LENTAMENTE NADÉ A la orilla de la consciencia y cuando desperté fui gentilmente recibida por un dolor de cabeza. Estaba un poco desconcertada por lo caliente que me encontraba y por el molesto peso alrededor de mi cintura. Con mis ojos renuentes a abrirse, tardé alrededor de un minuto en ser consciente que no estaba sola. Giré mi cabeza para encontrarme con el rostro de Christopher sobre mi hombro.
Después del hospital me mantuve dando vueltas por la carretera, con el capot corrido para que el aire me golpeara mientras aceleraba el LaFerrari, torturándome. Cuando creí haberme calmado decidí ir a casa a ducharme y lavar el olor a miedo de mi piel. Terrible idea. Encontrarme con mamá resultó ser más agotador de lo usual, me reclamó por ser la tercera vez que no llegaba a dormir y con palabras exquisitas básicamente me dijo que, si quería andar de zorra, me fuera de su casa. De algún modo, resentida con ella por el recuerdo en el hospital, terminé refugiándome en el ático de Christopher.
Pensé que el portero no me dejaría subir, pero Christopher le había dicho que siempre me permitiera el paso. Fue un lindo gesto.
—¿Vas a contármelo? —preguntó Christopher con voz somnolienta.
Con cuidado de no caerme del sofá, me giré para encontrarlo mirándome con el ceño fruncido.
—¿Cómo está Alexa?
Me disparó una mirada gélida por cambiar de tema, pero así era yo. No me gustaba que revolvieran en mis cosas.
—Tuvo una sobredosis.
Espanté lo que quedaba de sueño para concentrarme en él.
—¿De verdad?
Mi voz sonó demasiado incrédula, creí que él podía estar jugando conmigo. No lo hacía.
—Ella tenía anfetaminas en su sistema, así que supongo que es verdad. Nunca jugaría con la salud de nadie, menos con la de mi propia prima. Creí que me conocías mejor que eso.
Aún estaba sensible por todo lo que había pasado en el día y quizá mi dolor de cabeza no ayudaba, pero sus palabras me hirieron.
—Es solo que conozco a Alexa, es una chica un poco difícil, pero nunca haría algo tan tonto como eso —me defendí con el mismo tono—. ¿Su mamá llegó?
—Ella no está en el país.
La ira emanó de él.
Me sentí mal por Alexa, yo sabía lo que se sentía que tu mamá no estuviera ahí para ti. Pensé en mamá, ella estaba ahí, pero solo para juzgar. Que era como si no estuviera o peor porque arrasaba con mi autoestima.
—No entiendo porque algunas personas se molestan en tener hijos si simplemente no saben querer o no les alcanza el amor para todos —murmuré.
Al cabo de un momento. Christopher abrió la boca.
Ojalá no lo hubiera hecho.
—¿Qué te sucedió en el hospital? —De alguna manera Christopher logró enredar ambos brazos en mi cintura, sujetándome —. Antes de que cambies de tema o digas "nada", ten en cuenta que me quede con Ethan como lo pediste, a pesar de que te vi hablando con él y lo que sea que te dijo te hizo salir corriendo. Cuando te encontré lucias como si un camión te hubiera pasado por encima. Quiero saber que sucedió. ¿Te dijo algo? ¿Te hizo algo?
Mi cuerpo respondió instintivamente tensándose. La mirada en sus ojos me decía que esta vez no iba a dejarlo correr. Mordí mi labio. No quería mentirle, pero definitivamente no iba a decirle que sufrí un ataque de pánico porque había sido cosa de una sola vez. No volvería a suceder. No bajaría más la guardia. No había nada de qué preocuparse.
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ꜱᴇᴄᴜᴇʟᴀꜱ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ || #1
RomanceA veces las heridas son más profundas de lo que imaginamos, vamos por la vida dejando todo atrás... hasta que las secuelas aparecen. Aquí estoy, cerrando el círculo enfermizo en el que seguía atrapada.