¡Al Fin!

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-Umm, venía a hablar con ustedes sobre nuestro regalo de cumpleaños para Damian.
Ricardo hablo con cuidado y Michelle le dio una mirada rápida a los niños que seguían durmiendo.

-Creí que ya se lo habían entregado.

Vanesa habló seria aún en su sitio y Ricardo negó.

-Con tu madre quedamos en que sería una sorpresa.
-Y?
-Necesitamos tu permiso y el de Michelle para llevar a los niños a Orlando.

-Orlando?

Preguntaron al tiempo y Ricardo se llevó una mano al cuello.

-A Disney World.

Vanesa y Michelle se miraron y Ricardo sonrió nervioso.

-Yo... No puedo aceptarlo, ya fueron demasiados regalos por hoy y...

Michelle empezó, pero Vanesa bufo y la interrumpió.

-Cuando?
-Hoy.
-Cuantos días?
-Dos o tres días.
-Perfecto, alistaremos sus cosas y bajaremos cuando despierten.

-Genial, alistare el jet entonces.

Ricardo salió y Michelle le tiro una almohada en la cara a Vanesa una vez la puerta se cerró.

- ¡Auch! ¿Y eso que ha sido?

Preguntó sobando su cara y levantando la almohada.

-No puedes decidir sola, son mis hijos también.

Michelle habló indignada y Vanesa rodó los ojos.

-Son sus nietos también y si quiere llevarlos a Orlando puede hacerlo. ¿No vamos a discutir por eso o sí? No confías en mis padres acaso?
-No es eso, es solo que...
-Que Michelle? ¿Cuál es problema?

Michelle apartó la mirada y negó, la conversación había subido de tono y Vanesa lo comprendió también.

-No quise hablarte así, lo siento.
-Nunca he estado tantos días lejos de ellos.
-Nena, sólo son tres días, además podemos tener tiempo para nosotras, lo necesitamos.

Michelle la miro, tenía razón, no habían tenido tiempo de hablar bien las cosas, y necesitaban tiempo como pareja.

-Tienes razón.

Vanesa sonrió y se sentó a su lado tomándola del cuello y acercándola para besarla, primero lento y profundo y luego más apasionado.

-Que dices de una cena romántica, solo tú y yo, alejadas de todo este alboroto y simplemente disfrutando de la otra.

Vanesa habló juntando sus frentes y dejando un beso en la punta de la nariz de Michelle.

-Me parece genial.
-Te parece mañana? Podríamos estar todo el día juntas, te enseñaría la cuidad y conocerías la mansión completa.
-No tienes que estar en la empresa?
-Me tomare el día libre.

La empresaria se encogió de hombros y Michelle sonrió acercándose para juntar sus labios una vez más hasta que un suave bostezo las hizo separarse.

-Por qué siempre tienes que interrumpir pequeño nugget?

Vanesa río y la cargo repartiendo besos por toda su carita.

-Maa uta.

Michelle se tapó la boca para evitar reír y Vanesa rodó los ojos.

-Voy a tener que hablar seriamente con Alexa.

Rieron y Michelle se levantó para alistar las cosas para los niños.

-Amor?

Michelle habló buscando la ropa en la maleta de viaje.

Quédate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora