Llegamos a casa alrededor de las 6 de la tarde. Entre tiendas y tiendas se nos fue el tiempo volando, tuvimos una tarde de "Chicas", con la única diferencia de que no somos nada femeninas y entrabamos en puras tiendas de videojuegos e instrumentos musicales, entre otras cosas como heladerías...y MUCHAS TIENDAS DE CHUCHES.
.......
-¡Llegamoss!- Dije al entrar a la casa.
Martina se lanzó a un sofá.
Yo estaba a punto de reventar de tanta porquería que comimos. Quedé gorda. Nono... QUEDAMOS gordas.
Les sonará estúpido o tal vez un poco paranoico, pero hicimos esto porque seguramente terminemos muertas cuando robemos ese cuaderno de mierda.
¡Maldigo mi curiosidad!
Sé que tengo la capacidad de decir "No" ante estas cosas, pero la parte de mí que le gustan las cosas paranormales y anormales me gana, ella es la que controla mis acciones cuando de esto se trata. Lo séé... MASOQUISTA, BIPOLAR me dirán ustedes. Pero lo siento, soy así, no tengo remedio, y además, todos me aman así...
-¿En donde estaban?- Dijo mi mamá cuando nos vio, sus brazos estaban cruzados, y su cara era de molestia.
-¡HOLA AMÁ!-Dijo Martina desde el sofá saludando con sus manos.
Mis labios se aplanaron al escuchar ese apodo. Es MI mamá, no la de ella.
-Holaa Marti -Dijo dulcemente.-Y tu... Dime, ¿Dónde estaban?- Se dirigió a mí cambiando su tono de voz y volviendo a su posición inicial.
-¿Por lo menos puedes tratarme con cariño? A ella si, a mí no, ¿verdad?-Las palabras salieron fríamente sin importarme nada.
Martina rió sonoramente tapándose la cabeza con un cojín.
-¿Celosa? *risas* Andrea, entiende, no te quieren NI en tu casa- Continuó mi amiga arrogantemente.
La miré con la cara de asesina que aprendí de Abiel.
-Cállense las dos... Y respondan, ¿en dónde estaban?-Respondió mamá con semblante serio.
Suspiré fastidiada.
-Fuimos a comer helados...
-Y pizza, y fresas, y cerezas, y chuches, y papas fritas, y
-JA JA JA Que chistosaaa!- Dije riéndome falsamente para que se callara la boca.-Comimos helados *Risas*
-MUCHOS helados...
-Martinaaa...-Dije amenazadoramente entre dientes.
-Perdón... jijiji...
Mi madre nos miraba con los brazos cruzados. Su ceño se frunció más.
-¡Y FUERON INCAPACES DE TRAERME UNO! MALAS HIJAS...
Martina y yo compartimos miradas.
Ella es la única madre en la tierra que se molesta porque no le compramos un helado y no porque llegamos a las seis sin haberle dicho en donde estabamos.
Aunque no le dije, porque ella nunca se interesó en saber a donde íbamos.
Suspiré y acto seguido me lancé el sofá junto con Martina...
-No me ignores...-Insistió mi madre.
Cerré los ojos haciéndome la dormida.
-Por eso es que quiero más a Marti...
¡¿WHATT?!
-¡Tómalo!-Dijo Martina riendo.
Me tienen harta. Martina esto, Martina aquello... y no, NO ESTOY CELOSA.
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Mi amigo el demonio
Paranormal-AAHHHHHHH! UN FANTASMA! -Corrección, un demonio... -AAHHHHHHH! UN DEMONIO! -Un gusto conocerte!