Quédate.

Mi Cielo

Vanesa
Al salir del restaurante, la prensa nos atacó.

X: ¡Vanesa! Cómo va el proyecto de la cadena hotelera?
-Estamos trabajando en ello. 
X:Estuviste en el hospital, son ciertos los rumores de que tuviste una sobredosis por consumir drogas? - Espera que?
-No sé de dónde has sacado eso. - Hable enojada, y donde mierda esta Mike?
X:Quienes son ellas?
-No te importa. -Hablé molesta y vi a las mujeres quienes estaban en la puerta del restaurante, a lo lejos vi a Mike y sus hombres corriendo y rodé los ojos. -Una falla más y te largas oíste? - El asintió apenado y alejaron a los periodistas, subimos al auto y deje que Michelle cargara a Sofí.

Cuando llegamos al Penthouse no espere y subí al elevador, entre y fui al despacho cerrando de un portazo. Estaba frustrada, porque siempre arruinan mis momentos más tranquilos?
Tome el celular y marque el número de mi padre.

-Viste las noticias?- Hable apenas contesto.
-Si hija, acabo de verlas, no sé de donde han sacado eso.
-Arreglalo oíste?

-Lo haré, no te preocupes.

Lance el movil y serví un trago. Me senté y encendí el portátil, necesitaba adelantar trabajo de la empresa y me tomaría toda la tarde. 

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Perdí la noción del tiempo y cuando vi la hora el reloj marcaba las 7:30 la puerta del despacho se abrió y Michelle entró.

-Hey, aquí éstas. - Ella se acercó al escritorio. -Que estás haciendo?
-Estaba arreglando algunas cosas de la empresa. - Le hice señas de que se acercara y la senté en mi regazo.
-No deberías trabajar tanto. -Hablo pasando sus manos por mi cuello
-Tengo que hacerlo, la empresa depende de mí.- Ella sonrió y se acercó para besarme, primero lento y después profundo, apreté su cintura y suspire. Se acomodó a horcajadas sobre mí y presionó sus caderas contra mi entrepierna.

-Si sigues así no saldrás de aquí pronto. - El deseo se hizo presente y baje mis besos a su cuello escuchando como reía. Se volvió a mover sobre mí y subí mis manos por su espalda para acariciar. Mordí su cuello con suavidad y dos golpes en la puerta me hicieron cerrar los ojos y maldecir. Michelle se bajó de mis piernas y acomodo su ropa con la respiración algo agitada.
-Salvada por la campana. - Murmuré y le di un beso rápido.
-Adelante.

La puerta se abrió y Sandra entro.

-Hola.
-Pasa algo?
-No, bueno si, prepare la cena.
-Preparaste la cena? - Pregunte confundida.
-Si, bueno, me tome el atrevimiento de hacerlo, espero que no te moleste.

Michelle se encogió hombros.

-Espero que te hubiera quedado deliciosa.

Levante una ceja y me dio otro beso para luego entrelazar nuestras manos y llevarme afuera.

-Nena no tengo hambre. - Me senté y un olor familiar llego hasta mí.
-Y bien, que preparaste? - Michelle hablo y Amanda entró a la cocina notando el delicioso olor.
-Es un plato especial para Vanesa. - Sirvió un plato y fruncí el ceño, lo dejó en la mesa y abrí los ojos sorprendida.

-Pasta...-Murmuré y las mire.-Es genial, como lo supiste?
-Mi mamá ayudó un poco, me dijo que te gustaba cuando pequeña. - Mire a Amanda y ella agachó la mirada.
-Gracias. -Dije sincera y ellas sonrieron, Michelle salió por Sofí y después comimos en silencio, yo hacía sonidos de agrado al comer y ellas reían, amaba la pasta con pollo y salchichas, lo siento, la amo nada que hacer.
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-Que haces. - Abrace a Michelle por detrás.
-Preparo en biberón de Sofí. -Bese su mejilla mientras mi mano derecha se posaba en su estómago por debajo de su blusa y acariciaba.
-Puedo darle de comer? - Baje mi mano unos centímetros más y ella suspiro.
-Claro. - Bese su cuello y ella gimió. -Para. - Reímos y ella me golpeo el brazo, me paso en biberón y fuimos a la habitación, al pasar por la sala vimos a Amanda y a Sandra viendo televisión en el enorme plasma.

-Necesitan algo? - Pregunte mientras Michelle se adelantaba al cuarto.
-No, gracias.
-Estaremos en la habitación si necesitan algo.
-Gracias.
-Pueden hacer lo que quieran, están en su casa.- Ellas asintieron y fui al cuarto. Entre y Michelle jugaba con Sofí.

-Maa. - Sonreí y me acerque.
-Hola bebé. - Me acosté en la cama y ella gateo hasta subirse en mi pecho. -Hoy Ma te dará de comer si?
-Omer!!

Balbuceo y supuse que significaba "comer".  Reímos y me apoye en el respaldo de la cama, la acomode en mis brazos y Michelle me paso el biberón.

-Haber pequeño nugget. - Levante el biberón y ella corrió la cara, escuché la risa de Michelle y vi que encendió la tele. Puso un programa infantil y Sofí puso toda su atención en él, acerque el biberón de nuevo y ella lo tomo mientras veía la tele, sonreí con ternura y la mire, sus ojitos color avellana me miraron y sentí mi corazón dar un vuelco. Era tan preciosa y tenía la dicha de poder llamarle mi hija.

Era un momento tan perfecto el solo hecho de tenerla en mis brazos y hacer algo tan simple como darle de comer.

-Eso es princesa...- Susurré y ella volvió a mirar la tele, me fijé en la pantalla y allí salían los personajes de Monster University. -Te gusta el gatito? - Hable con ternura y ella me miro jugando con sus manitos y moviendo sus pies. -A mí también me gusta mucho.

Miré a Michelle y me veía con tanto amor y ternura que sentí mi mundo moverse.

-Eres tan linda. - Sin poder evitarlo me sonroje y mire a Sofí. -Oh Dios te has sonrojado!
-Cállate. - Reímos y ella se acercó para besar mi mejilla.
-Quien lo diría, "la arrogante empresaria Vanesa Ferrer se ha sonrojado por el cumplido de una chica " - Entrecerré los ojos y la mire riendo.
-Pero no cualquier chica, es mi chica.- Ella me miro y se acercó para besarme.
-Te quiero. - Susurro contra mis labios y junto su frente con la mía.
-Yo también te quiero.- Nos miramos a los ojos y sonreímos.

Me fije en Sofí quien se había dormido y deje el biberón a un lado.

-Descansa princesa, te quiero mucho bebé.

La deje en su cuna con cuidado y dejé un suave beso en su frente, la tape con las mantas y salí un momento.

Las luces de la sala estaban apagadas así que supuse que se habían ido a dormir. Entre a la habitación y vi que Michelle se estaba desvistiendo quedando solo en bragas y sostén blanco. Entre sin hacer ruido y la abrace por detrás y ella se sobresaltó, deje mi cara en el hueco de su cuello y un pequeño beso.

-Me asustaste.
-Lo siento. - Empecé a repartir besos por su cuello y mis manos acariciaron su abdomen, que a pesar de haber estado embarazada, estaba plano y bien formado.
-Amor que haces...- Susurro y sonreí.
-Te doy Amor