Un Comienzo!

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Pak:

El día comenzó de la peor manera, no había terminado de tomar mi desayuno cuando el llamado de algunos integrantes llegó por medio de la conexión, un escalofrió me recorrió la espalda pero no me detuve en ello, sabía que si perdía un segundo me seria cobrado caro y aunque corrí a la mayor velocidad dando órdenes especificas de ir a apoyar, no logré evitar que sus vidas fueran arrebatadas.

-¡¡Quiero que vayan y escaneen cada maldito rincón de la frontera, al final del día debo saber cómo se las arreglaron para entrar a la manada!! ¡Ahora!.- Le grito a los guardias, que apenas termino de hablar desaparecen de mi vista.

-Pak- aunque se bien de que se trata la mención de mi nombre por parte de mi beta, no puedo pensar en tranquilizarme, la sensación de vacío se extiende por cada célula de mi cuerpo haciendo que sea difícil mantener las emociones solo para mí.

-lo sé, pero no puedo... Ver como esos vampiros destrozaron a 10 de mis mejores soldados me hace pensar que no importa lo que hagamos, no podremos protegernos, ¿qué les voy a decir a sus mates e hijos?- Hablo con voz de Alpha y permito proyectar por medio de nuestro lazo un poco de esa sensación, que aunque desaparece rápidamente el rastro que deja es devastador, sus ojos se oscurecen y de repente parece abatido, me da una mirada de piedad y cierro la conexión.

-Nunca vuelvas a decir que no es nada o que me tranquilice, lo que sentiste no es ni una parte de lo que se siente que arrebaten la vida de un miembro de la manada- da un asentimiento y con un amargo sentimiento me encamino de nuevo al despacho, ahora solo quiero ahogarme en una montaña de papel mientras bebo algo de licor.

Lisha:

Cuando se abrió la puerta del auto, me di cuenta que era hermoso, los grandes árboles que dejaban su torso desnudo para que un recubrimiento de nieve se convirtiera en su nueva ropa, la vista no solo era impresionante, sino cautivadora, algo en el invierno me es tan familiar, casi como el sentimiento de estar en casa.

-Señorita Holson, Bienvenida.- Dice una ronca voz apenas salgo del auto.

-Gracias- le respondo, su mirada se clava en la mía pero no me inmuto.

-Soy el señor Pannar.- dice extendiendo su mano, la tomo y doy un ligero apretón.

-bien- la verdad si era de edad como me lo había imaginado, pero no viejo, un hombre corpulento y muy simpático... Nunca fue necesario que lo conociera en persona, así que jamás le había visto, siempre se había encargado de todo a la distancia.

-Espero que su viaje haya sido bueno, ahora tendremos que ir a mi oficina y allí se le darán las respectivas instrucciones- asiento en su dirección y nos encaminamos dentro.

-quiero poder empezar con el libro de mi padre.- Después de mostrarme el lugar, entramos a una grande biblioteca, con una gran escritorio, me señala para que me siente en una de las sillas enfrente del escritorio y él se sienta detrás.

-Señorita Holsón, aunque sé que no es de su mayor interés le comunico que todas sus inversiones se encuentran en mejora, los depósitos en sus cuentas han sido realizados y el informe ha sido enviado a su correo- le doy un asentimiento y continua -se preguntara porque tanto misterio y precauciones con el libro que le dejo su padre, pues bien, quiero que me escuche atentamente, asienta si está entendiendo lo que le digo y pregunte cuando yo haya terminado-

Sabía perfectamente que habían cosas ocultas en mi familia, pero se me ha mantenido alejada de todo ello, Pannar se ha hecho cargo de todo, de mantenerme a "salvo" de todo eso y administrar todo hasta que pueda hacerme cargo al menos eso creía él, ya que hace un par de años le dije que realmente siempre se haría cargo de la parte económica, la administración y demás no era lo mío, tampoco me interesaba por lo que mejor sería que siguiera haciéndose cargo de ello.

La Guardiana!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora