..Demonio burlón..

54.3K 4.7K 3.7K
                                    

Con esa simple oración se volvieron realidad todas mis pesadillas..

"Porque no he terminado de jugar con ustedes"

¡Cualquiera se cagaría de miedo si un fantasma le dice eso!

Martina comezó a llorar de nuevo y negaba con la cabeza.

-No puede ser! No puede ser! No puede ser cierto!- Repetía.

Yo estaba paralizada.

No sabía como reaccionar.

Quería salir corriendo. Quería llorar.

-Dijiste que eras bueno, fue una mentira?

Su respuesta fue:  .."Tal vez"..

Duré varios segundos pensando que hacer. No se me ocurría nada! Un fantasma me iba a matar y yo tenía la mente en blanco... Bueno realmente no sé si quiera matarme pero, ES LO MÁS SEGURO! No quiero morir...

-Vale, a mi señal despegaremos los dedos, guardaremos el tablero y prenderemos más velas, entendido?- Susurré a Martina que estaba llorando y se negaba a abrir los ojos...

-Nos va a matar! Y todo va a ser tu culpa... Si llego a morir y tu quedas viva te juro que mi espíritu te perseguirá de por vida! Idiota...- Dijo susurrando.

-Vale, vale! A la de dos...

-...

-Una.. - Comencé a contar.

-...

-DOS!

Despegamos los dedos, nos levantamos rápidamente. Tomé el tablero y corrí a guardarlo. Martina se encargó de iluminar toda la casa con velas.

Por protección decidimos esparcir agua bendita en la primera planta y en el mesón principalmente.

-DIOS SANTO, CRISTO REDENTOR! TE PIDO POR FAVOR QUE NOS PROTEJAS DE LOS ESPÍRITUS CHOCARREROSS POR FAVOR!- Repetía mi amiga alzando las manos. Parecía una fanática religiosa.

Al terminar, toda la casa estaba iluminada. Velas por aquí, por allá también.

Estabamos cansadas y asustadas.

Yo deseaba dormir con todo mi alma, pero no podía. Martina no quería dormir por miedo a que algo nos comiera y prometí quedarme despierta con ella. Te odio Martina -.-

-Oye y si subimos?- Pregunté.

-Estás drogada o qué?! Sonaron cosas raras allá arriba y tu quieres subir? Nonono, me niego!- Dijo regañándome.

-Si continúo aquí sin hacer nada me caeré del sueño- Dije acostándome arriba del mesón, exagerando los movimientos. Parecía un animal muerto, lo admito!

-Si quieres subir, anda tu, yo no voy a arriesgar mi vida- Contestó cortante.- Y para que quieres subir?

-Quiero abrir la puerta a la fuerza- Dije chocando los puños y colocando cara de chica ruda.

-Ya me ha quedado claro que te falta un tornillo...- Me miró extrañada y con cierto miedo.

Después de meditarlo mucho, decidí subir.

Me levanté y busqué entre mis cosas una linterna. Agarré también un poco de agua bendita que quedaba y respiré profundamente tres veces.

Aquí voy.

No, todavía no... Mejor no.

Bueno, si. Lo haré!

Uyy no, que miedito!

Mi amigo el demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora