Quédate.

Reencuentro

-Bueno caballeros, manos a la obra.

Hable y los presentes sonrieron y empezaron a comentar acerca del proyecto que traería beneficios a Industrias Ferrer y Peyton Company.

-Realmente se vienen cosas muy buenas para nosotros.- Chris me hablo sonriendo y asentí.
-Así es, nunca entendí porque mi padre cancelo el proyecto.
-A veces hay que sacrificar algunas cosas para recibir mejores a futuro.

Esa frase se grabó automática en miente y borre mi sonrisa, ¿y si eso había pasado en mi historia con Michelle? ¿Y si habernos separado solo significaba estar juntas para siempre?

-Bien, Vanesa tú dirás dónde quieres que empecemos.- Scott habló emocionado y con Chris nos miramos.
-Miami. Y empezamos ahora mismo, me voy a encargar personalmente de dirigir y supervisar la construcción allí.

-No creo que sea necesario, tenemos personal suficiente para...- Scott habló de nuevo y Chris lo interrumpió.
-Si ella quiere encargarse del proyecto de Miami así será Scott. ¿Alguna otra duda o sugerencia?

Los presentes negaron y sonreí levantándome.

-Perfecto, entonces si no es nada más me retiro, buen día.

Salí de la sala y me quité el saco, por que hace tanto calor?

-Vanesa.

Me giré y me encontré a Chris.

-Que pasa tío.
-Estuviste excepcional allí adentro te felicito.
-Gracias. Un trago?
-Claro.- Se sentó en el sofá y le pase un whisky. -Cómo están los peques?

-Genial, hable con Damian esta mañana y dijo que tenía una sorpresa para mí. Viajare de inmediato a Miami.
-Como le fue en su primer día de clase?
-Estupendo, dijo que algunas niñas lo acosaron ya que era el más guapo de la clase.- Reímos y recordé a mi pequeño.

-Entonces no te quito más tiempo.
-Vale, te veo luego, saluda a mi tía de mi parte.
-Lo haré, saludos a los peques.- Nos despedimos y firme unos documentos antes de irme.

Michelle
-Buenos días tesoro.- Sentí unos cálidos brazos rodearme por detrás y un suave beso en mi mejilla, cerré los ojos y suspire. No eran sus labios, no eran sus brazos.

-Buenos días.
-Cómo has dormido?
-Bien y tú?
-De maravilla.- Me salí de sus brazos y seguí haciendo el desayuno.

-Mamá! mamá!- Damian entro corriendo a la cocina y llamo mi atención.
-Que pasa cariño?
-Donde está la ropa que me regalo Mami?

Pase saliva.

-Cariño, habíamos quedado que hoy usarías el traje que yo te regale.

Katy hablo tiernamente y observe el ceño fruncido de Damian.

-Pero quiero usar el que mami me regalo.

Se cruzó de brazos enojado y me mordí el labio reprimiendo una sonrisa. "Mami" era Vanesa quien hoy vendría para salir con ellos, y llevarlos a un lugar "sorpresa".

Recordarla hacia que mi corazón se agitara de nervios y emoción. Habían pasado cinco meses desde aquel día en que la "abandone" por así decirlo. Cinco meses durmiendo sin sus brazos alrededor de mi cintura, sin sus besos, sus caricias, su toque, su olor, sin ella...

Pero tenía que hacerlo, ella debía darse cuenta de sus errores y las cosas que hacia mal, necesitaba arreglar su vida y la distancia ayudaría, fue por eso que nunca le prohibí ver a los niños, ella los necesitaba y quería aprovechar cada minuto con ellos.

Pero desde ese día no he vuelto a verla, siempre que venía a verlos, inventaba alguna excusa para ausentarme y no verla. ¿Por qué? Bueno, no sabía cómo reaccionaría al verla de nuevo, de seguro caería rendida ante sus encantos.