Quédate.

Pensar Con Caridad

Cuando desperté de nuevo me intenté mover, pero un peso a mi lado me lo impidió, Sofí dormía plácidamente, sonreí bobamente y la puerta se abrió. Entró Alexa, Marcela y por último Ricardo quien parecía que en cualquier momento se fuera a derrumbar.

-Hola. - Marcela fue la primera en hablar y se acercó a la camilla, Ricardo al otro lado y Alexa se quedó en los pies de la camilla con los brazos cruzados, nunca la había visto como estaba ahora, tenia ojeras enormes, estaba pálida y sus labios parecían un desierto, su mirada perdida y sin brillo.

-Cómo te sientes? - Marcela continuó con cuidado.
-Como si me hubieran arrancado el corazón después de atravesarlo con mil dagas ardientes, así me siento.

-Realmente lo sentimos...
-Lo sentí más yo sabes? - Hable sarcástica.
-Vanesa. - Ricardo hablo pero le interrumpí.
-Sé que debemos hablar, soy consciente de ello, pero ahora no quiero, tengo mil mierdas en la cabeza y necesito pensar bien antes de hacer cualquier cosa.
-Tienes razón, lo que paso anoche se nos salió de las manos y terminamos hiriéndonos.

-Lo sé, y solo puedo decirte que lo siento.
-Está bien hablaremos luego, por ahora solo debes estar en reposo.
-Donde esta Michelle?
-Se fue a traer algo de ropa para la pequeña.
-Cuando me puedo ir?
-Mañana según como evoluciones.
-Me quiero ir ahora. - Él sonrió por primera vez en el día.
-Lo caprichosa no se va eh? - Me obligué a sonreír y negué. -Haré lo que pueda, te veo luego. - El salió y suspire de alivio al ver que tal vez las cosas mejorarían.

Solo... Tal vez....

Michelle
Llegue al hospital pero antes de entrar me senté en una silla llevando mis manos a la cara. Tenía muchas cosas en mi cabeza que me abrumaban. La pelea de anoche me había dejado confundida. Fui a acostar a Sofí y cuando regrese escuche los gritos.

"Tú no eres mi padre!"

Esa frase se repetía una y otra vez. ¿Cómo que no era su padre? ¿Que se suponía que significaba eso?  aun quedaban cosas que no terminaban de caberme en la cabeza, pero ahora no podía pensar con claridad, quería hablar con Vanesa y preguntarle acerca de eso, pero sabía que  no era el momento. Me levante y cuando iba a empezar a caminar una silueta familiar paso por mi lado.

-Hey.

El hombre me miro confundido, pero cuando vio que era yo sonrió y se acercó.

-H..hola.- Hablo nervioso y se llevó las manos a su cuello.
-Tú estabas en el orfanato no?
-S..sí. Yo Umm. - Sonreí al ver cómo le costaba hablar y casi no me miraba a los ojos. Pero recordé el incidente con Vanesa y me arriesgué a tocar el tema aprovechando que ambos nos entendíamos. En el idioma por supuesto.

-Conoces a Vanesa? - El abrió los ojos como platos y miro a todos lados.
-Yo...yo no...- Mike y otros escoltas llegaron hasta mi rápidamente.
-Señorita Michelle está todo bien?- Mike habló serio mirando de reojo al hombre quien dio un paso atrás.

-Está todo bien.- Hable grosera y el levantó una ceja.
-Le voy a pedir que me acompañe adentro, a la señora no le va a agradar verla hablar con ese hombre. - Rodé los ojos y apreté los puños. ¿Con que derecho hablaba de alguien a quien no conocía? El hombre parecía amable y quería conversar con él, ¿cuál era el  problema?

-Mike con todo respeto, tu trabajas para Vanesa, así que a mi déjame tranquila, se cuidarme sola. - No quería sonar grosera pero fracase.
-Solo hago mi trabajo.
-Tu trabajo es cuidar de Vanesa y...
-Y todo aquel que sea importante para ella. - Me interrumpió y escuche como el hombre se aclaraba la garganta.

-Yo... Bueno, me preguntaba si tu quieres salir a tomar algo o no se...
-Podríamos intercambiar números y así quedar algún día.- El parecía contento con mi respuesta y entonces caí en cuenta. ¿Que se supone que estaba haciendo? ¿En verdad estaba quedando para salir con un completo desconocido? Pero, ¿qué hay de malo en salir y conocer más personas? 

Vanesa
Sofí se había despertado y tuve que alzarla para que no llorara, Alexa había salido hace un momento y en toda la hora que estuvo no había pronunciado palabra alguna. Me sentí mal pero no dije nada. Con Sofí en mis brazos me levante y camine por la habitación, llegue a la ventana y casi dejo caer a la pequeña cuando vi a las personas reunidas en la entrada del hospital.

Recordé las palabras de Ricardo y mi corazón empezó a latir como loco, apreté el puño de mi mano libre ya que la otra estaba cargando a Sofí quien balbuceo cosas y señalo a su madre que sonreía hablando con ese hombre.

-Parece que mami está encantada hablando con su nuevo amigo. - Hable enojada, pero obvio no recibí respuesta. -Quién eres y que buscas aquí. - Hable de nuevo y la puerta se abrió revelando a Alexa

-Pasa algo? ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo? - La mire un segundo y mire por la ventana.
Ella se puso a mi lado y suspiro cuando vio lo mismo que yo.

-Ese bastardo de nuevo? - Hablo enojada y cerré los ojos.... Ese bastardo.... Ese bastardo puede ser mi hermano.

Flashback
Años atrás