..Descanso..

39.3K 3.3K 1.9K
                                        


El amanecer llegó dando fin a esa loca madrugada.

Mis ojos están rojos de sueño, pude haberme ido a dormir pero me quedé hablando con mi amigo lo que quedaba de noche. El tema principal era "Si te vas, ¿Qué podría pasar?"

Llegué a la conclusión de que yo podría morir por tenerlo tan lejos.

No se crean, es joda...

Pero las cosas podrían ponerse extrañas por allá en su barrio, ya saben a lo que me refiero. Él ya está mentalizado.

-Creo que ya es hora de que vuelvas a tu casa.

Dijo rascando su nuca sin muchos ánimos.

-Me acompañarás, ¿No? - Pregunté un poco preocupada.

Parecía distraído.

Tuve que gritarle para llamar su atención.

-¿Lo harás? - Insistí. - Obvio, si no quieres, está bien, pero dilo.

-No grites, y si, pero no hasta tu cuarto...

Ok, está bien, con eso basta.

-Oye, dijiste que mis padres no se enteraran de esto, ¿Verdad? - Sinceramente ahora siento miedo de que su "Hechizo", o lo que fuera eso que dijo, no funcionara y cuando llegue a mi casa mi mamá me eche la bronca del año.

-Tranquila. Posiblemente cuando llegues ellos estarán despertando.

Esas palabras me gustan.

-Solo hablo por tus padres y el idiota ese... No por Martina.

-Ella no importa, ella lo sabe todo, no hay problema... - Rayos, Martina. ¿Que habrá hecho en toda la noche?

¡La vieja bruja!
¿Se habrá muerto?

Chanfle, no recordaba que cuando me fui estaba inconsciente.

Ojalá y esté bien.

...........

Y así, queridos amigos míos, salimos de aquella casa... A muy tempranas horas de la mañana, porque indirectamente Abiel me corrió. Si, señor.

Está muy callado.

-¿Por qué no quieres acompañarme hasta mi cuarto? - Intenté sacar tema de conversación.

-Me has hecho acompañarte hasta a el baño... Ya estás malacostumbrada. 

-Oh...

Tiene razón en eso.

Pero sé que tiene otros motivos. Dah.

No quise hablar más. 

Todo el camino estuvimos así... ¡FUE HORRIBLE! Pero no se puede hacer más.

Al llegar, nos detuvimos sin saber que hacer. Quedamos estáticos en la esquina de mi casa.

¡Este puede ser el adiós! Y yo ni siquiera puedo moverme pa' abrazarlo. Que grande, Andrea, eres única, perra...

-Bueno...- Mi risa nerviosa no sonó tan linda que digamos.

-¿Hm?

-Yo... Solo entraré... - No tengo ni idea de por qué el ambiente está tan tenso. Pero seguiré diciendo que esto es horrible.

-Está bien. - Respondió secamente mientras metía sus manos en los bolsillos de su pantalón.

Puto.

-...- Mis labios se movieron en un intento para decir algo, pero no salió ni una palabra. Volteé y comencé a caminar un poco decepcionada de su respuesta.

Mi amigo el demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora