Creo que tienes algo que hablar con Simon. ¿Me llevo a Brianna? —miré hacia atrás y Simon caminaba hacia nosotras.

—Paso por ella en unas horas —se la entregué, Brianna no opuso resistencia. —Las amo.

Hasta que no las perdí de vista no atendí el llamado de Simon con insistencia. Respiré profundo y lo volteé a ver, estaba confundido, furioso, un energúmeno como lo era desde hace un tiempo para acá.

—¿Me explicas? ¿Tú sabías que él estaba vivo? ¡¿Desde cuándo lo sabías?! —fue lo primero que preguntó.

—Lo supe hace un tiempo...

—¿Hace un tiempo? —su cara se tornó roja. —¿Todos sabían que ese ser estaba vivo menos yo? ¡¡¿Cómo pasó?!!

—¿Podrías bajar la voz? —le pedí entredientes. —Es difícil de entender, pero es así, él está vivo. ¿Contento? Ahora me retiro...

—No te vas...—me tomó por el brazo, rápidamente me solté de su agarre.

—¡No tengo nada que hablar contigo! —dije furiosa recordando lo que dijo en el camerino. —Y te voy a repetir lo que dijo Alex: ¡Mantén el nombre de Alison fuera de tu asquerosa boca!

—¿Te vas a poner en el mismo plan que él? ¿De verdad? —se colocó delante de mí haciéndome detener.

—¡Si para ti Alison es un problema, entonces yo también lo soy!

—¡Lo dije por el momento!

—No seas hipócrita...

—¡Él me provocó! —solté una carcajada. —Estaba atacándome, me tenía que defender y dije lo primero que se me pasó por la cabeza.

—¡¿Por qué no te callas y me dejas en paz?! —lo hice a un lado continuando mi camino. —Quiero que me dejes en paz, de una vez por todas.

Subí a mi camioneta, para salir a toda prisa del estacionamiento. Ya no sentía dolor por lo que pasaba entre nosotros. Solo un profundo rencor y rabia, que pronto iba a explotar.