Restaurant

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Por fin se me ocurrió algo. Aleluya. Ya, bajen las espadas. Disculpen la narración kk :'v

Simon no quería ir a la puta cena. Pero, como todo siempre le sale mal, ahí estaba, en un restaurante elegante en el centro de la ciudad, con traje, a lado de Baz y enfrente de Penny y Micah. Tal vez tuvo que haber insistido mas. Tal vez... Joder.

Tomó con desgana de su copa de vino, girando el liquido que contenía esta, despues, mirando aburrido su comida, mientras los otros tres estaban sumidos en una conversación, que, de hecho, no le interesaba en absoluto. Lo único bueno de estar allí es que podía ver a Baz en traje.

Era cierto que el pelinegro aprovechaba cualquier situación para usar traje, pero, por Crowley, Simon nunca se acostumbraría a la visión que tenia en frente. El traje hecho a medida resaltaba todos sus atributos, se veía espectacular el traje en el. Pero se vería mejor el traje en el suelo de su habitación.

Se mordió levemente el labio, con pensamientos para nada inocentes en su mente, admirando mientras tanto al perfecto hombre que tenia a su lado.
—Hey, Simon, ¿te sientes bien?—la voz de Penny lo saco de sus pensamientos.
—No has tocado tu comida, ¿te duele el estómago?— volvió a cuestionar su amiga. Parpadeo rápidamente totalmente aturdido.

Simon se sonrojo levemente, lo habían sacado completamente de sus ensoñaciones.
-No... Estoy bien -respondio, tratando de que su voz no saliera aguda. Penny lo miro por unos segundos y asintió, dejando el tema. Baz lo estaba viendo. Noto como la mirada del pelinegro lo recorrió, deteniéndose en una parte específica de su anatomía.

Baz sonrio complacidamente, al darse cuenta del problema que tenia su novio en aquel momento. Le guiño un ojo a Simon y se giro para seguir hablando. Simon trago. Nada bueno se venía de aquello. Sabia que, en ese momento, Baz ya estaba ideando que hacerle.

Trato de concentrarse en su comida, porque, en fin, no todos los días podía comer comida de restaurante. Apenas iba a llevar un pedazo de rosbif a su boca cuando... Dios. La mano izquierda de Baz se poso en su muslo delicadamente. "Joder, joder, joder" contuvo la resporacion. Uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos. No se movía. Bien. Perfecto. Maravilloso.

Con toda la calma que pudo llevo el pedazo de comida a su boca, masticandolo lentamente, cuando (oh sorpresa) la mano de Baz empezo a subir lentamente por su pierna, acariciando y dando leves toques con las yemas de los dedos. Un esclafrio le recorrió.

La sangre se le junto en las mejillas, teniendo en segundos la cara roja como un tomate. Agacho la cabeza para disimularlo un poco. Sintió como los dedos de Baz acariciaban lentamente su entrepierna, el rubio se removió nervioso. Volteo hacia Baz y le rogó con la mirada que parara. Obviamente no le hizo caso.

Baz movía su mano de arriba hacia a abajo, provocando que pequeños espasmos le recorrieran. Mataría a Baz cuando llegaran al apartamento. Simon estaba concentrado en no gemir, mientras el muy hijo de puta estaba sonriendo y platicando alegre con la otra pareja.

Baz apretó un poco, arrancándole un pequeño suspiro. Penny volteo a verlo.
—¡Por Morgana! Simon, estas rojo, deberías ir al baño a lavarte la cara o algo—bueno, no era mala idea.
—Si... Me disculpan...—Simon se levanto, y metió su mano al bolsillo para disimular la ereccion que tenia.

Cruzo lo mas rápido que pudo el restaurante hasta llegar al baño. Inmediatamente abrió el grifo, juntando después agua con sus manos y echandosela al rostro. Su respiración estaba levemente agitada. En ese momento oyó como alguien entraba al baño. Era Baz. Estaba apoyado en el marco de la puerta, hasta que entro y cerro con pestillo la puerta.

—¿Acaso te sientes mal, amor?—dijo, burlón con una sonrisa.
—Hijo de...—se detuvo cuando Baz avanzo, violando su espacio personal en toda regla, empujándolo hacia atras y acorralándolo contra la pared. Con la mano izquierda sostuvo sus manos contra la esta, sobre su cabeza, evitando que se moviera. La derecha bajo lentamente, recorriendo con delicadeza su cuerpo, hasta detenerse en esa parte de su anatomía.
—Parece que estas contento de verme— susurro.

Acarició levemente por encima del pantalón, provocando un gemido apenas audible.
—D-deten...—su boca solto un gemido ahogado. Oculto su cabeza en el hueco del hombro y el cuello de Baz, tratando de ahogar los sonidos que producia.
—¿Decias algo?—respondio burlón. Antes de que Simon contestara, Baz ya tenia su mano dentro del pantalón del rubio.

Simon tembló levemente, no lo iba a admitir, pero vaya, Baz estaba haciendo su trabajo demasiado bien. Y cuando quiso acordar... la ropa ya no estaba estorbando. Su pnatalon estaba mal acomodado a nivel de sus talones, y la ropa interior bajada lo suficiente para liberar su dirección.

Lo hiba a matar definitivamente. Se retorció, queriendo salir del agarre, tenia que afarrarse a algo. Las piernas le temblaban por el placer.
La mano de Baz subía y bajaba a un ritmo turtuoso, estaba seguro de que ya no aguantaría mucho mas.

—V-voy a...— un gemido ahogado salió de su garganta. Baz le soltó las manos. Y este se agacho, su cabeza quedando a la altura de la entrepierna del rubio.
—No te atrevas a...— y lo hizo. La boca de Baz capturó su ya casi chorreante miembro en su boca. La mano de Simon fue a la nuca del pelinegro, insitandolo a seguir e ir mas profundo.

La lengua de Baz estaba haciendo maravillas en su miembro. Envolvía con su lengua la punta, y chupaba. Con su mano masturbaba lo que no cabía. Simon estaba sollozando de placer. Y fue sólo cuestión de segundos para que se corriera.

Tenía la respiración agitada y las mejillas calientes.  Baz se paro, y aliso las inexistentes arrugas de su ropa.
—Te espero en la mesa— dijo, antes de salir. Con manos temblorosas Simon acomodo su ropa. Se vio en es espejo. Estaba hecho un desastre. Se arreglo como pudo.

Cuando llego otra vez a la mesa y se sentó, Penny lo miraba fijamente.
—¿Por que tardaste tanto?— Baz se río, ahogando su risa tomando de su copa de vino. Simon enrojeció.
—Y-yo, esto...—No tenia ni una excusa.
—Se lo que hicieron ustedes dos, Baz me contó —miro a Baz, el muy hijo de puta estaba feliz.

Lo unico que pudo hacer fue enrojecer a niveles elevados y volverse a sentar. En fin, no era la primera vez que pasaba, pero le seguía causando vergüenza.

Mientras que Baz... Bueno, sabia que Simon estaría hecho una furia al llegar al apartamento, pero, no se preocupen, Baz supo como calmarlo y dejarlo sin caminar normal por una semana. Lo típico, ya saben.

No tengo excusa para mi ausencia :'v. Me clave mucho viendo Super Lovers (no le digan a la ONU) y los maestros eran unos hijos de puta :'v.

En fin, probablemente la semana que viene no actualice, tengo exámenes y tendré que estudiar. Dont worry, volveré con dos caps uwu.

Los quiero a todos :D. Bai

One-Shots Snowbaz Where stories live. Discover now