¿De dónde viene entonces? Parte 2.

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Ok Abiel, admito que quería verte...PERO NO ES EL MOMENTO, PUTO.
Y la señora Raquel ¿No lo ve?
Y ¿Por qué tampoco Martina se ha dado cuenta?

-...- La Señora Raquel seguía con la mirada en el cuaderno.

Aparte de estar mojada estoy sudando, y no puedo concentrarme con tanta facilidad como lo hace la bruja ésta. Mi mirada también estaba en el cuaderno, pero la única diferencia es que no tengo ni idea de lo que estaba escrito allí. Mi mente estaba pensando miles de cosas. 

Martina trataba de analizar las expresiones de Raquel.

No quería voltear, me sentía INCÓMODA...

"Mira hacia delante, no voltees, no voltees"... Pensaba constantemente, luchando contra mi impulso de idiotez. 

-Oyee...- Habló en mi oído con un intento de voz "dulce". Me quedé petrificada.- Hoy estás hermosa, pequeña... ¿No crees que sería mejor si volvemos a casa y seguimos esa conversación que dejamos incompleta? - Su respiración fría en mi nuca JOODER.- Esto no es necesario ¿Sabes?

Ohh vaya, que ofertón... Pero NO.

-Mmmm...Señora Raquel, ¿Qué pued-de decirme hasta a-ahora?

-Shhh, calla...

Pues vaya QUE BIEN... Cuando yo me moleste a mi no me digan nada.

-No me ignores, pequeña. Sólo toma el cuaderno y vamos a casa, o si quieres vamos a la mía ¿Te parece?- Y el puto seguía y seguía.

Tranquilízate Andrea, deja ya de temblar joder.

Miré a Martina tratando de que nuestros ojos se cruzaran pero algo tapo mi visión.

-Dije que no me ignores.

Estaba ahí. Sentado en la mesa frente a mí. Sus ojos tenían un resplandor un tanto peculiar esta vez. 

 Me quedé estática aguantando la respiración, mirando sus ojos al principio, aunque no pude aguantar mucho tiempo y terminé por mirar su pecho nerviosa.

-Si no le quitas el cuaderno tu, lo haré yo, muñeca.- Bajó su cabeza a la altura de la mía y sonrió.

-...- Aparté la mirada.

-Esto será divertido...

Mis ojos se abrieron y miles de escenarios aparecieron en mi cabeza.

Nononooo. MALDICIÓN.

-OIGA...Esteemm, oiga señora Raquel ¿Puede decirme algo? Han pasado ya unos cuantos minutos- Acabé más nerviosa al perder de vista a Abiel.

-Ohh, cariño... Esto es complicado- Dijo forzando una sonrisa y echando de nuevo una mirada al cuaderno.- Puees, verás...

-...- Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver a mi querido amigo al lado de la señora Raquel mordiendo su labio inferior y acercando su mano al cuaderno.

Por suerte la vieja movió su mano y bicho raro no pudo tomar nada.

-Esto de verdad es difícil...

-DIFÍCIL UNA MIERDA, vieja sucia...- Gritó Abiel al no poder quitarle el cuaderno.

-...- Reprimí una carcajada tapándome la boca. Sus ojos por un momento se volvieron de color rojo intenso y su ceño se frunció.

-Emm... ¿De qué te ríes?- Preguntó la señora.

-Ya basta, esto se acaba ahora...- Abiel se levantó rápidamente.

La vieja bruja volvió a abrir el cuaderno y de nuevo lo empezó a "Leer", aunque sinceramente parecía que no entendía nada de nada al igual que yo.

Mi amigo el demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora