One-Shots Snowbaz

Friday Nigth

Era bastante increíble que Baz y Simon fueran tan antisociales. Era viernes por la noche y lo comun sería que fueran a cenar, al cine, salir con los amigos al bar...cosas así. Pero no, ellos dos eran jodidamente asociales y no tenían amigos. Era bastante patético, si lo vez de esa manera.

Ellos dos se encontraban en ese momento en el la sala, acurrucados en el sofá, viendo una película. Estaban en el departamento del pelinegro, por lo cual estaban completamente solos. Baz estaba terriblemente aburrido, solo estaba viendo con desgana la película que habia puesto Simon, la verdad sabia que Snow era infantil, pero ver Buscando a Nemo con el era ya pasarse de la raya.

Baz miro de reojo a su novio, se veía como un niño pequeño viendo la televisión, con los ojos deslumbrando alegría, y con su pelo rubio despeinado adorablemente. Baz siguió una linea de pensamientos que se alejaron completamente de su idea principal, tanto que ahora ya tenia una ereccion.

Baz maldijo internamente, su cabeza le había jugado una maldita broma, se removió incomodo en su lugar, tratando de ser discreto. Al parecer no lo logro, ya que Simon volteo hacia donde estaba el.
—¿Estas bien Baz?
Si excelentemente, solo tengo ganas de darte duro contra el muro, la mesa, o cualquier superficie.
Baz asintió
—Estoy perfectamente Snow
Simon lo miro unos segundos, pero al final volvió a ver la película. Baz agradeció que su novio fuera tan despistado.

Después de unos momentos en aquel plan el pantalón empezaba a molestarle mucho. Pero maldita sea, era novio de Snow, podia hacer que su ereccion se fuera ¿no? Vamos, que Simon se calentaba cada que Baz lo tocaba.

Baz acerco lentamente su mano a la pierna de Simon, posandola en el muslo del Rubio. Simon no prestó mucha atención a este gesto, solo volteo a ver a Baz un segundo, este apretó los labios y subió un centímetro su mano.

Empezó a subir lentamente su mano por la pierna de Simon, deteniéndose cada vez que el rubio volteaba a verlo con confusión. Su mano en unos momentos ya estaba en la entrepierna de Simon. El rubio se encontraba algo incomodo con la situación.

Baz metió su mano adentro del pantalón de Simon, y empezo a acariciar lentamente la entrepierna de su novio.

Simon solo estaba jadeando y gimiendo, sintiendo las caricias de su novio. Baz le quito los pantalones y ropa interior a Simon, y siguió con su trabajo.

Los ojos de Simon estaban nublados por el deseo, solo podía sentir la mano de Baz en su miembro, los movimientos que este hacia lo hacia sentir en el paraíso.

Era como si cada nervio de su piel estuviera conectado con el tacto de Baz, cada centímetro de piel respondía a su toque.

Baz vio que Simon estaba casi al borde del éxtasis. Así que se inclinó y empezó a besar y a lamer el cuello de su novio.

Después de unos momentos Baz oyó el gemido de Simon, que indicaba que este se había corrido, movió su mano y la vio, tenia una parte de la escencia de Simon.
—Eso fue rápido
La cara de Simon se torno roja.
—Callate.

Baz se río y levanto a Simon del sofá.
—Vamos al cuarto
Simon siguió a Baz a su habitación

Solo puedo decir que las próximas dos semanas Simon no pudo caminar bien