ꜱᴇᴄᴜᴇʟᴀꜱ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ || #1

ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 39

ESTUVE TAN ENFOCADA en no volver a cometer los mismos erros que me lancé de cabeza a ellos, la necesidad de protegerme me llevó a lastimar a la persona que menos se lo merecía. Yo, que se supone era una persona fría, había actuado de forma emocional. Pero cuando supe que él no iba a decirme la verdad respecto a Naomi el dolor fue tan agudo que no quería ser inmune a los sentimientos.

En el fondo tenía la certeza que use el malentendido como excusa para terminar cayendo en los brazos de Ethan, así tendría una justificación. Pero no la tenía. Ni siquiera pude darle una explicación a Christopher cuando fui a buscarlo a su ático. Lo único que pude decir y que sabía que era lo único que no quería escuchar fue "perdón". Terminó cerrándome la puerta de su habitación en la cara.

Lo busqué al día siguiente, y al siguiente de ese, pero ya no era bienvenida en el edificio. Cuando el portero me vio desesperada, me informó que desde la última vez que yo visité a Christopher, él salió y no había regresado. Intenté contactarlo muchas más veces por celular pero siempre me saltaba al buzón de voz. No quería que termináramos así. No quería perderlo.

Como no podía encontrarlo por mis propios medios, terminé enviándole un mensaje a Marco, prácticamente lo obligué a que me dijera dónde estaba su hermano. Al principio no estuvo muy cooperador, pero le dije que le iba a deber un favor y accedió rápidamente. Christopher estaba en casa de sus padres. También me advirtió que no era el mejor momento para hablar con él, no estaba de muy buen humor. Eso no era novedad para mí, después de todo, yo era la causante de su mal humor.

Por eso estaba a mitad de la noche frente a la casa de los Holland esperando a que Marco se apresurará a abrirme la puerta.

Estaba segura que podría abrir un agujero en el suelo de la culpa tan pesada que cargaba sobre mis hombros, no había mucho por decir, pero la lógica me decía que tenía que verlo y dejar que las coas fluyeran. Además, si dejaba pasar mucho tiempo todo empeorarían. No había nada peor que la angustia de no saber algo y que la imaginación rellenara ese hueco. No quería que Christopher pasara por algo así.

El sonido de un motor atrajo mi atención, me giré y aparte rápidamente la mirada cuando la luz me cegó. Segundos después, Marco bajó de su coche, con una mirada indescifrable se acercó hasta donde yo estaba.

—Me siento en la obligación de advertirte que mis padres están en casa —Tapándome la vista insertó código de seguridad—: ¿Es un buen momento para decir que sé lo que pasó entre Ethan y tú?

No lo era.

—Es un buen momento para que me dejes entrar.

Marco se giró, mantuvo una mano en su espalda, apoyada en la puerta.

—Ethan siempre ha estado enamorado de ti, lo sabes, ¿verdad?

—Tú sabes que estoy enamorada de Christopher.

—Pero te refugiaste en Ethan.

Me crucé de brazos.

—Tú primo no me importa.

Lo descubrí demasiado tarde, pero en mi defensa, necesitaba confirmar que ya había cerrado mi etapa con él.

Escuché el sonido que hizo la puerta al abrirse, Marco se hizo a un lado para dejarme pasar.

—¿Y estás segura de que Chris sí te importa?

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que Chris es mi hermano. Es normal que me preocupé por él. Y es mejor que no le digas que fui tu cómplice en esto —pareció considerarlo mejor—. A menos que se arreglen, entonces él también va a deberme un favor.