ESTÁBAMOS sentados en la mesa del jardín. No tenía idea de a dónde se había metido Christopher, desde que nos separamos no había aparecido por ningún lado. Le pregunté a su hermano Peter, que estaba sentado a mi lado con los ojos metidos en el celular y bostezando, él apenas atinó a sacudir la cabeza. Supuse que eso significaba que no lo sabía.
Peter era el menor de los hermanos, mantenía los ojos azules y el pelo castaño, pero donde sus hermanos eran de piel bronceada, él tenía la piel clara. No era tan guapo como se esperaría, pero en la actitud llevaba la misma arrogancia que los demás Holland. Quizá esa arrogancia era algo genético en ellos.
Cecilia estaba sentada en la cabecera, y su esposo, Felipe, decidió ser un rebelde y sentarse a su lado. Marco estaba sentado frente a mí, después de nuestro intercambió de confesiones se había quedado pensativo hasta que me confesó que estaba enamorado de Rosé.
Viendo a lo largo de la mesa con un par de asientos vacíos era evidente que Christopher no era el único que faltaba, pero sí el único que me importaba. ¿Dónde demonios se había metido?
Todos estaban siendo amables conmigo, Cecilia me contó cosas de cuando Christopher era pequeño. A simple vista parecía que todos me estaban dando la bienvenida, pero me estaba sintiendo incómoda sin él allí. Además, estaba segura de que Felipe me observaba atentamente. Lo que era suficiente para hacerme sentir como una intrusa.
Como si lo hubiera conjurado, Christopher se dejó caer en el asiento entre su mamá y yo. Ella le acercó un vaso con jugo, seguido de una mirada de reproche.
—Zeus tenía mucha energía acumulada —se excusó. Se inclinó hacia a mí, murmurándome en el oído—: Pero después de desayunar voy a volver a tener energía, ¿quieres hacer algo con ella?
Él habló tan bajo que solo yo logré escucharlo, pero su expresión dejaba transmitir mucha intensidad para que lo demás se hicieran una idea de lo que me estaba diciendo.
Reprimí una sonrisa nerviosa.
—Solo si te comportas.
—¿Estás bien? —preguntó.
Levanté la vista de la mesa y me encontré con Christopher, que tenía las cejas juntas en signo de preocupación. Ahí estaba, él sabía leerme. No importaba lo que su papá dijera. Christopher y yo nos entendíamos.
Mi corazón golpeó fuerte mi pecho, sonreí provocadora.
—Si no fuera porque verte sudado me seduce, estaría perfecta.
Eso pareció convencerlo.
Colocó una mano en mi pierna y el gesto llamó la atención de Peter quien hizo una mueca de asco. Todavía no le interesaba el sexo femenino, pero quería ver cuando lo hiciera. Planeaba burlarme de él. Me acerqué un poco más a Christopher buscando su calor.
Estaba tan metida repasando mentalmente lo que había hablado con Felipe que me exalté cuando alguien se sentó en la mesa con un fuerte suspiro.
Volví mi atención a los recién llegados.
—Tengo hambre —anunció Alexa.
Ella era la versión femenina de Ethan, la única diferencia eran sus ojos cafés en lugar de turquesas. Eso sí, era guapísima y con una actitud de "todo me importa una mierda". Su aspecto agotado me daba una idea de cuan salvaje estuvo su fiesta. Christopher no me había contado nada todavía, pero el también parecía que le faltaba unas horas de sueño, así que "salvaje" parecía describirla bastante bien.
Quise fundirme con la silla cuando vi al señor Eric, el papá de Ethan y Alexa. Al parecer eso de los desayunos familiares era una especie de tradición que se tomaban muy en serio. El señor Eric saludó a todos y se excusó diciendo que le había costado alejar a Alexa de la cama. Después de los saludos la conversación giró en torno al cumpleaños número dieciocho de Alexa. Le hicieron un montón de preguntas y como lo recordaba, le seguía gustando ser el centro de atención. Se deshizo en agradecimientos a Christopher por la cámara que le obsequió, que le venía bien para el viaje que iba a hacer con sus amigas ahora que ya todas eran mayores de edad. Ella se miraba feliz, pero nadie mencionó ni una sola vez a su mamá y todos parecían haber olvidado que ella terminó en el hospital por una sobredosis. Viéndola más de cerca ella se veía entera.
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ꜱᴇᴄᴜᴇʟᴀꜱ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ || #1
RomanceA veces las heridas son más profundas de lo que imaginamos, vamos por la vida dejando todo atrás... hasta que las secuelas aparecen. Aquí estoy, cerrando el círculo enfermizo en el que seguía atrapada.