23.

6.3K 793 464
                                    




este capítulo va dedicado a schattennie por siempre estar apoyando este fic, te mereces todo mi amors<3

:・゚✵  :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚✧:・゚

El día en Seúl estaba bastante normal para ser invierno, y más si era febrero. Las calles estaban invadidas de nieve, la gente con abrigos gigantes y buscando alguna cafetería para poder de mantener el calor en sus cuerpos, y nuestro querido Taehyung no era la excepción. Había salido de la universidad y quería tomar un café antes de dirigirse a casa. De seguro Yeontan tiene el departamento de la señora Youngmi patas arriba.

Se sentó en una de las mesas del fondo, y una adorable chica se acercó para pedir su orden. Pidió un expresso, ya que tenía algo de prisa por llegar a casa. La chica volvió a los dos minutos con su café listo, y le agradeció con una sonrisa.

Taehyung se encontraba un poco estresado, ya que tenía muchos proyectos pendientes. Y además se había inscrito a clases de canto, entonces su tiempo se reducía bastante, lo cual hacía que pasara poco tiempo en casa y, por consiguiente, con Yeontan. Si las cosas continuaban así, con el dolor de su corazón tendría que dejar a su bebé con sus padres.

Gracias a la universidad, ya habían pasado semanas desde que había visto a sus amigos, y los extrañaba, pero echaba de menos a una persona en particular. Se habían mensajeado algún que otro día, pero ninguna llamadas ni nada. Quería ver al menor, quería que éste le sonriera adorablemente, haciendo que se derritiera de amor.

Bebió un poco y levantó la vista para ver a las personas que habían llegado al local.

Era Jungkook y otro chico.

Se sentaron cerca de la puerta, dándole una buena visión a Taehyung. No quería ponerse celoso y pensar otras cosas, pero era inevitable que esos pensamientos no llegarán a su mente. Observaba a Jungkook con adoración, no sabía que era lo que el menor decía, pero sus facciones se veían tan relajadas y reales. Luego lanzó una gran carcajada, y Tae se maldecía por dentro al no poder ser él quien lo haga reír así. Y luego ocurrió.

El muchacho desconocido tomó la mano de Jungkook, entrelazando sus dedos. Lo único que hizo el castaño fue sonreírle adorablemente y apretar más fuerte su mano.

¿Eso no debería significar nada, verdad? Es decir, solo tomó su mano.

Pero todo cambió cuando Taehyung presenció el beso que el muchacho le robó a Jungkook. Y pensó que éste se alejaría, pero no hizo nada más que dejarse.

El peligris bajó la mirada a su café sin terminar. Quería irse, necesitaba irse, pero su cuerpo no respondía a lo que su cerebro y corazón rogaban. La muchacha que lo había estado atendiendo notó su expresión, y se acercó a Taehyung.

— ¿Estás bien?

—S-sí, claro —trató de sonreír, pero lo único que salió fue una mueca.— Iré a pagar, muchas gracias.

La muchacha asintió y se alejó para atender otro cliente. Taehyung a muy duras penas sacó su billetera y se acercó a pagar. Miró una última vez a donde se encontraba Jungkook antes de salir del lugar.

No supo cómo llegó a la academia.

Con mucho esfuerzo subió las escaleras hasta el tercer piso, rogando porque Jimin se encontrara ensayando y no en su hogar, porque dudaba que tuviera las fuerzas para seguir caminando. Estuvo unos minutos frente a la puerta cerrada, y había levantado su mano para tocar, pero no podía moverse.

friends ➳ vkook. [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora