Quédate.

Me Odia Y Te Quiero

Narrador X

-Haber si entendí, usted se enamoró de la novia de su hermana, la cual no ve hace años y según lo que me dice lo odia.- Fredy pregunto mientras le pasaba una cerveza a Robert.
-Exactamente. Pero es que es hermosa, si usted la viera se enamoraría también, tiene unos ojos cafés que derriten a cualquiera y su sonrisa es perfecta.

Robert hablo cuan chico enamorado.

-Y entonces? - Fredy hablo dando un sorbo a su cerveza.
-Primero recuperar la confianza de Vanesa y segundo tratar de hablar con Michelle.- Fredy escupió su cerveza y cayó en cuenta de algo.

-Momento momento. - Se levantó y fue a buscar algo a la mesa, Robert lo miro confundido y Fredy llego a su lado con una revista en su mano. Buscó apresuradamente algo en las páginas y se detuvo en la que buscaba. Le mostró la foto a Robert y el abrió los ojos sorprendido.

-Ella es mi hermana.
-Oh por Dios!- Fredy habló emocionado. -Sabe quién es?
-No, no sé nada ella.
-Usted es mucho bruto no? Espere le muestro. - Miro la página detalladamente y se levantó para encender la televisión, configuro el idioma y sentó junto a su amigo.

"Tenemos la entrevista completa y en exclusiva con la prestigiosa empresaria Vanesa Ferrer quien hace poco ha iniciado un nuevo proyecto. La joven nos cuenta de que se trata.

X: Acabas de cerrar un contrato importante para la creación de una cadena hotelera por todo el país, ¿qué tan importante fue esto para ti?

V: Bueno, para mi es realmente especial el poder crear nuevas cosas para hacer crecer mi imperio. Además de eso la confianza de la familia me impulsa a siempre ir por más.

X: Nos enteramos también que Peyton Company se unió al proyecto ¿cómo fue eso?

V: Bueno, como empresarios y como familia siempre procuramos el beneficio mutuo y creo que el regreso de Alexa ha sido un factor importante para unir todo.

X: Y hablando de eso, se le ha visto muy bien acompañada últimamente, ¿como fue para ti ver el cambio de quien era tu compañera de aventuras?

La empresaria suelta una suave carcajada y se cruza de brazos.

V: Creo que fue una gran sorpresa para todos, y hermana, si estás viendo esto quiero que sepas que eres la mejor.

*Risas*

X: Pero hablando de sorpresas, tu nos has regalado una y por partida doble ¿eh? ¿Como ha sido para ti eso de salir al mundo y decidir formar una familia? Porque ya es oficial ¿no?

Gary, el entrevistador pregunto sonriendo y la empresaria mostró una tímida sonrisa, algo inusual en ella.

V: La prensa siempre un paso adelante ¿no? *Risas*. - Bueno, no me gusta hablar de mi vida privada, espero entiendan eso, solo quiero decir que son mis dos mujeres favoritas en este momento.

X: ¿Entonces adiós a la soltería?

*Más risas*

V:Efectivamente, así que mujeres, lo siento.- La empresaria habló divertida.
X:Bueno Vanesa, gracias por concedernos este espacio.
V:Gracias a ustedes.

Y así concluimos esta divertida entrevista, gracias Gary por colarte en la apretada agenda de esta importante empresaria y poder sacarle una que otra sonrisa. Al parecer sus dos mujeres favoritas han hecho estragos en su vida.

El programa finalizo y Robert a este punto estaba perdido.

-Yo...yo no sabía.
-Hermanito, yo le aconsejaría que se olvide de ese tema.
-Pero es mi hermana.
-Y la mujer de la que usted se enamoro es su pareja y aparte de eso tienen una hermosa hija. Por no mencionar que es una persona importante y todo aquel que se cruce en su camino es hombre muerto.
-Mi papá tenía razón. - Robert agachó la mirada triste. -Él un día me dijo que al pobre y al feo todo se nos va en deseo y tenía razón.
-Qué bueno que lo entienda, no creo que quiera meterse con esa fiera.
-Ya que me odia, cuénteme como es ella......

Vanesa
Termine la entrevista y fui a mi oficina con una sonrisa en mi cara. Michelle estaba recostada en el escritorio y me miraba seria.

-Hola hermosa. -Me acerqué y la abrace por la cintura.
-"Efectivamente, así que mujeres, lo siento". - Ella imitó mi voz y repitió lo que había dicho minutos antes en la entrevista.
-Qué?- Reí y ella intento liberarse de mis brazos. -Celosa señorita Hernández?
-Idiota.- Se rindió y la apreté contra mi cuerpo dejando mi cara en su cuello.
-Eres la única en mi vida, no estés celosa nena.- Hable tiernamente y me separe para acariciar su mejilla.

-Eres tan encantadora, ahora entiendo porque tienes a todas la mujeres del país babeando por ti.

Reímos y roce mis labios contra los suyos.

-Incluida tú? - Intente besarla pero se alejó.
-No necesito babear por ti, porque te tengo cada que yo quiero, y te beso cada que yo quiero. 

Levante una ceja y sus manos fueron a mi cuello guiando mis labios a los suyos en un apasionado beso. La levante e hice que se sentara en el escritorio, quede entre sus piernas y las acaricie por debajo de la falda. Gimió contra mis labios y me separe bajando a su cuello.

-Deberíamos parar. - Ella hablo sin aliento y mis manos levantaron su falda un poco.
-Deberíamos seguir. - Hable contra su cuello mientras dejaba besos húmedos en él. Mis manos llegaron a su trasero y gemí contra su cuello.

-Vanesa...- Volví a sus labios mientras bajaba lentamente sus bragas. -No me digas, sexo en la oficina?- Reí y lance las cosas del escritorio recargando a Michelle en este.
-Hablas mucho.- Me levante y cerré la puerta con seguro, baje las persianas y me quiete la ropa en tiempo récord. Me deleite con la hermosa y excitante imagen de Michelle acostada en el escritorio medio desnuda. Remojé mis labios y me subí encima de ella...

Michelle
Tenía la boca de Vanesa haciendo estragos entre mis piernas y mis manos enredadas en su cabello pegándola más a mí, trataba de contener mis gritos pero era imposible.
-Estoy cerca.- Gemí fuerte y ella me penetró con su lengua, solté un grito y sus manos fueron a mis pechos, donde masajeo y apretó como quiso.

-Me excita cuando gritas de esa manera. - Cerré los ojos y levante mis caderas contra su cara, succiono y lamió toda la zona haciendo que no aguantara más y mi cuerpo explotó en un delicioso orgasmo.

Mi respiración era agitada y Vanesa se puso a mi altura, entrelazo nuestras manos y me beso profundamente al tiempo que se movía sobre mi creando la ya conocida y maravillosa danza entre nuestros cuerpos.

Se separó un poco y me miro directo a los ojos.

-Te quiero. - Hablo con ternura mientras se movía sobre mí, lento pero enloquecedor. Era la primera vez que me decía eso y la emoción lleno mi pecho.
-Yo también te quiero. - Sonreí y ella limpio una lágrima que sin darme cuanta bajaba por mi mejilla.

-Sé que no es el lugar más romántico, pero...- Enrede mis piernas en su cintura y soltamos un gemido al sentir nuestros centros chocar. La besé para hacerla callar y sentí otro orgasmo crecer en mi interior.

-Es perfecto. - Hable sin aliento y ella grito anunciando que había llegado, llegue segundos después y caí rendida sobre el escritorio con ella en mi pecho.