Director Office

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Lemon!!!!!! (El nivel de signos de exclamación señala la gaydad, ya saben xd)

Realmente Baz pensaba que estaba soñanando. La situacion era bastante irreal a decir verdad, enserio no se lo creía. Se pellizco el muslo, para asegurarse de que no era un sueño y soltando un quejido al ver que, en efecto, no lo era. Trataba de asimilar la información. Sus manos se aferraron a la sabana de la cama, y soltó un suspiro. Levanto lentamente la cabeza y vio a Simon, el cual estaba sentado en su respectiva cama, con las piernas cruzadas encima de esta, con la cara roja como tomate y jugando nerviosamente con sus manos.

Respiro ondo. Recapituló desde que el rubio entró a la habitación, hacia tan solo unos minutos. El rubio había cruzado la puerta, luciendo extremadamente nervioso, Baz lo había besado al entrar como de costumbre y le había preguntado que pasaba. Simon se había sonrojo y le dijo que tenia que contarle algo. Baz se extraño a tal petición, Simon no solía estar así de nervioso, y casi nunca la pedía hablar directamente de algo, siempre dejaba que la situación de la cual quería contarle se diera con pequeñas indirectas, o la soltaba en medio de la conversación. Aunque comúnmente sólo lo soltaba, Simon no era de tener conversaciones con delicadeza.

Baz en ese momento se preocupo por su novio, le había dicho que se sentara en su cama y le dijera que pasaba. Simon con un poco de vergüenza se sentó, cruzo sus piernas, y espero que Baz se sentara en su respectiva cama. Allí, procedió a sonrojarse aun mas, y empezó a tartamudear. Baz le pidió que se calmara y respirara. Cuando lo hizo, entre tartamudeos le dijo que el Hechizero había salido hace unos horas, y que no volvería en una semana. Baz se preoucupo, tal vez el viejo chiflado le había dado una misión, pero inmediatamente Simon le aclaro que no era así. Baz, un poco desesperado, le dijo que fuera al grano. El rubio, con su sonrojo a tope, le dijo que quería cumplir la fantasía que Baz la había comentado la otra vez. Desde ahí fue Baz el que estaba tartamudeando.

Y ahora, ya después, el pelinegro trataba de tranquilizarse un poco. Hacia tiempo que la había comentado a su novio el deseo de hacerlo en la oficina del Hechizero, el mismo se debatia si había surgido la idea por su adversion a la autoridad o a su odio desmedido hacia el Hechizero (cortesía de su familia). El pelinegro hasta había llegado al extremo de ofrecerle a Simon toda una bandeja de bollos de cereza recién horneados si aceptaba. Despues de eso vio que Simon al parecer era un poco mas difícil de convencer de lo que creia. Trato de espabilarse, respiro ondo y se calmo, dejando que el shok inicial se fuera lentamente. Y consideró otra vez la información. El Hechizero se había ido, quien sabe a donde, por una semana, la oficina estaría sola, ningún maestro entraba allí, literalmente no podían, había hechizos. Se podría follar a Simon ahí. Nadie los podia interrumpir. Bien. Jodidamente bien.

Miro a su novio, el pequeño rubio seguía con la cara roja como tomate, era malditamente adorable, aun se seguía sorprendiendo que Simon se sonrojara con las cosas que hacían, es decir, su primera vez había sido en Quinto, recordaba perfectamente todo, esa vez tuvo que ser eternamente paciente y delicado, había sido espectacular. Pero, ahora, después de un año y medio desde su primer encuentro, con innumerables veces de hacer el amor y hacerlo como si no hubiera un mañana, Simon seguía siendo teniendo una pizca de inocencia. Bueno, a veces, había ocasiones en las que Simon olvidaba sus inhibiciones y parecía un chico de "una sola noche". Las facetas de Simon le encantaban.

Se acerco lentamente a la cara de Simon, lo beso lentamente, transmitiéndole todo el cariño y amor que sentía por el, para tranquilizarlo. No quería que se hechara para atrás. Cuando se separo, vio a esos ojos azules en los que amaba perderse.
----¿Estas seguro de hacer esto, Simon?---- Vio como este asentía levemente.
----Si... Quiero hacerlo---- y acto seguido puso su mano en la nuca de Baz y lo acercó a el, volviéndolo a besar, un beso dulce y delicado, que lentamente empezó a subir de intensidad. Con dificultad Baz se separo de el, si seguían así no llegarían a la oficina y terminarían en su habitación, y ayudo a Simon pararse, para emprender camino a la oficina del Hechizero.

One-Shots Snowbaz Where stories live. Discover now