Capitulo 5

298 39 4
                                    

Narrador normal.

Un nuevo día y una nueva carta esperaba por Adele a las afuera de su casa. Fue la primera en despertar junto a Simon quien se iba a su trabajo. Se despidieron con un beso en los labios y Adele abrió la carta. Era Penny de nuevo.
Entró al estudio y la leyó. En aquel escrito Penny suplicaba por su perdón y desahogaba todo lo que sentía, toda la soledad que estaba viviendo en aquel apartamento. Pedía hablar con Alison y obtener el perdón de ella. Adele sin pensarlo tomó una pluma y una hoja para responder.

—¿Otra carta? —Adele dio un salto en la silla sintiendo que el corazón se le iba a salir de la caja torácica. Alison la estaba viendo desde la puerta.

—Oh, ¿Carta? No... son recibos de deudas de Simon y...

—Son cartas. Sé que Penny te escribe desde hace días —Alison entró y Adele palideció bajando su cabeza. —¿Por qué no me lo habías dicho?

—¿Para qué? Son cosas que no tienen importancia. Está pidiendo...

—Perdón. —Adele se quedó callada y con sus manos cruzadas se recargó sobre la silla. —¿Puedo leerla? —Adele no dijo nada y Alison tomó la carta para leerla. Se sentó sobre el escritorio y en aquella letra garabateada pudo entender que pedía su propio perdón.

—No es necesario que hagas caso a esas palabras yo...

—¿Qué piensas hacer? —Alison dejó la carta en la mesa. —Le ibas a responder.

—Sí, que nos dejara en paz porque...

—La extrañas. —dijo Alison en tono afirmativo. Adele no dijo nada, solo volteó su rostro mirando hacia la ventana. —Es lo lógico...

—No lo es...

—Si lo es, sea lo que sea que haya pasado es tu madre y... contra eso no se puede.

—Si, pero tú eres mi hija y ella nos hizo mucho daño. —Adele empezó a llorar. —Me da rabia conmigo misma sentir que... la quiero o que la extraño cuando no debería.

—No tienes que sentirte así. Es tu mamá después de todo, no la puedes odiar.
Te entiendo: —Adele la miró confundida sorbiendo su nariz. —Sí a mí me dijeran que eres una asesina, ladrona, o lo que sea... yo no lo creería, y si lo veo... pues jamás te odiaría porque eres mi mamá y eso es más importante que todo, incluso te defendería de todos así no tuviera pruebas.

—¿Qué dices? —dijo Adele confundida limpiándose las lágrimas.

—La verdad. —Alison puso su mano sobre el hombro de Adele. —Si quieres darle un voto de confianza, hazlo. Pero sé precavida.

—¿Cómo me dices eso después de todo?

—Porque no se trata de mí sino de ti. Me pongo en tu lugar y debe ser muy difícil. —Adele asintió jugando con la carta entre sus manos.

—¿No estás enojada? —preguntó Adele con la voz temblorosa.

—No, porque confío en ti y sé que vas a hacer las cosas bien.

—¿Y si no? ¿Y si te fallo de nuevo?

—Te las corregiré. Ahora respóndele y dile lo que quieres —Alison le entregó una pluma. —Voy a desayunar.

Alison salió del estudio y Adele se quedó sin palabras ante la reacción de Alison. No sabía que le sorprendía más, si lo que ella estaba sintiendo por su madre o porque Alison no se pusiera como una fiera al saber que Penny estaba reapareciendo. Entonces recordó aquella noche en la que Alison le dijo que tenía miedo y quizás sea por eso.
Preparó la pluma y con su letra garabateada respondió esa carta. Derramó un par de lágrimas y cerró la carta colocándola en un sobre. Se la entregó a uno de sus guardaespaldas y suspiró pensando y rogando que no se estuviera equivocando.

When We Were Young (The Finale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora