..¡Buh!..

39.2K 4.1K 764
                                    

-Podrías q-quitarte de encima!?- Dije en un susurro forcejeando con el muy idiota.

Él solo reía. Como siempre.

Yo estaba alterada, enojada y nerviosa.

-No quiero...-Dijo alzando una ceja.

Martina se sentó en la esquina de la cama, mientras yo me hacía la dormida.

¡Es MUY difícil hacerse la dormida mientras alguien está encima tuyo!

Yo trataba de mantener mis ojos cerrados, porque si los abría mataría con la mirada a mi amigo el idiota y lo más seguro era que Martina se diera cuenta.

Martina terminó acostada a mi lado y empezó a preguntar cosas como siempre...

-Yyyy Dónde está tu amigo?- Dijo con curiosidad.

-No lo sé... Tal vez matando a alguien.

Escuché una carcajada por parte del bicho raro.

-Quisiera yo!!!-Dijo dando un suspiro el joven demonio.

Nos quedamos en silencio unos minutos.

Hasta que por finn se quitó de encima mío.

Abrí los ojos y lo fulminé con la mirada...

Hay que admitir que es un idiota cuando quiere. Ese papel de provocador e irritador le sale muyy bien.

-Por qué no bajamos un rato?- Dijo Martina levantándose de mi cama.

-Adelántate. Yo bajo en un minuto.

Así Martina salió del cuarto.

Cuando ya había salido totalmente...

-ERES UN IDIOTA!- Le lancé todo, TODO lo que tenía a mi alrededor.

-Gracias...-Dijo haciendo una reverencia. Ridículo.

-POR QUÉ SIEMPRE TIENES QUE ENTRAR EN MI ESPACIO PERSONAL?!- Dije fuertemente.

Clavó sus ojos rojos en mí, sonriendo.

-La verdad es que, me gusta cuando te sonrojas... Tus cachetes se vuelven del mismo color de mis ojos.- Seguía sonriendo.

-....- Bufé y me levanté para salir del cuarto.

Pero una mano me detuvo.

Me tomó de la muñeca haciendo que volteara.

-Recuerda nuestro trato...

-HAS LO QUE QUIERAS!! Vale??! Pero hoyy mismo tienes que mostrarte ante Martina...- Toqué su pecho con un dedo fuertemente.

-Lo que quiera?...

Salí del cuarto ignorándolo.

Me tenía harta! Desde que él llegó a mi casa, vivo nerviosa las veinticuatro horas del día.

¡No me importa lo que haga!

Solo quería que me dejara en paz.

NO quería que me tocara, ni que se acercara. Claramente está jugando conmigo...

Bajé echando humo.

Si, me molesté.

....

Cuando llegué a la sala, Martina estaba sentada hablando con mi mamá. Parecían mejores amigas.

Reían mucho.

Solo me senté junto a ellas.

Así pasaron varios minutos. Ellas hablaban y yo miraba a la nada.

Mi amigo el demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora