Quédate.

Adiós Alessia

Los invitados ya estaban reunidos en la mesa del jardín al lado de Damian quien estaba emocionado por partir su pastel y abrir sus regalos.

Me fije en Vanesa que seguía conversando con Alessia. En algunas ocasiones, hacía gestos y muecas de frustración y exasperación, la señora Duncan estaba al pendiente de la conversación también y el señor Ferrer apenas las había visto juntas había negado divertido y se había ido al lado de su nieto.
Las seguí mirando y me pregunte que tanto tenían que aclarar.

Vanesa
-Entonces no pasó nada más?

Me sentí ligeramente más feliz.

-No, no se que tenía esa bebida pero te dejo inconsciente, al principio me asuste, luego le pregunté a Julián y me contó que era una bebida solo para campeones.

Rodé los ojos.

-Me pude haber muerto sabias?

Ella sonrió un poco.

-Me asuste mucho para ser sincera.
-Recuerdo que estabas desnuda.
-Eso fue lo último que viste si, y tranquila, no pasó nada más.

-Yo... Lo siento.- Ella aparto la mirada y negó sonriendo triste.
-Yo soy quien lo siente, parte de lo que pasó anoche no debió pasar Vanesa, y lo sabes.

-Si paso fue porque ambas lo queríamos en un principio Alessia. - Acaricie mi cuello nerviosa y hable. -Tal vez fue el deseo acumulado después de tantos años, me dejé llevar por los momentos que compartimos y bueno...

-Tienes razón, no pensamos bien las cosas y nos dejamos llevar. Decir que me arrepiento sería una gran mentira Vanesa, yo quería esto más que nada y de algún modo te utilice para saber en qué punto estaban mis sentimientos por ti.

-Y encontraste respuesta?

Ella asintió y sonrió débilmente mientras se acercaba y ponía una mano en mi mejilla.

-La respuesta es que te amo. -Mi respiración se quedó atrapada en mi pecho y me paralice. -Siempre lo he hecho y siempre lo haré, fuiste la persona que marcó mi vida y te robaste mi corazón.

-Yo...-Empecé pero puso su dedo en mis labios.
-Está bien, no espero que me correspondas, tienes una vida y una familia maravillosa y creo que ya he arruinado mucho las cosas.
-Ella lo sabe todo.

Alessia miro por encima de mi hombro haciendo una mueca.

-Ella probablemente quiera sacarme a patadas de aquí y la entiendo.

No dije nada y la quedé mirando con cariño.

-Tu siempre serás la primera Alessia y lo sabes, pero Michelle será la única en mi vida, tú me enseñaste mucho y lo agradezco.

-Disfrute mucho ese tiempo, gracias por todo.
-Gracias a ti por aclarar y ayudarme a despejar dudas.
-Era lo menos que podía hacer.

Sonreí.

-Me tengo que ir.
-Puedes quedarte.
-No. Siento la mirada asesina de tu prometida en mí y créeme, quiero llegar a Italia viva.

Fruncí el ceño por su comentario y ella tapó su boca.

-Italia?
-Ups. - Rodó los ojos. -Me voy a Italia con mi hermano y de alguna manera quería dejar todo claro antes de irme.
-Pues ya todo está bien, y te deseo lo mejor entonces.

Metí las manos a los bolsillos del pantalón y sonreí.

-Gracias, por todo. Entonces, sin rencores?
-Sin rencores.- Hable tranquila y ella se acercó para dejar un delicado beso en mi mejilla y delinear mis labios con su dedo índice.