Quédate.

No Lo Voy A Permitir

-Bien, quedamos de almorzar con Marcela y tu vendrás conmigo. - Ella me miro sorprendida y negó.
-Pero hoy?.. Digo...solo mírame...además debo ir por Sofí al orfanato y...
-Hey, estas perfecta, quiero que se conozcan al fin y por Sofí no te preocupes iremos juntas por ella. - Acepto y miramos a Alexa quien miraba su celular mientras sonreía.
-Eh idiota, vienes con nosotras?
-No, vayan adelante, tengo que hacer algo antes.

Fui por mi maletín y me despedí de ella con un suave golpe en la cabeza, salimos de la oficina y espere que Michelle recogiera sus cosas, fuimos al elevador y me puse mis gafas oscuras, aun me veía como la mierda, sentía la mirada de Michelle en mi pero no dije nada, salimos y tome su mano viendo como algunos empezaban a murmurar entre ellos, le reste importancia y salimos de la empresa. Vi mi hermoso Ferrari estacionado en frente y le abrí la puerta a Michelle ganándome un tierno beso. Tiré mi maletín al asiento de atrás y subí.

-Puedes poner música si quieres. -Ella asintió y fuimos rumbo al orfanato.
Cuando llegamos Michelle prácticamente se lanzó del auto al ver que Emma salía con Sofí quien parecía estar a punto de llorar, la tomo en sus brazos y repartió besos por toda su cara, baje del auto y salude a Emma para después acercarme a Sofí.

-Hola enana, ¿no piensas saludarme? - Ella apenas me escuchó se escondió en el cuello de su madre haciéndonos reír a todas. Me miro de nuevo e hizo lo mismo, estaba jugando y le hice cosquillas para llamar su atención, ella finalmente estiró sus brazos en mi dirección y la cargué dejando besos en sus mejillas. -Me extrañaste pequeño nugget? - Mi voz sonó estúpidamente estúpida y suspire. Esta niña sería mi fin.

-Gracias por cuidarla, iremos a almorzar y luego la llevare conmigo a la empresa. Michelle hablo con su madre quien me miraba con ternura y luego se despidieron, subimos al auto y nos dirigimos al restaurante.
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Alexa
Escuche la puerta abrirse y mi sonrisa creció cuando la vi entrar.

-Hola novia mía. - Me levante y deje un beso tierno en sus labios.
-Hola, como te fue esta mañana?
-Pues llegue muy tarde y Vanesa casi me asesina, ya sabes cómo es ella.
-Siento escuchar eso. - Le reste importancia y me quede mirándola. -Que?
-Yo... Bueno... Quiero que vengas conmigo a almorzar.
-Oh, claro.
-Conmigo, con Vanesa y con Michelle.- Solté de golpe y su boca formo una "O"
-No creo que sea buena idea, no he hablado con ella y no quiero que se enoje.
-Vamos hermosa, ella estará con Vanesa, ni lo notará. - Hice un puchero y ella aceptó, celebre y le robe otro beso.-Perfecto, ahora vámonos, no quiero llegar tarde otra vez, tome su mano y salimos de la oficina.
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En el restaurante
Narrador X

- ¡Como que no vuelves hoy!

Marcela habló enojada mientras esperaba respuesta al otro lado de la línea.

-De verdad lo siento pero he estado ocupado y...
-Basta de mentiras Ricardo, estoy hasta la coronilla de esto! Llevas un mes ausente y ni siquiera se donde estas, Vanesa vendrá en cualquier momento y esta convencida de que estas aquí. ¿Que está pasando?

-No puedo mentirte. - Ricardo suspiro al otro lado de la línea.

-Que está pasando Ricardo?
-Confías en mi?
-Claro que lo hago.
-Debes prometerme que no harás nada estúpido.
-Habla de una vez.
-Se trata de Vanesa.- Marcela frunció el ceño.
-Qué pasa con ella?- Hubo un pequeño silencio y se empezó a desesperar.
-Están buscando información de ella.- Apenas Ricardo término de decir esas palabras Marcela sintió que aplastaban su corazón. No podía ser verdad.

-Que?

-Eso, estoy en Colombia, me llamaron del orfanato, dijeron que era algo urgente y volé de inmediato hasta allá.

-Por qué no me habías dicho nada?

-Quería estar seguro de lo que pasaba. - Marcela cerro los ojos y rezo para que no fuera lo que estaba pensado.

-Son ellos? - Pregunto con un hilo de voz y al otro lado de la línea Ricardo cerro los ojos.
-Cariño...
-Son ellos si o no? - Ella necesitaba saber la respuesta aunque le causara dolor.
-Si...- Un sollozo se escapó de sus labios y alejó el celular un momento mientras tomaba aire.
-No dejes que la lastimen de nuevo.- Marcela hablo como pudo y Ricardo apretó los puños.

-No la encontrarán, me voy a encargar de eso.

-Debemos hablar con ella.
-Lo haremos,
juntos, pero aún no, déjame resolver algo y volveré para hablar con ella.
-No podre mirarla a la cara sabiendo que le estamos ocultando algo tan delicado, nos va a odiar cuando se entere.
-Cariño, hablaremos con ella, nunca le hemos ocultado cosas y ahora no será la excepción.
-Promete que no dejaras que la lastimen de nuevo,debes prometerlo Ricardo.
-Lo juro, juro que nada ni nadie le hará daño de nuevo, no voy a permitir que dañen la estabilidad emocional que con tanto esfuerzo ha conseguido.
-Te amo.
-Yo te amo más, las amo, todo estará bien, es nuestra pequeña recuerdas?

Marcela lloró en silenció y segundos después termino la llamada al tiempo que sus ojos se dirigían a la puerta donde su hija entraba sonriendo mientras sostenía un bebé en sus brazos y venía acompañada de una hermosa mujer.

Nadie borraría esa sonrisa jamás... Nadie....