Quédate.

Humilde Hogar

Narrador X
- No me dijiste que irías a desayunar con ella.- La empresaria hablo sin parecer molesta pero fracaso.
-No creí importante mencionarlo, estas molesta?
-No - Michelle asintió pero sabía que mentía, la manera en que apretaba el volante era una clara señal de su molestia.
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Minutos después Vanesa entraba al parqueadero de un edificio enorme, Michelle miro a su alrededor pero no dijo nada. Vanesa se bajó y le abrió la puerta para ayudarla a bajar haciendo a Michelle sonreír.

-Dónde estamos?
-En mi humilde hogar - Vanesa sonrió y tomo su mano para entrar al elevador.

Cuando llegaron arriba Michelle abrió la boca sorprendida. Era un departamento hermoso y lujoso, entraron y vio la hermosa vista que un ventanal enorme le ofrecía, la sala de estar era como el departamento donde ella vivía, había unas escaleras que llevaban a la planta de arriba, los sofás de cuero eran enormes y había un plasma enorme colgado en la pared, y junto a él lo que parecía ser una consola de videojuegos.

-Te gusta?- Vanesa preguntó a su lado y Michelle asintió.
-Pues de humilde no tiene nada - Ambas rieron y Vanesa la sorprendió con un beso rápido en su mejilla.
-Ponte cómoda, iré a buscar a mi nana - Michelle sonrió como enamorada y se sentó en el enorme sofá con su hija en su regazo.
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-Nana!
-Hola, que sorpresa.
-Lo sé, como estas? - Pregunto mientras se acercaba y miraba las ollas buscando comida.
-Bien y por lo que veo vienes con hambre - La empresaria hizo un puchero y asintió.
-El vuelo ha salido temprano y no he alcanzado a comer nada.
-Bueno, siéntate y ya te sirvo.
-Bien, pero antes quiero que conozcas a alguien, ven acá.- La tomo de la mano y la arrastró a la sala de estar. Michelle apenas las vio se levantó y sonrió apenada.

-Nana, te presento a Michelle, Michelle ella es mi nana.- Las dos se saludaron y nana se fijó en la pequeña en brazos de su madre.
-Y ella es Sofí, hija de Michelle - Vanesa sonrió y su nana la miro con los ojos abiertos pero no dijo nada.
-Hola preciosa - Todas sonrieron cuando la pequeña se escondió en el cuello de su madre.

-Entonces, ¿desayuno para tres?

-Por favor nana, muero de hambre. - Vanesa habló mientras se tiraba en el sofá. Nana asintió y se fue a la cocina. - Ven acá. - Michelle se sentó a su lado y la empresaria paso un brazo por sus hombros con cuidado de no lastimar a Sofí y la atrajo para darle un beso profundo que hizo que ambas suspiraran. Mordió el labio de Michelle suavemente y luego lo succionó, iba a profundizarlo más, pero unas manitos en su mejilla se lo impidieron. Se separó y miro a Sofí quien sonreía y las miraba.

-A ti quien te llamo enana? - Michelle le dio un codazo mientras reía. - Auch, está bien lo siento. 

Las dos se miraron y Vanesa volvió a besarla, esta vez con más pasión mientras pasaba su otro brazo por la espalda de la bebé de manera que las abrazaba a ambas. El beso fue más corto ya que alguien se aclaró la garganta y las hizo separar.

-El desayuno ya esta servido.- Nana le dio una mirada cómplice a Vanesa quien le guiño y ayudo a levantar a una sonrojada Michelle.
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-Quieres salir y hacer algo? - Vanesa preguntó mientras se levantaba y dejaba los platos sucios en el lava platos.
-Tú quieres? - Michelle habló mientras limpiaba la boca de Sofí.
-La verdad prefiero quedarme aquí contigo y con el pequeño nugget haciendo cualquier cosa.

-Me gusta.

-Una peli?
-Claro. -Michelle se acomodó con Sofí en su regazo y Vanesa preparó la película, fue a la habitación y trajo una manta.
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Michelle
Sentí los labios de Vanesa en mi cuello y me hizo estremecer. Sofí se había dormido hace un rato y yo trataba de concentrarme en la película.
-Que haces?
-Nada - Ella siguió dejando besos en mi cuello y luego paso a mi mejilla. Esta mujer seria mi fin.
-Puedo recostar a Sofí en algún lado?
-Claro, ven.- Me levante y trate de relajarme, de un momento a otro se sentía demasiada calor. Entramos a una habitación enorme, una cama gigante, un armario que llegaba hasta el techo y una puerta que de seguro era el baño, un televisor más grande que el de la sala y una mesita de noche. Recosté a Sofí y Vanesa llego con muchas almohadas para poner alrededor, me separé y vi el cuidado con el que Vanesa ponía las almohadas. Sonreí y la vi levantar la mirada sonriendo también.

-Que?
Negué y salí, sentí unos brazos rodearme por detrás y unos suaves labios en mi mejilla.-Dime
-Me gusta la conexión que tienes con ella - La escuche reír y llegamos a la sala al tiempo que nana salía de la cocina, no dijo nada y salió del edificio.

-Pensé que eran ideas mías sobre la conexión que teníamos - Vanesa se separó de mí y nos sentamos de nuevo.
-Te molesta? - Pregunte con cuidado y puse una mano en su pierna.
-No, es más, me gusta, hace que mi corazón lata rápido. Algo que nunca había sucedido, pero si me asusta como la mierda sabes - Ella tenía la mirada pérdida y me acerque más.

-Por qué te asusta? - Ella no me miro y con una mano tome su barbilla para que me mirara.