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06 de Agosto.

El paisaje era realmente bonito, a pesar de que éste pasara un poco rápido frente a sus ojos. A él le encantaba viajar, pero a veces le gustaría recorrer los lugares lentamente, poder darse el tiempo de hacerlo. Algún día viajaría por todo el mundo, recorrería cada lugar en la tierra, y quizás podría decir que se sentía completo.

Jungkook junto a sus padres se dirigían a una especie de Resort a las afueras de Seúl. A su padre le habían dado cupones gratis en una estación de servicio, y a pesar de que incluso podrían estar dirigiéndose a una estafa mortal, por supuesto que no podían desaprovechar aquella oportunidad que les estaba dando el destino.

— ¡Mira, cielo! —exclamó su madre, haciendo que su esposo se girara a ver donde ella quería.— Es maravilloso.

—Tú lo eres más —dijo él, besando la frente de su esposa.

El menor admiraba la escena con mucha ternura. No le molestaba que sus padres se dieran afecto en público, es más, le encantaba que demostraran su amor tan libremente. Ellos eran libres para amar.

Y él no lo era.

Cuando llegaron, un hombre uniformado los atendió, ayudándolos a llevar sus maletas a las habitaciones. Los padres de Jungkook dormirían en una, y él dormiría en la otra, lo cual agradecía bastante ya que añoraba su privacidad. Le dieron las gracias al hombre, que para su sorpresa era su ayudante personal, y por fin decidieron recorrer el lugar.

El resort era enorme; Jungkook creía que quizás nunca terminaría por conocer todo. Lo que recorrió junto a sus padres fue el comedor, que era bastante elegante y muy espaci oso. También pasaron por la mayoría de los pasillos, en donde se hacían masajes o habían jacuzzis, lo cual tenía maravillado a Jungkook. No querían conocer todo el lugar inmediatamente, así que decidieron seguir al día siguiente. Jungkook se despidió de sus padres para entrar a su habitación. Se descalzó y se metió a la cama, pero ruidos afuera llamaron su atención.

La habitación que tenía Jungkook daba justo hacia el patio del resort, donde estaban las piscinas y áreas de recreación. Entonces a Jungkook tampoco le sorprendió al ver a un joven bañándose en la piscina, lo que sí le pareció un poco raro fue que estaba completamente solo. Él se quedó mirándolo un rato, viendo al joven que estaba en la piscina mientras nadaba.

—No puedes dormir, ¿eh? —Jungkook se dio cuenta de que él le había hablado, entonces comenzó a ponerse un poco nervioso.

—A-algo así.

— ¿Quieres unirte?

Jungkook volvió a mirar el cuerpo del joven; literalmente lo tenía embobado, pero no lo aceptaría yendo a la piscina con él. No es como que fuera aceptando invitaciones a chicos extraños con buen cuerpo. El pelinegro sonrió falsamente y cerró su ventana, escuchando los gritos del otro chico desde afuera.

— ¡Caerás ante mí y lo sabes! —se burló el otro muchacho.

No sabía a qué venía ese comentario, pero decidió ignorarlo.

Sí, claro, como si esas cosas pasaran.

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friends ➳ vkook. [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora