Pelea

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Al día siguiente
-Vanesa! - Michelle gritó después de que el elevador sonara, apenas lo oí me metí al baño para evitar a la fiera en la que se convertiría mi novia apenas viera a los encargados de la decoración del nuevo Penthouse. Sí, mi padre ya había comprado otro.

-Vanesa! ¡Donde estas! - Reí mientras me ponía mi saco y acomodaba mi cabello. -Estas en el baño verdad? ¡quiero que salgas de ahí ahora mismo Vanesa Ferrer! 

Borre mis sonrisa y fingí que estaba sería una vez abrí la puerta.

-Podrías dejar de gritar por favor? - Dije seria reprimiendo una risita.

-Y tu podrías dejar de ser tan cínica y explicarme quienes son esas mujeres de afuera? - Se cruzó de brazos y levante una ceja.
-No sabes cuánto me excita verte enojada. - Me acerque pero ella dio un paso atrás.
-Vanesa hablo enserio. - Di otro paso y ella otro hacia atrás.
-Yo también hablo enserio, no tienes una idea de cómo estoy viéndote así. - Sus piernas tocaron la cama y me acerque más haciendo que se sentara y yo quedara a horcajadas sobre ella.

-Vanesa...- Seguía seria, pero en el fondo sus barreras estaban cayendo. La recosté y mi boca fue a su cuello y mis manos acariciaron su cuerpo por encima de su ropa, deje una leve mordida y sonreí cuando sus manos se enredaron en mi cabello acercándome a ella.

-Te odio. - Reí y fui a su oído.
-Pues yo te quiero. -Unos golpes en la puerta me hicieron maldecir a quien hubiera tocado y me levante a regañadientes, estire mi mano en dirección a Michelle y ella la tomo, salimos y fuimos a la sala donde tres mujeres nos esperaban.
Michelle
Apenas Vanesa saludo las mujeres presentes la miraron desvistiéndola con la mirada, apreté los puños y las mire seria, era unas mujerzuelas y se les notaba, las típicas mujeres que buscan aventuras con el tipo de mujeres y hombres como Vanesa, con dinero.

-Señora Ferrer buenos días. - La mayor y más seria de las tres mujeres habló y le dio la mano a mi novia de manera educada. -Le presento a mis hijas y encargadas de la decoración del nuevo Penthouse. - Apreté la mano de Vanesa para llamar su atención y ella me miro.

-Natasha te presentó a mi novia, ella será la que te diga todo sobre la decoración, si tienes alguna duda se la dices a ella, yo solo me encargaré del despacho.
-Un gusto conocerla. - Ella habló con una sonrisa honesta y la correspondí. -Bien, y aquí dice...- Ella leyó algo en su agenda y nos miró. -Un cuarto para bebé?

La sonrisa de Vanesa creció.

-Esa será la última parte, mi novia y yo nos encargaremos personalmente de ello.

Suspire resignada. Era un hecho, nos mudábamos.

-Perfecto, ¿entonces cuando desea mudarse? - Vanesa me miro pero yo aparte la mirada.
-Le llamare para avisarle.
-Pero...
-Ya escuchaste Natasha, no repito las cosas.

Vanesa hablo grosera y la mujer asintió. Las mujeres se despidieron y salieron. Me senté en un sofá y nana llego con mi hija en brazos, pero apenas me vio salto e hizo que la bajara para caminar hasta mi.

-Hola mi amor. - La cargue y le di muchos besitos.
-Ma. - Sonreí y Vanesa se sentó a mi lado.
-A mí no me saludas? - Sofí gateo hasta ella y se subió en sus piernas. -Como esta mi princesa? -Vanesa era malditamente tierna cuando se trataba de mi hija que, si yo estaba enojada, ese enojo se esfumaba apenas la escuchaba hablar -Te cuento un secreto? - Susurro fingiendo que yo no escuchaba -Mami está enojada conmigo, ¿sabes por qué? - Me cruce de brazos y reprimí una sonrisa. -Porque mami esta celosa. - Solté una carcajada y le di un golpe en la pierna.

-Eres tan idiota.
-Iris tin idiiti. -La mire mal. -Entonces, cuando quieres mudarte?
-Primero que todo no sabía que nos íbamos a mudar. Vanesa te dije que no era necesario hacer esto.
-Ya habíamos hablado de esto, pensé que querías hacerlo.
-Y quiero...
-Pero? - Ella hablo con temor y tome su mano.
-Pero tengo miedo de que cuando vivamos juntas las cosas cambien. - Ella se acomodó en el sofá y dejo a Sofí en medio de ambas.

-Por qué crees que va a cambiar algo?
-Porque siempre has vivido sola, no estas acostumbrada a convivir con alguien, mucho menos estas acostumbrada a ver desorden de un bebé y esas cosas, no quiero arruinar tu vida.

Narrador X
La expresión de Vanesa cambió por completo, se levantó de golpe y fue al enorme ventanal, se cruzó de brazos y suspiró.

-No puedo creer lo que estoy escuchando. - Habló secamente y Michelle cerro los ojos, todo rastro de ternura había desaparecido. -Llevamos ocho jodidos meses juntas, ¿qué ha cambiado en ese tiempo? Tu estas bien, yo estoy bien, Sofí está bien, nos queremos y queremos estar juntas, ¿entonces cual es el puto problema?

Se dio la vuelta enojada y Michelle dejo a Sofí en el suelo para luego acercarse a Vanesa.

-Este es el problema, quieres hacer las cosas a tu manera y si algo no te gusta simplemente sacas tu faceta de empresaria y pierdes el control.
-Y que quieres que haga entonces!?
-Empieza por dejar de gritar y actuar como una idiota. -Michelle alzo a Sofí quien empezaba a llorar por el grito. Vanesa cerro los ojos y apretó los puños al notar su error. -Iré al orfanato, no pienso hablar contigo así.
-Le pediré a Mike que te acompañe. -Vanesa habló suavemente.
-Haz lo que quieras. -Michelle se fue dejándola sola, arrepentida y con su ego herido, todo lo que más odiaba Vanesa.

Vanesa
Tome varias respiraciones y trate de calmarme. Le había gritado, le había gritado enfrente de la pequeña y la había cagado hasta el fondo. ¿Que se suponía que tenía que hacer? ¿Ir a un bar y hacer lo que siempre hacia? ¿O simplemente dejar que se le pasara el enojo y hablar? Decidí lo primero y salí del Penthouse, llamaría a Alexa y pasaría un buen rato mientras Michelle volvía a casa y todo estaría bien.

O tal vez no.

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