Mi amigo el demonio

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Narra Abiel:

Luce hermosa.
No importa si está asustada, enojada, feliz o triste... No es propio de mí y me preocupa.

¿Sentirme así?
¿Por qué?

No lo entiendo, pero lo que siempre he tenido claro es que si le ocurre algo me culparé el resto de vida. ¿Por qué es tan buena? No puedo entenderlo, ¿Por qué no me ha comenzado a odiar? Ya lo sabe todo... Bueno, "Todo".

Tenía una vida perfecta por lo que pude ver, aunque a veces lo niegue y haga berrinches... Llegué yo ¿Seguirá viéndola así?

Sé que le gusto. No soy estúpido. Y la correspondo, pero, ¿Qué hizo para enamorar a un demonio? ¿Cómo lo logró? Despertó sentimientos en mí y no puedo detenerlos. Que patético de mi parte...

Ya entiendo lo que me dijo ese maldito arcángel.

"A pesar de que tus manos están manchadas de sangre y tus ojos sean la viva imagen de la muerte, hay alguien que no le importará nada de eso... Es muy curioso."

Creo que se refirió a ella...
Yo ya no sé qué decir...

Le gusto a una humana...
Me gusta una humana, eso es incluso peor...

Esconder los nervios frente a ella es muy complicado.
Aguantar las ganas de decirle que cuando despierta se ve hermosa también es difícil.
No decirle que noté que al molestarse brota una vena en su cuello, y que sé muchas cosas más de ella... No sabe mentir, y a veces le gusta llamar la atención, pero es una ternura.

Cuando ama, lo hace en serio... Aún no me ama, y no creo que lo haga nunca, pero me di cuenta de eso por su trato con Martina y la familia.

Mi casa toma un ambiente distinto cuando ella está presente... Y no me desagrada. Sus peleas ridículas o preocupaciones innecesarias alegrarían a cualquiera. Dichosa su mejor amiga que la ha tenido a su lado por años.

Creo saber quién apareció en aquella pesadilla...
Es insoportable verla tan paranoica, y generalmente eso me encanta, pero llegó al extremo... También debe sospechar algo.

Tres y media de la madrugada.

Sentados en una misma cama, pensando... Queriendo saber con exactitud qué fue lo que "soñó". Esta vez las preguntas las tengo yo, pero no quiero preocuparla más. Se asusta con facilidad, y si se digo lo que creo, puede que se vuelva loca... Más de lo que está.

-...- Abrazaba sus piernas, miraba el cuarto con notoria ansiedad... ¿Está temblando? Bueno, no es extraño en ella.

-¿Andrea?- Llamé su atención y pareció dar un salto. - ¿Estás bien?

-Quiero que seas sincero... ¿De verdad estás aquí por cuenta propia? ¿No hay motivos ocultos?

Lo que temía...Comenzó a dudar de todo.
Si fuera ella, también haría lo mismo...

Sus ojos expresaban miedo.

-...- Supiré. - ¿Qué esperas que te diga? ¿Qué vengo a matarte específicamente a ti?... No sueñes, Andrea. Yo te lo dije. ¡Ya lo leíste!

-...-Bajó la mirada.

-Te entiendo... Debes pensar que mi padre me mandó a hacer cualquier infinidad de cosas a este mundo, pero no es así... No me gusta que me digan qué hacer, como ya te lo he demostrado. Puedes estar tranquila.- Expliqué tratando de animarla.

-...- Brindó una sonrisa débil.

Llegué a la conclusión de que a Andrea no se le puede permitir pensar tanto, ¡Sus pensamientos la confunden totalmente! Puede cambiar de parecer de un minuto a otro si piensa de más... Y esto es más efectivo si otra persona la influencia, claro. Fácil de manipular...