Perfecto.
Ahora no sé qué coño hacer.Maldito Ose.
Malditos todos.Incluso estoy dudando.
Ir a casa de Andrea o a la entrada del infierno. ¡¿Qué hago?!
Lanzarme de un edificio y estamparme contra el piso para dormir mejor... Si, hagamos eso.No, no, no hay tiempo para dormir.
-...- Me detuve un poco lejos de la casa. Solo dejé de pensarlo y fui a parar donde Andrea.
Al menos no tardé nada.
-Si tan solo lo hubiera matado cuando pude... ¡Estuve tan cerca de hacerlo! - Grité al viento dejándome llevar por la obstinación. - Maldi...
Corrí hasta la entrada.
Todo oscuro... Eso es raro si estamos hablando de su casa... ¡Siempre tiene luces encendidas!
Si fuera la mía no sería nada extraño... ¿Pero ella?-Uy... - No me dio buena espina.
Entré sin más.
No se escucha ni el más mínimo ruido.Directo a su cuarto, señores.
.......
No dejo de pensar que todo esto es por mi culpa...
No está. Así que deduzco que los imbéciles esos se largaron con ella bajo su poder.
Debí hacerle caso a Ose por primera vez en mi vida.Todo está como lo recuerdo.
Ah, y...
-Por tu culpa...
Cuando estaba subiendo las escaleras una voz nerviosa sonó a mis espaldas.
-¡Hey! - Aquella voz intentó llamar mi atención repetidas veces... Pero no tengo intención de quedarme hablando y escuchar ciertas cosas que ya sé que son verdad. - ¡Abiel!
-Sh, sh, sh, cállate, cállate... - Seguí mi camino.
Siguiente paso; revisar el cuarto...
-Se la llevaron, idiota... - Y la estúpida seguía y seguía. Definitivamente, Martina nunca se calla.
-...- La ignoré.
-¡¿Me estás escuchando?! - Dijo llorando.
-Mira, niña, ya lo sé... -Dije volteando para verla directamente. - Ahora sácate de aquí, estorbas.
Se quedó privada y solo escuché sus sollozos.
Mejor así.Y será mejor que me relaje también, porque si sigo así puedo cometer una locura... Y nadie quiere eso ¿O si?
No, no, no... Si me dejo llevar posiblemente las tripas de Martina terminen regadas por el suelo por culpa de su intensidad y fastidio. Puras lágrimas, no sabe hacer nada más productivo... No entiende que yo soy su única salvación, ¿Cómo osa atacarme de tal manera? Por estas cosas no me agradan los humanos... Actúan según sus sentimientos lo indican y ni siquiera piensan si eso dejará un resultado favorable o no. Si hubiera sido el Samael de hace unos años el que entrara por esa puerta, ya esa ridícula estuviera muerta... No, no, mejor dicho... ¡No estuviera defendiendo a ninguna niña estúpida de mis malditos hermanos! ¿Saben dónde estaría? ¡Estaría violando a alguna puta en la calle!¡PERO NO!
Maldita sea, calma...
-Abiel, solo te pido algo...
-¡¿También?! - Que obstinación. - Tu no hiciste lo que te pedí, ¿Por qué esperas que yo te dé lo que me pides? Estás mal... ¿Sabes que te puedo dar?
-... - Limpió su cara.
-UNA PATADA POR EL CULO.
-Tráela de vuelta, por favor.
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Mi amigo el demonio
Paranormal-AAHHHHHHH! UN FANTASMA! -Corrección, un demonio... -AAHHHHHHH! UN DEMONIO! -Un gusto conocerte!